La cabeza vuelta al alba naciente,
un pie sobre el ombligo del poniente,
y el tirso
plantado en el corazón desnudo del Sur
yo bailaré, oh querida,
bailaré la danza-relámpago
de los cazadores de reptiles
¡Madagascar!
un pie sobre el ombligo del poniente,
y el tirso
plantado en el corazón desnudo del Sur
yo bailaré, oh querida,
bailaré la danza-relámpago
de los cazadores de reptiles
¡Madagascar!
Jacques Rabemananjara
(Mientras esperaba a que se cumpliera la condena a muerte, 1947)
1 comentario:
Hermosísimo poema.
Te leo, que lo sepas, guapo.
Un besito.
Publicar un comentario