viernes, 1 de diciembre de 2006

Iswe Letu: La Inocencia

La inocencia traicionada
prolonga el sufrimiento
hasta límites inauditos
al contarse por millones

Iswe Letu: LA NADA HINCADA EN PALO AEREO

--"Deriva la verdad de su propio desierto".

--Y eso... ¿no es la ley incuestionable de la nada?

--Pero él encuentra la nada, colmada de silencio, como un lago de aguas claras y limpias; y se sumerge en él, después de una desalmada y brutal lucha interior, para encontrar la paz.

--Y cuando sale a la orilla, mira la rosa de los vientos por encima del hombro... y muy ufano y satisfecho, exclamó...

--¡Ah!, si, si... ahora recuerdo... exclamó: "¡he hallado la verdad en el silencio: puedo continuar viviendo!"

--Y se perdió a lo lejos, entre las arenas, con un halo de silencio misterioso.

--Pues si: se perdió allá lejos, donde mora y reina, feraz, el feroz silencio de la nada.

--Ha derivado la verdad en su propio desierto. De su vida gasta.


Iswe Letu: La Esperanza Rota




La Esperanza vivió en nosotros, como en una ciudadela; y nosotros éramos, además, guardianes de la misma.

Ahora, sin llantos, alegrías, ni alharacas; con el corazón firme, sereno, iremos hasta su tumba común a postrarnos.

--¡Un momento, amigo!


--¡Habla! ¡Di lo que quieras!


--Lo voy a decir con toda energía y no quiero que lo olvides: "Edifica lejos de mí, tu ciudadela de silencio y letargo."


Iswe Letu: 'Son de tantan: a vueltas con la Esperanza'


La Esperanza, decíamos, vivía en nosotros como en una ciudadela. Y vivía en nosotros, además, montada en fuego como sobre un corcel. Asida a la lumbre de una tierra estéril.

A nosotros, que nos creíamos guardadores del fuego sagrado de la Esperanza, se nos subía de repente en histéricas carcajadas, que creíamos que eran parecidas a rayos en cielo sereno.

Casi como en un sueño creemos oír el son de un tambor espurio: ¡Paz al niño nómada que escribe su sueño de ira en las paredes! ¡Ya se oye otra vez el tantán de rebeldía en el viento!

Al principio no entendimos nada: ¡Paz al sueño iracundo del niño nómada ultrajado! ¡Ya, por fin, va teniendo húmedos tallos el albor! -al oír esta exclamación corrimos a escondernos.

Entonces, riéndose de nosotros, de ella misma, sube en limpia carcajada la Esperanza. Y yo, escondido y vestido y armado de cascabeles, estoy al acecho, en un breñal lleno de oídos.

Invoco a la Esperanza, a carcajada limpia, como un mono de imitación; y me digo: De algo hay que reírse. Ya se oye, de verdad, el sonido del tantán y al buitre no le gustan las bromas.

Y yo sigo aquí vigilando sin tambor y sin oriente.


Iswe Letu: Cuento de la Esperanza


En nosotros, la Esperanza, vivió a cubierto, bien atrincherada, como en una ciudadela; y, este es el misterio, sin saber por qué, con un levísimo toque de trompetas, se nos derrumbó.

Era la Esperanza del cuento que vivía en nosotros como en una ciudadela inexpugnable. Tras puertas y postigos atrancados, las palabras eran bellas y flexibles como palmeras en la brisa nocturna.

Decíamos: la Esperanza vive en nosotros como en una ciudadela. Y tras los postigos cerrados las palabras se volvieron inmutables y eternas. Era tras los postigos cerrados donde la Esperanza vivía en nosotros cobijada.

Fuera, las uñas se limpiaban, se afilaban y se probaban cada mañana, antes de la aurora. A nosotros no nos importaba pues seguíamos protegidos. Iba pasando el tiempo, pero la Esperanza seguía viviendo segura...

Nosotros, siempre en guardia, vigilábamos. Hasta que, con un levísimo toque de trompetas, se nos derrumbó. Y salimos expulsados de la fortaleza... Y, colorín colorado, la Esperanza se ha acabado... por ahora.


Iswe Letu: Los Obreros Quietecitos


Echemos un vistazo a la prensa y su Realidad Objetiva del Mundo Exterior.

Algún reflejo tiene, para qué negarlo.

Vemos a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (otrora Fuerza Represivas) fijos sus ojos en Etarras, Islamistas, Narcotraficantes, Fasificadores... o reprimiendo o matando Afganos, Iraquíes, Haitianos, Palestinos, Congoleños... (gentes pobres todos)

Muy preocupados, eso sí por Opas, Comercios, Iglesias, Estatutos, Corrupciones Inmobiliarias, Impuestos...

En fin, una balsa de aceite pues los obreros (los esclavos modernos como los definieron Marx y Engels) están quietecitos aguantando el mileurismo (y no todos) y la explotación muchas veces salvaje...

Solamente una inquietud: los butaneros amenazan con ir a la huelga.

En otro orden de prioridades, elogian a un chivato de la época de la 'caza de brujas' de USA, un individuo que ha venido a presentar un libro.

Mas para que todo quede equilibrado atacan, a algo tenían que atacar, el laicismo. Podemos destacar el editorial de un diario; editorial burdo, grosero; tan burdo y tan grosero que empieza haciendo una loa a la Tolerancia y al Respeto (que son dos cuchillas muy finas) para terminar diciendo que no merecen consideración símbolos discriminativos (suponemos, en este caso, que se refieren a medias lunas y otros signos islámicos) y sí otros "como la Cruz, que forman parte de la cultura occidental (¿entran en ella los sambenitos, las hogueras...?) y refuerzan sus principios democráticos".

Como podéis apreciar, editorial de una gran altura intelectual. Así está el mundo y la Revolución en puertas.