Dedicaré, a David Gonález, varios de estos escritos que salen, cada vez que uno se decide a escribir, en el blog y que, al parecer, se llaman 'post'. Bueno, que se llamen como quieran.
Si alguno, de los pocos que entran en este recinto público, quiere saber quién es David González, pues... no tienen más que ir a uno de los navegadores (creo que así se llaman) que Internet tiene y poner su nombre y ahí aparecen muchos datos, entre ellos sus blog y páginas web.
Lo que llama la atención, enseguida, de sus poesías, es su fuerza, a partir de la sencillez; podría decirse que tienen una carga dramática innegable. Luego, pueden algunos sabihondos escribirán que si es realismo sucio, Bukowski (que me perdone este poeta desde ultratumba si lo he escrito mal) que si tal y que si cual... Palabras y etc. que ya lo dijo Shakespeare.
Ah, los escritos, tanto el anterior, como este, o como los que saldrá después, son míos; son como una imitación (yo no le llego a la suela de su zapato) de sus poemas. Que él perdone mi atrevimiento. La ignorancia es muy atrevida.
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Título: Márketin siniestro
Ese niño irakí
de fino talle
u
otro hijo del hambre
cualesquiera
moldean su figura
muy facilmente
de una manera natural
sin ejercicio
sin esfuerzo
sin comer
que es ese 'Aroma Adelgazante'
Su 'Fragante Poder'
auspiciará
inspirará
empujará la tendencia
a transformar su cuerpo
en delgadez de espiga
que moverá
en olas
el viento
a su capricho
Olas
prontas
para la molienda
de la guerra.
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