El Partido Comunista de España (PCE) después de pactar con la derecha neofranquista la transición 'pacífica' a la democracia (es decir después de ayudar a salvar sus propiedades y negocios) se vio cada vez más aislado pues las bases obreras le volvieron la espalda y montó un tinglado llamado Izquierda Unida. Pero ese engendro (IU) se ha revelado y marcha cada vez más independiente. No obedece ya a sus mandatos.
¿Qué hacer? Muchos de sus militantes se le pasaron al PSOE. Los que quedan se ven en la soledad más absoluta y con el agravante de que no saben hacer otra cosa que política. Es dramático para algunos. Llega la época de jubilación. Los años han pasado y como individuos ven que el futuro se les presenta negro, negrísimo. La derecha tiene su espacio (PSOE). La derecha más o menos extrema el suyo (PP). La izquierda rebelde y rompedora está encontrando el suyo: la lucha por la República. Por ahí se está uniendo. El espacio intermedio lo ocupa Izquierda Unida. A veces vergonzoso como el caso de retirar un video en el que arrimaba un mechero encendido para quemar la monarquía.
El PCE no encuentra salida. Da palos de ciego. Ahora, después de traicionar los anhelos republicanos, se vuelve hacia la República. Bienvenido sea. Pero no olvidamos su papel. Su papel de policía dentro del pueblo que le asignó la burguesía neofranquista. Bienvenido sea a la lucha por la República. Deseamos una izquierda unida de verdad. Si. Pero... ¡ojo! ¡mucho ojo con los oportunistas! Son capaces de traicionar hasta a su padre, si llega el caso.
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