lunes, 5 de marzo de 2007

Se llama Daniel Aldaya


Tenía que ocurrir. Estaba cantado. Algún día alguien escribiría en el lenguaje de los Sms. Aquí está. Se llama Daniel Aldaya. Es pamplonika. Os dejamos una muestra:

Kriño,
ben sabs
q no alknzo la altura
d l adosado cn vistas al mar,
xo prometo
adosarm xa siempre
a tu metro setnta d ojos oceanicos

Cariño,
bien sabes
que no alcanzo la altura
de un adosado con vistas al mar,
pero prometo
adosarme para siempre
a tu metro setenta de ojos oceánicos.

Tierra en los ojos


Tierra en los ojos

Pensaron los príncipes: "el virtuoso no merece compasión, sino que le arrojen tierra en los ojos”; pero los muy zorros se callaron como mudos

--Como a muerto me echasteis tierra en los ojos, cuando la aurora, aun en ciernes, perfumaba ya, no obstante, desde los árboles fragantes

Le echaron tierra en los ojos y lo rodearon de silencio, pero, en las tinieblas cegadoras, los deseos estallaron en él como violentísimo grisú

Le echaron tierra en los ojos y se callaron, pero las flores de la madre, como vampiros iracundos...

chuparon con furor, con rabia, las venas de la noche, hasta extinguirla en una explosión arcoirisada

--Como a muerto me echasteis tierra en los ojos... Para que no me extraviara en complicaciones fructuosas --me dijisteis.

--Cuando era una maravilla ver la dádiva alegre de las manzanas dulces para los hambrientos pájaros de la enramada

--¡Imbécil! -pensaron los príncipes- No merece compasión, sino que le arrojen tierra en los ojos, por aliarse y admirarse de la luz y los colores

Pero, por si acaso, se callaron; eso si, como muertos...