Nunca compres un espejo
(Collaje * 1)
Hay cuatro escuelas de danza en la India: el Bharata Natyam de Tanjore, el Kahthakali de Malabar, el Kathak de Norte y el Manipuri de Este. Una mujer danza delante de un espejo.
Oh, Indira, tu desnudez es el omega del mundo. Por ti la diosa Sarasvati toca eternamente su vina. Con todo mi rostro te reflejo.
Nunca compres / un espejo: / te dirá que lo mires. Y verás, acaso, los surcos que ha dejado en ti la senda que nunca se ha de volver a pisar. No la pisaremos nunca como cuando lo hacíamos danzando jubiloso/as igual que libélulas /en el oasis imantado de nuestro largo sendero; con la ineluctable alegría de acoger el Alba Nueva: el brillante resplandor del sol /reflejado en el curso del agua /indolente que murmura / viejos recuerdos embellecidos /de nuestra infancia común.
Una voz de niño absorbe las praderas y los hombres corren en todas direcciones por las calles; y saltan jubilosos desbordándose como yo de contento.
Alegría que estalla en mi garganta pues la besé y olvidé la hora del catecismo. Pequé lo confieso /confieso /que encontré las largas trenzas de sus cabellos negros /más hermosas que las de la /santa-virgen-maría.
En la chimenea crepita el fuego. Unas estatuillas hindúes enrojecen ligeramente. ¡Oh, Indira, tu desnudez es el omega del mundo y tu danza su ofrenda lírica.
(Collaje * 1)
Hay cuatro escuelas de danza en la India: el Bharata Natyam de Tanjore, el Kahthakali de Malabar, el Kathak de Norte y el Manipuri de Este. Una mujer danza delante de un espejo.
Oh, Indira, tu desnudez es el omega del mundo. Por ti la diosa Sarasvati toca eternamente su vina. Con todo mi rostro te reflejo.
Nunca compres / un espejo: / te dirá que lo mires. Y verás, acaso, los surcos que ha dejado en ti la senda que nunca se ha de volver a pisar. No la pisaremos nunca como cuando lo hacíamos danzando jubiloso/as igual que libélulas /en el oasis imantado de nuestro largo sendero; con la ineluctable alegría de acoger el Alba Nueva: el brillante resplandor del sol /reflejado en el curso del agua /indolente que murmura / viejos recuerdos embellecidos /de nuestra infancia común.
Una voz de niño absorbe las praderas y los hombres corren en todas direcciones por las calles; y saltan jubilosos desbordándose como yo de contento.
Alegría que estalla en mi garganta pues la besé y olvidé la hora del catecismo. Pequé lo confieso /confieso /que encontré las largas trenzas de sus cabellos negros /más hermosas que las de la /santa-virgen-maría.
En la chimenea crepita el fuego. Unas estatuillas hindúes enrojecen ligeramente. ¡Oh, Indira, tu desnudez es el omega del mundo y tu danza su ofrenda lírica.