Desenlace
... y apareció lo que anhelábamos... apareció de improviso envuelto en sirenas, en salvas, en silbidos, en cánticos... con invitaciones, con convocatorias, con llamadas, con saludos...
... y las banderas, estandartes, confalones, pendones, oriflamas... tremolaban, flameaban, ondeaban en los ojos y en el viento y en la tierra y en el cielo...
... y sin decirnos nada y de común acuerdo desaparecimos todos --todos: vosotros y yo-- de las ventanas y corrimos escaleras abajo para abrir puertas y cancelas y salir al aire renovado...
... se oía un resonar de pasos que aumentaba por momentos... toques de clarines de ilusión... o golpes de esperanzados remeros, avanzando hacia una luz que se veía ya en el horizonte... hacia la aurora...
Y me desperté de un salto y... y no era nada mas que un sueño...
4. Epílogo
Nos lanzamos al mar de las palabras,
como si estas no fueran más que viento,
y, claro, ofendidas, nos ahogaron, huyendo.
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