Mas de 12.000.000 que han votado en blanco o se han abstenido. Y yo, aquí, como un gilipollas, introduciendo la papeleta en la urna. ¡Qué vergüenza!
Además sabiendo, como sé, que los partidos PP y PSOE (para algunos solo uno: el PPSOE) son los puntales fundamentales de la Monarquía que, no hay que olvidar, es heredera del franquismo.
Ya sé que no es lo mismo el PP que el PSOE, pero defienden lo fundamental: el Capital y el Sistema Monárquico.
El PSOE hoy (ya hace tiempo) ha pasado de ser un partido obrero a ser un partido de la burguesía y quiere ser civilizada. Y no a lo bestia como el PP. Algo es algo.
Lo que pasa que de tanto recitar el discurso angelical, parece un partido sin forma, sin sustancia… eso, amorfo. Y la vida es lucha y la vida política también. Clausevich ya lo decía: la guerra es la política con armas. Pero mucho antes, en el prólogo a La Celestina, Rojas decía: “Todas las cosas ser criadas a manera de contienda o batalla”. Y una doctrina así sirve a la clase obrera para la lucha, para las huelgas. La otra, la de la tolerancia y respeto, el diálogo (que es muy bonito) desarma al trabajador ante un soberbio patrono que le habla así para después despedirlo.
Esas palabras tan hermosas, en la batalla de la vida y de la política, esconden cuchillas bien afiladas. Eso lo sabe muy el otro puntal de la Monarquía, el PP. Un partido de extrema derecha que hunde sus raíces en la derecha más dura de la historia de España. Heredero del franquismo a quien lógicamente no ha condenado. Sus cuadros de primera o segunda fila han sido amamantados en esa dictadura. Y las fuerzas económicas que lo financian son las que mantuvieron ese régimen espúreo del asesino Franco.
Y siendo así las cosas, ¿qué razones iban a tener los abstencionistas para ir a votar o los del voto en blanco para inclinarse por alguno de los más importantes partidos en liza? Ninguna.
Yo me arrepiento de haber votado. No iba a hacerlo. Al final tuve, iluso, alguna ilusión.
Me arrepiento… sin remedio.