--"Deriva la verdad de su propio desierto".
--Y eso... ¿no es la ley incuestionable de la nada?
--Pero él encuentra la nada, colmada de silencio, como un lago de aguas claras y limpias; y se sumerge en él, después de una desalmada y brutal lucha interior, para encontrar la paz.
--Y cuando sale a la orilla, mira la rosa de los vientos por encima del hombro... y muy ufano y satisfecho, exclamó...
--¡Ah!, si, si... ahora recuerdo... exclamó: "¡he hallado la verdad en el silencio: puedo continuar viviendo!"
--Y se perdió a lo lejos, entre las arenas, con un halo de silencio misterioso.
--Pues si: se perdió allá lejos, donde mora y reina, feraz, el feroz silencio de la nada.
--Ha derivado la verdad en su propio desierto. De su vida gasta.
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