lunes, 18 de diciembre de 2006

José Mª Amigo Zamorano: No Pierdas Mas El Tiempo


No pierdas más el tiempo que de nada servirá. Mañana, cuando la mirada, a fuerza de buscarte más allá de los montes, más allá de la urgencia, más allá de la angustia, mas allá… haya abierto un camino a través de las rocas, como quien posee la potencia de un láser, mañana no necesitaré de ilusiones, de mejunjes, de afeites, de ungüentos, y veré por fin sin cortinajes, en toda su cruel desnudez, lo que realmente quiero: a mi amiga, la bruja orgullosa, la que me dio fuerza en la mirada en las mágicas noches de niñez estrellada o cenicienta. Y la veré humillada, vencida, suplicante como pobre mendiga, sumida en una hoya de viejas, carcamales, pellejas. Sus senos entonces tersos, frescos, abultados se ofrecerán como piras de secas carboneras ¡qué vida, tan canalla y tan puta!



Mañana, el tiempo se abrirá para descubrir vacía nuestra olla común; sí, nuestra cazuela común tan sin nada e inútil como la mano desarmada de un vencido; tan sola y desnuda que ni un puñado de mijo distraerá el baile de su hervor: con la escarcha de otoño, tras el muro derruido, se multiplicó como hongos la babosa, arrasando las huertas que, mal que bien, a pesar de algunos infames hortelanos, florecían por doquier en las solanas.

Mañana, las más hermosas nueces de Ifá que colgaban de los nogales, redondas, gordas, brillantes... se me habrán vuelto, simples almendras de palma; mañana, hoy no, que en la boca vacía, reina la risa de los dientes lustrosos, mostrados, como ropa tendida, al vecino, para darle envidia con el rítmico sonreír, no de las semillas del ñame, sino con el ñame soñado que esperan sus tripas desiertas.

Mañana, cuando el aire no esté henchido, colmado, atiborrado... como queráis decirlo... lleno, con el ruido continuado y espirituoso, de la molienda del ñame, en años, como estos, de bocas vacías; mañana, cuando ese ruido, que en los últimos tiempos, como opio del pueblo, nos ha distraído de la realidad, machacando los oídos, hasta extremos feroces, increíbles, se haya ido con ese viento helado.

Mañana, disipada la ilusión, cuando el viento sople limpio de esos mil ruidos que produce la trituración del ñame, en años, como los actuales, de tremendas ausencias; cuando sople indiferente y misericordioso, próximo y lejano a la vez, cuando nos veamos libres de la seca hojarasca, que no era mas que un burdo camuflaje para liberarnos mutuamente... si, cuando mañana, acariciando con su pureza la mirada que nos embarga, la misericordia y la cercanía, echen, como quien dice, una mano amiga y cordial, aliviadora y mansa, sobre nuestro desconsolado espíritu.

Mañana, cuando nos arañe la indiferencia, llena de brutalidad y lejanía, silbando fríamente, por entre las rendijas de nuestra interina morada, de nuestra intemperie, se burle de nosotros y (su pureza ha dejado la inocencia metida en el zurrón de la bondad) como si contemplara nuestra perentoria necesidad como una tragedia, que lo es, desde una ventana inaccesible, -qué más da, cerrada o abierta-, sople y sople, sin importarle lo que le rodea y...

Y mañana, pareciendo... pareciendo... a esas fieras que saborean de antemano la muerte de su víctima... mañana, cuando la mirada abra caminos en la roca, buscándote ansiosamente, perentoriamente, urgentemente... como tu quieras decirlo... a vida o muerte, contemplaré las mentiras substanciosas, esas de todos los días: viajeras sempiternas, por los siglos de los siglos.

Mañana veré entre otras falsedades, a la Tolerancia y al Respeto, por ejemplo, mientras preparan con minuciosidad los arañazos, limpiándose y afilándose las uñas... mentiras todos repletas, preñadas, atiborradas, colmadas... como vosotros queráis... llenas, tal vez, de laminillas de acero, -como aquella famosa "lacy dog"-, afiladas, cortantes, como cuchillas de afeitar.

Pero, mañana, una vez más, aún con el tesón de los vientos que, glaciales o simplemente helados, soplen desde el origen; aún con la decisión de continuar soplando sin misericordia; ni aún con esa constancia, ni siquiera con ese aire sin ruidos, purísimo, transparente... como tu quieras explicarlo... limpio y cruel, ellos, muchos de ellos, -sino todos-, no se percatarán de la lenta, paciente e irremisible muerte del paño.

Pero mañana, digo yo, esos jóvenes -no todos, ¡qué exageración por mi parte!- no oirán la muerte del paño. Y menos aún su lenta y dolorosa agonía, aunque luego se extrañen al comprobar que se ha convertido en mil jirones. No pierdas más el tiempo, de nada servirá.

Iswe Letu: Decisión


Y decidió transformarse.



--"Querer es poder, --se dijo--: mudaré de conducta, reformaré mi casa, cambiaré mi ropa, labraré mi tierra... poblándola luego con rododendros perfumados y...

Y cuando comenzaba a aspirar los perfumes de la selva tropical, sus ojos se abrieron tumbado en la acera de un frío amanecer.

Iswe Letu: Frustración

"tu ser es palabra que reconcilia con la vida, habla..."

Rahandraha


*

Y riéndose habló para decir, no.


Y su risa se quebró en los dientes del león.

Y riéndose habló para decir cien veces, no...




... y
su

risa
se
quebró
entre
los
dientes
del
reloj.

Iswe Letu: Violenta Amenaza

"La noche que llegó es negra
hay que marchar sin ruido
"

Alfa Ibrajín Sow


*

Y se anunció mucho antes aún de las primeras luces de la aurora:

Sería una larga y negra noche. Chirriaban los frenos de la prudencia.

Los nervios se encrespaban en los picos acerados de las sierras

y ya se helaban, en las oscuras cavernas del sueño, mil canciones...

luego cada cual destapó la espita de sus cóleras en el aire desnudo;

cubrió de claros y relucientes escupitajos su encristalado escaparate;

y escondió las bridas en el sótano para desvergüenza de su mano;

por fin las ideas se volvieron glaciales y pesadas como el mármol;

por el contrario los pasos levitaban cautelosos como el andar de los felinos;

los nervios se encabritaron rechinando en los dientes de las sierras;

abandonaron encolerizados los bocados de la tímida prudencia;

y, como se anunció mucho antes de las primeras luces de la aurora,

la noche que ha llegado es tan escura que hay que andarse con cuidado
.


Iswe Letu: Y no, no me valen

... y no
me valen esas voces que os salen del ombligo colmadas de oropeles,
ni esos ojos sesgados de cálidos carámbanos que ocultan el narciso...

... y no
no me valen esas voces que os salen del ombligo colmadas de oropeles,
ni esos ojos oblicuos de cálidos carámbanos que ocultan el narciso,
en recia pervivencia, en querella constante con la sangre que acusa
ardiente en su pobreza...

... y no no
no me valen esas voces que os salen del ombligo colmadas de oropeles,
ni esos ojos oblicuos de cálidos carámbanos que ocultan el narciso
sin lograr hacer sombra a la sangre desnuda que brilla en sus anhelos
de una piedra preciosa que es tierra fecunda sin ladridos ni cercos...

... y no no no,
no me valen esas voces que os salen del ombligo colmadas de oropeles,
ni esos ojos oblicuos de cálidos carámbanos que ocultan su narciso
como tapan la mierda extendiendo un tapiz que es muladar florido
en la región sombría de los sueños atroces...



Iswe Letu: La Frágil Ternura

Frágil ternura

Quisiera que esa frágil ternura, efímera y fugaz como el tiempo del batir admirado de un párpado, quedara albergada en la retina...

Ya que son pocos, muy pocos, los que se inclinan ante la mirada, tímida, sorprendida e indefensa, de los Hijos de los Hombres que, en su obligado peregrinaje, encuentran una parte de la tierra, y, aun amándola, les es extraña, hasta hostil, como hiena acorralada...

Ese gesto de hospitalidad humilde que no es adulación hipócrita, deja confusa a la muchedumbre y restablece el origen esencial de todos los albergues alzados, no con ánimo agrio de DEFENSA sino con la serena convicción de alojar al cansado caminante.

Iswe Letu: Ni naiz

¿Quién soy yo?

¡Joder!

Me estoy volviendo
tan deshonesto
que quiero conocerme.

¿Quien soy yo?: ¡Oh, quién va a ser!
el espejo donde se miran los demás.

La sublime quietud
del pájaro del pensamiento puro.

Soy el que soy: un dios:

nada por tanto.

Me han convencido:
diluido en la individualidad.





Iswe Letu: Ni ere naiz

"Yo soy el de siempre",

dijo y tal vez mintió
sin darse cuenta.

Iswe Letu: Tablero de Ajedrez


USA se ha empantanado en Irak. El goteo de soldados muertos es contínuo. Incesante. Quisieran irse, pero... ¿quién controlaría el petróleo? ¿Arabia Saudí o Irán? Ahí está el dilema. El informe Baker indica que deberían iniciarse conversaciones con Irán. Tampoco quieren dejar de lado a Arabia Saudí. Y por otra parte no quisieran a ninguna de las dos, porque sería ayudar a levantar una nueva potencia mundial y con China como competidora en el mundo... ya tienen bastante los USA.


Mientras, parece ser que Arabia Saudí ayuda, con una buena riada de millones de dolares, a los suníes... para la compra de armas, claro, no para leche o chocolate o zapatillas... Irán, es de 

suponer a no ser que sea uno un inocente, hará lo mismo con los chiíes. En el entretanto... muertes y más muertes por Alá; es decir: Alá es El Petróleo, Los Príncipes, La Banca... en suma: El Capital... ¿Y El Trabajo? El Trabajo... es decir: Los Obreros, Los Campesinos... ponen La Sangre, El Dolor, Las Lágrimas... es decir: Los Muertos... para mayor honor y gloria de Príncipes, Banqueros... es decir: Los Grandes de Siempre... por ahora.