lunes, 15 de febrero de 2010

¡Alerta contra algunos adoradores de suaves murmullos!


Un antiguo camarada, cuyo nombre no osaremos mencionar no sea que nos fusile -a lo largo de este post comprenderán el por qué- acaba de publicar un libro de poemas que tampoco nos atrevemos a ponerle título.

¡Ah!, cuando decimos camarada es porque militó en el mismo partido que nosotros en pos del socialismo, del comunismo, de una República Popular y Federativa... en fin: por un mundo más justo.

Al enterarnos nos alegramos, lo felicitamos e incluso le sugerimos la manera de darlo a conocer, de airearlo a los cuatro vientos... Agradeció nuestro interés si bien no estaba seguro de quererlo airear...

Nos pareció frío, muy frío... Porque aunque ha pasado tiempo sin relacionarnos, antes habíamos sido amigos personales. Además de camaradas. Llegando la amistad a tal extremo de ponerle a su primer hijo el nombre de uno de los nuestros.

Unos días después nos sorprendió, desagradablemente, enviándonos un correo electrónico. Decía en él que buscando la web de Felipe Juaristi, un poeta vasco conocido de ambos, había hallado el comentario, que ese poeta había hecho de su libro de poesías, en un blog que suponía nuestro y exigía fuera retirado y toda refencia a su persona, si la hubiere, ya que el blog seguía una línea ideológica con la que ya no comulgaba; añadiendo, además, que el blog no era de literatura.

La página de Internet aludida no es nuestra. Eso si, es de otro antiguo camarada que no milita ya en partido alguno, como tampoco lo hacemos nosotros, pero que no reniega, ni nosotros tampoco, de su lucha anterior. Puede, incluso, ser crítico con posturas sectarias que mantuvimos pero sigue pensando que el socialismo, el comunismo es una meta a la que llegar. Igual que nosotros.

Y este camarada nos dice que ese argumento, de que no es de literatura su blog, es una burda disculpa para cortar toda relación con nosotros porque, aclara, 'mi blog es de literatura y sobre todo de poesía. Puede que esa poesía que aparece no le guste pero es poesía'. Y nos resume sus posts en cifras: 47 de poesías o relatos, 1 o 2 recordando a las víctimas de la represión franquista, 1 sobre la República y 1 más que trata de Stalin, Pierre Vilar y Elena Ódena, artículo recogido de la red y crítico con esos personajes.

-Como puedes apreciar, -termina diciéndonos- la literatura aplasta a la ideología en mi blog, luego es una razón mentirosa la esgrimida por el antiguo camarada. No obstante, visto lo visto, borraré el escrito del poeta vasco con mucho gusto, con sumo placer. No por Felipe Juaristi, al que aprecio, sino porque habla de antiguo camarada que, para mi, es ya un indeseable.

Entendemos lo que nos dice y le damos la razón.

 Pensamos que es muy raro publicar un libro si luego se duda de querer darlo a conocer. Y el nuevo correo indicaba, a las claras, que, como todos, nuestro nuevo vate, estaba buscándose en este universo que llaman digital. Es decir: quería verse, quería darlo a conocer; es mas, quiere saber si han leído sus poemas, quiere que su nombre aparezca, darle aire a su libro, quiere ver su nombre escrito por ahí y mirarse en él como en un espejo para poder exclamar: ¡qué bueno soy!, ¡qué bien escribo! Destacarse de la masa 'municipal y espesa' que decía otro poeta. Es la vanidad. Natural. Humana. Muy humana. De eso, nada tenemos que decir.

Lo que nos molestó fue la mentira. Y mira, nos indignó porque no lo esperábamos, para qué nos vamos a engañar.

¡Qué gracia!... ¡Decir que buscaba el blog del poeta vasco!... ¡Si en su mismo blog tiene un enlace directo al blog del poeta euskaldun!...

Lo que buscaba, lo que ansiaba, repetimos, era su nombre brillando en el universo junto a lo más granado de la literatura; y lo encontró, si, pero... no entre renombrados críticos o afamados e influyentes escritores, sino entre sus antiguos camaradas y amigos. Y eso, parece chocante, en vez de alegrarle, le enfureció, le sacó de sus casillas, transformándolo en un ser agrio, grosero, iracundo...

¡Qué gracia!... Ha pasado de un radicalismo político e ideológico sustancial a otro vano e insustancial: el de la palabra sin mácula, pura idea que se hunde en la nada, en el vacío.

Eso, creemos, se llama torre de marfil. Pero... ya caerá de ella.

En estos tiempos de crisis económica originada por el Capital, por el lucro privado del Capital Bancario, cuando el paro se cierne sobre España, sobre México, sobre el mundo; y la pobreza y el hambre se ceba sobre los pueblos de la tierra; en estos tiempos en que el terremoto de Haití desentierra del olvido magníficos poetas haitianos: Jacques Roumain, Felix Morisseau Leroy, Anthony Phelps, Jacques Viau, Jacques Stephen Alexis, Rony Lescouflair... asesinados muchos de ellos por enarbolar la bandera del socialismo, del comunismo, del antiimperialismo, de la lucha en libertad por un mundo justo, por la libertad, la igualdad, la fraternidad... nosotros nos hemos reencontrado con todos esos camaradas poetas haitianos... de modo que se nos ha ido uno y han acudido muchísimos...  asi que esto nos ha afianzado en la idea de derrotar y destruir al capitalismo...

Otros, qué se le va a hacer, se refugian en el 'susurro de los chopos, con aliento de río, hilvanado y deshilvanado versos' y hacen un universo de palabras bonitas en medio de la desolación y del horror; no vamos nosotros, por eso, por tan poca cosa, a negarles el pan y la sal, ni menos mandarlos a la hoguera; es más, nos merecen todo el respeto: ya sabemos que en tiempos duros, difíciles, proliferan los claustros,  los conventos o las torres de marfil.

Pero tenemos que decir, y lo decimos, que, cuando semejantes individuos se transforman en híspidos militantes del hablar por hablar, en sectarios del susurro que trasmiten los vocablos, cuando se construyen un mundo de murmullos a la vera del arroyo de las palabras, nosotros, los que, como Goethe, no podemos darle tanta importancia a la palabra sin mas, nos transformamos, por lo que se ve, en sus enemigos.

¿Por qué?

No sabríamos responder con certidumbre. Suponemos que la razón se debe a que, ellos, dan por excelente este mundo de mierda regido por el Capital al que nosotros, de buena gana, volaríamos en mil pedazos.

Ese mundo del  Capital, quien, como ya escribieran Marx y Engels, rezuma sangre y llanto de los pies a la cabeza.

Suponemos que de ahí brota su odio: el que un mundo así, para ellos es un concierto de murmullos en las choperas del río, nosotrros queramos destruirlo.

¡Alerta contra algunos adoradores de suaves susurros!

Sus palabras esconden, muchas veces, cuchillas afiladas como hojas de afeitar.

Por último, decir que todo lo escrito en este post no tiene por objetivo quitarle valor a los versos de este antiguo camarada; en modo alguno; no creemos que sea un Cervantes, ni mucho menos, pero el hecho de que sea así de híspido, intempestivo, airado... los rasgos de su personalidad... no es regla para calibrar el valor de los escritos; de eso nos dio lecciones Marx elogiando a Balzac que era un reaccionario; es decir, dicho en román paladino, se puede ser un buen escritor y reconocérselo, sin dejar de ser un hijoputa y descubrirlo.