2.
Amigo mío... si estabas inspirado, en trance de esbozar un plan, algún camino, o, aunque solo fuera una estrecha vereda, para tu vida; si querías luego plasmarlo por escrito con todo lujo de detalles, puedes hacerlo, tienes cerebro, inteligencia no té falta y tu imaginación puede hacerte volar llevándote hasta los mas esplendorosos, abundantes y placenteros reinos de Djam o de Jauja; ahora bien, si quieres un consejo -claro, puedes tomarlo o no, eso tu verás- no forjes proyecto alguno para el día de mañana y no te lo digo en bromas, sino muy en serio. ¿Sabes acaso, con una mínima certeza, siquiera, si podrás concluir la frase que empezaste hace un momento?... No, no lo sabes.
Mira, atiéndeme bien, mañana, -¡o mucho antes, quizás!-, estaremos, tu y yo, tan lejos, tan lejos, tan lejos... de esta terrena caravana, como aquellos que se fueron, hace mas de siete mil años, hacia el Misterio.