lunes, 8 de marzo de 2010

Iswe Letu: Cojones del siglo XXI


Leímos en la red, a propósito de que mañana (por hoy) era el Día de la Mujer Trabajadora, un recordatorio de dos mujeres, militantes del FRAP y miembros del PCE (m-l), condenadas a muerte por la dictadura franquista, Concha Tristán y María Jesús Dasca: "Hoy, uno de los vocales del sangriento tribunal militar que dictó cinco arbitrarias penas de muerte, el entonces capitán de ingenieros José Miguel de la Calle, es Teniente General – la máxima graduación a la que puede aspirar un militar – y ha sido nombrado en 2008 por la Ministra de Guerra, Carmen Chacón, como Jefe del Mando Logístico del Ejército de Tierra, en el circulo de confianza de la ministra." Para los que no lo sepan, lo del tribunal militar y las cinco penas de muerte se refiere al año 1975 cuando la dictadura fascista, que daba sus últimas bocadas, presidida por el general Francisco Franco, juzgó sin garantía procesal alguna, en la más absoluta indefensión, a militantes antifascistas. Ahora, un partido que estaba entonces ilegalizado por esa dictadura, el PSOE, es el que eleva a miembros represores de la dictadura pasada. En vez de condenarlos. ¡Manda cojones!

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"En una dimensión, la del poder militar, EEUU se yergue completamente solo. Y Obama está imponiendo niveles históricos con su presupuesto militar. Casi la mitad del deficit estadounidense se debe al gasto militar, intocable en el sistema político." Esto nos dice Noam Chomsky en un artículo titulado 'El poder que nadie ha elegido'. No se olvide que Barak Obama, presidente de USA, curiosa y esperpénticamente ha sido nombrado Premio Nobel de la Paz en estos principios del siglo XXI. Este homenaje de Estocolmo a un presidente que incrementa, de ese modo, el presupuesto para gastos militares y recibe el premio con unas palabras defendiendo la guerra llevaría a los campesinos de nuestro pueblo zamorano de Fuentespreadas a exclamar: ¡Tiene cojones la cosa! Pues eso: la cosa tiene sus cojones de verdad. Aunque, dicho lo cual, la verdad sea dicha, nos quedamos sin resolver nada, pero el gustazo de decirlo nadie nos lo quita. Ya cuando fue elegido por sus ciudadanos yanquis escribimos un artículo al que rotulamos, más o menos, 'Obama, esperanza vana'. Quizá no sean esas las palabras exactas, pero algo muy similar. Y creemos que dimos en el mismo centro de la diana.