--Con el niño ensangrentado a sus pies...
--¿Dónde?
--En el silencio de las rocas sorprendidas...
--Por cierto... a los pies, ¿de quién?
--Del loco, rojo de ira...
--¿Sólo él?...
--Algunos más.
¿Qué hacian?
--Mostraban sus puños al sol, apuntando en dirección al avión que, impune, se alejaba veloz a reacción...
--¡El cabrón del avión?
--¡El avión a reacción!
--¿Podemos hacer algo?
--¡Ay!, nos queda, tan solo, hermanos míos...
--¡Dínoslo!
--Escribir en letras mojadas en lágrimas...
--No nos quedes en ascuas
--La manera de degollar al asesino.
--Eso es como rasgar el papel con mil cuchillos
--Puedes decirlo como quieras. Lo difícil, efectivo, positivo... y quizás, no estoy muy seguro, inhumano, es llevarlo a la práctica.
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