ARTENAVAS 06: EL TARRO DE LAS ESENCIAS
A las 7 de la tarde estábamos en Los Toriles dispuestos a sacar todas las esencias al tarro de ‘ARTE NAVAS 06’. Por de pronto de Los Toriles salimos decepcionados. La explicación del artista, Manuel Bouzo, no tiene nada que ver con el mundo sangriento que nos ha tocado vivir, del que hablábamos por la mañana con el trabajador que cobreaba el tejado de Los Toriles, sino con los toros, con la fiesta de los toros. Para esta ‘Propuesta utiliza, Manuel Bouzo, como locus expositivo una atmósfera y un lugar’ ciertamente apropiados: los antiguos toriles de Las Navas que datan del siglo XV. Otra cosa es que ese aliento o intención artística llegue al público. A nosotros nos ha parecido poca obra para tanta piedra.
Como para llegar al convento (por cierto se llama de Santo Domingo y San Pablo y nosotros creíamos que era solo de San Pablo) tenemos dos caminos derecha e izquierda, de modo que optamos por el de la izquierda ¡que se le va a hacer!
-Cuando hablas en plural lo haces, sin duda, porque voy contigo que soy el otro yo que siempre te acompaña.
-Eso.
Resulta que esta calle de la izquierda da exactamente al convento. Tan exactamente que si tuviéramos una regla y la pusiéramos en el suelo alargándola hasta allí, daría talmente en la puerta. De ella entran y salen gentes.
No sé por qué me imagino metido en una procesión de Semana Santa como un campesino mas, aterido de frío, siguiendo a los frailes que van en cabeza de la manifestación. Y canto eso de: ‘estaba mater dolorosa esta cruz es lacrimosa’. Como en mi pueblo.
-Yo si sé el por qué de tus recuerdos: porque te estás haciendo viejo. Y también sé lo de Semana Santa: una asociación de imágenes contrapuestas: el frío de esa semana y el calor de ahora.
-Tú sabes mucho.
-Se te ha olvidado el marqués y la marquesa. Bien comidos y bien bebidos; es decir: bien cebados; y además, bien abrigados que van al lado de los frailes. Y en la procesión no solo caminan campesinos que van medio dormidos, sino cabreros y picapedreros y carpinteros y albañiles y… y las mujeres de esos mismos siervos de la gleba que antes, estoy seguro, le han ido a regalar conejos, gallinas, huevos… a los señores del castillo. Muchos de estos trabajadores están tullidos: tuertos, cojos, mancos… de trabajar para los señores marqueses y para los frailes. ¿De dónde sino han salido y se han colocado todas las piedras de este convento?
El sol pega de lleno a esta hora de la tarde. Los alrededores del convento han sido adecentados. Damos un paseo alrededor de él antes de entrar. Lo han regado. Aun se ven las rodadas de las maquinas excavadoras.
Los frailes eran poderosos. Y mas aun estos que eran el ojito derecho del rey Felipe II. Rey que, algunos, lo llamaron el ‘rey negro’. Pero que más que negro fue siniestro. Decimos que los frailes eran poderosos y vigilaban. Vigilaban a muchos naveros que, según dicen, eran de origen ‘hebreo’. Recordamos eso de ‘Las Navas fundáronla hebreos de Nabucodonosor’. Y recordamos al historiador de Las Navas que nos dijo aquello de: ‘Los naveros tienen carácter huraño y entre ellos hay muchos apellidos de origen judío: Méndez, Sastre, Barbero, Redondo, Segovia, Bernardo de Quirós…’ Pero más ha vigilado el Risco Santa Ana. Y a los frailes también.
El risco vigila por el este. Por el oeste los terrenos estaban lleno de prados y arroyuelos. Se denominaban, y se denominan, ‘Prado de los Frailes’. Hoy quedan algunos prados al norte. En el lugar del oeste están haciendo una horrible zona residencial de chales adosados que se llama a si misma ‘Prado de los Frailes’ ¡A dónde han ido a parar sus posesiones! ¡En poder del capital inmobiliario! Capital que hunde todo lo que toca en el cemento y en el hormigón del cálculo egoísta. Y más al oeste, mas al fondo, bloques de casas sin solución de continuidad. Otro caos urbanístico, pero más descomunal que el de la antigua plaza de toros.
En la ladera que une el convento con ‘El Prado de los Frailes’ (zona residencial en construcción que ya hemos dicho) a pesar del adecentamiento se ven hierros, botes, plásticos, pinturas, botellas, latas… todo un catálogo de basuras ¡Esperemos que los visitantes no lo vean!
-¿Y para que está la sociedad Montes de Las Navas? – digo yo - ¿Para cuidar del entorno o para traer votos?
Cansados de extraer del tarro de las esencias mas olores nauseabundos, entramos en el recinto de la exposición ‘ARTE NAVAS 06’. Son 13 artistas cuyas obras están expuestas ocupando la mayor parte del suelo del convento. Un convento que está siendo reconstruido por el ayuntamiento de Las Navas del Marqués. Y que, dicho sea de paso, le ha servido a los jefes de este consistorio para lavar su imagen política de ineficacia, ya que, de su programa electoral, apenas han hecho nada. En ‘elnaviero’ se hizo, hace poco, un repaso de lo realizado y era prácticamente cero; en él se decía que la casa de cultura, este convento, parecía como que si se iba ha realizar, pero por lo que vemos, piedras por todas parte, apuntalamientos diversos… ni esto. Creemos que las creaciones de estos 13 artistas son aplastadas por lo que le rodea: tanta piedra, tanto granito enorme, tantas piezas amontonadas aquí y allá…
Con buen criterio Rafael Nuñez ha expuesto obras de tamaño considerable y combinando un estilo y otro para que charlen con la piedra, para dialoguen o para que le den la espalda a esta misma piedra que de todas formas las oculta, las esconde, las desprecia. Creemos que cuando una exposición de arte sirve solo de propaganda política se rebaja. Las gentes que lo visitan, como aquellos personajes de la novela de Pio Baroja ‘Cesar o nada’, exclaman: ¡verdaderamente, cuánta piedra! Porque es el edificio el que llama en primer lugar su atención.
De los artistas que exponen extraeremos, de sus tarros, las esencias, los perfumes, los aromas que más nos han llenado; aunque deberíamos decir, y lo decimos, que, a alguno, no lo hemos entendido en absoluto; un ejemplo lo refleja perfectamente: contemplando los cuadros íbamos, cuando unos antiguos alumnos pasan cerca de nosotros y les preguntamos su opinión:
-Como se expresan los ricos: ‘Muy interesante’.
-Pero, ¡que dices!, si son burragatos.
-Pues, eso he querido decir.
-Oye, y a mi también me han parecido rayajos.
Se trataba de la obra de Santiago Costales. ‘A medio camino entre pintura y escultura, apostando por una combinación de valores propios de esos lenguajes: textura, gesto, color y volumen’. En Ana Pérez Pereda ‘las formas aéreas y delicadas nos remiten a un constructivismo ligero’. Las 14 urnas translúcidas de Luís Jaime Martínez del Río llenas de seres extraños en un hospital parecen ajenos a nosotros y a los sentimientos que pudieran embargarnos. Ricardo Echevarria con su videoinstalación hace que Bruce Lee destruya y construya su imagen reflejada en las aguas de un espejo.
-Vamos, que no te ha dicho nada.
-Eso.
Mar Solís con sus piezas de acero inoxidable ‘parece dibujar elementos formales que se expanden por el espacio’. Otro de los estilos de la muestra es el geométrico de Julián Gil. Estilo que empezó ya hace tiempo y que el director de cine italiano, Antonioni, lo reflejó muy bien en su pesimista película ‘El Eclipse’; en las breves secuencias de los breves segundos que dura el eclipse nos muestra este estilo en las calles y fachadas de las casas. ‘Las pinturas-collage de Ángel Sardina tienen algo como de herida en la piel del cuadro, cubierta con gasas y veladuras suaves de tiritas’.
-Esto te ha salido muy bien, se nota que lo has copiado del catálogo.
-No todos. Algunos son de mi cosecha.
‘La identidad, a un tiempo anónima pero a la vez provista de todas sus potencias representativas, es el caballo de batalla con el que Jorge Quijano presenta, precisamente, su batalla a un género pictórico iconográficamente tan clásico como es el retrato’. ‘Ventanas que se escapan de la rígida disciplina del plano para iniciar una aventura en tres dimensiones esa es la obra de Miguel Ángel Espí . Y en Miguel Villarino son ‘formas e imágenes esquemáticas, casi siluetas’. La obra de Sandra Sue, la norteamericana que ya ha estado otras veces en ARTE NAVAS, son cartografías de carne, piel y huesos deconstruidos, facetados, convertidos en metáforas entre carnales y místicas excesivas y ambiguas. El oro entre la basura, el arte sacado de los escombros, de los desechos, a mitad de camino entre el trapero y el artista que ya lo escribiera Baudelaire, así es la obra de Etienne Zack. Y finalmente María Papacharalambous, sus obras son de difícil definición técnica: tal vez collaje, ensamblaje… o tal vez piezas textiles.
Como veis el tarro estaba destapado y ha dejado escapar todas sus esencias. Algunas no olían muy bien. Qué le vamos a hacer. No es nuestra la culpa sino del tarro de la vida del que no siempre fluye ambrosía.
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