lunes, 11 de junio de 2007

Iswe Letu: Sones Siniestros (a David González)


Sonaban

las campanadas

del reloj

del consistorio.


Las diez.


Del consistorio del PP.


Tres jóvenes

(3 marroquíes parados)


O iraquíes tal vez.


Sentados en un banco.

En la plaza.


Me acordé de la muerte

y apreté los puños.


Las campanadas siempre,

siempre me suenan a muerte.


"Y mis manos heridas

en las breñas de astros..."

-decía Aime Cesaire-


Yo seguí apretando

los puños

con el edificio tan cerca

del PP.


"Pero..."

-añadía el mismo poeta-...

Siempre, siempre

se le agrega un pero

de esperanza.


"Pero recogidas con espuma

rompen con el tiempo

el hierro de los cerrojos"

-redondeaba Aimé Cesaire.


Ojalá

los lleven


a todos


a fusilar


en pelotón


a las tapias

de la Historia.


¡Ojalá!

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