El 27 de septiembre de 1975 mueren asesinados por el estado franquista tres militantes del Frap y dos de Eta. Sentencia firmada por Franco, el mataespañoles. Muertes que celebraron en concentración en la Plaza de Oriente de Madrid todos los fascistas españoles. Presidiendo esta concentración ultra estaban en el balcón del palacio el dictador Franco y el futuro rey Juan Carlos. Luego muere él (el dictador), pero antes nombra sucesor del estado dictatorial a Juan Carlos como rey, que se pone por nombre Juan Carlos I, Rey de España.
Tiene, como se ve, un origen sangriento y franquista la Monarquía. Durante todos estos años, desde 1975, nos han querido lavar la imagen de esta Monarquía espúrea a la que nadie ha elegido. Se han gastado toneladas de propaganda. Para popularizarla. La han querido unir al afán de libertad del pueblo español. Pero los hechos no se pueden quitar así como así. Son hechos y están recogidos en la memoria de la Historia. Y en la memoria del pueblo.
Bueno, pues a pesar de sus esfuerzos por volver lo negro blanco, después de tantos años de querer lavar el cerebro a los españoles, este verano secuestraron la revista 'El Jueves' por poner, en portada, un dibujo, de los príncipes herederos de Juan Carlos, con un bocadillo que hacía alusión al carácter parasitario de los mismos. Hace poco, antes de ayer, en una manifestación, celebrada en una ciudad catalana, han quemado los retratos de los monarcas. Contra esa libertad de expresión y manifestación, quieren juzgar a los autores del incendio. Y mañana, lunes, los dos humoristas gráficos del periódico vasco Deia, Josetxu Rodríguez y Javier Ripa, y el filósofo Nicola Lococo declararán, ante la Audiencia Nacional, acusados de injurias al Rey por el dibujo que reproducimos y por el comentario consiguiente titulado, si no nos falla la memoria, 'Las tribulaciones del oso Yogui'.
El acudir a la represión indica la endeblez en la que se encuentra la Monarquía, después de tantos años de arduo trabajo para hacérnosla tragar. Están desesperados. No les ha dado resultado el querer cambiar a España de republicana a monárquica. Y los que somos republicanos recordamos, aquí y ahora, a los militantes del Frap que murieron por una España republicana el 27 de septiembre de 1975; sin olvidarnos de tantos otros que murieron con esa ilusión; como por ejemplo: el gran escritor Pepe Bergamín. Aún recordamos ese artículo que publicó para la candidatura de Unidad Popular Republicana titulándolo 'Delenda est Monarquía'. Por cierto, hoy, Pepe Bergamín, el gran escritor español, sería puesto a disposición judicial si viviera.
Vale, pues tenemos que decir que su lucha porque España mañana fuera republicana no ha sido en vano. Y no es una frase de consuelo. Cada vez estamos más cerca.
Autor: Iswe Letu
No hay comentarios:
Publicar un comentario