Si alguna vez se siente la imperiosa necesidad de seguir el consejo de Sócrates “Conócete a ti mismo”, hay que leer el libro de Concha Barbero de Dompablo, Palabras para el Bienestar. Un camino hacia la armonía y la plenitud vital, de Ediciones Obelisco, julio de 2007. Sabemos que, para muchos, no tiene sentido este consejo, porque siempre se sienten acompañados por uno mismo en el viaje de la existencia como un solo ser. De modo que nadan, como pez en el agua, no sintiendo las contradicciones como tales. Pero hay algunos, pocos, que si se sienten impelidos a meterse y hurgar en las propias entrañas, en los entresijos de su espíritu, con el fin, principalmente, de estar a bien consigo mismos: ser completamente felices. Ellos. Solo ellos. Siguen el dicho popular que reza: ‘La caridad bien entendida empieza por uno mismo’.
Una de esas personas es Concha Barbero que nos narra su experiencia en su viaje hacia el yo, el de ella, en el libro, más arriba citado. Un libro cercano a los denominados de autoayuda.
Comienza con la pregunta “¿Eres feliz?”, porque de lo que se trata, en este paso por la vida, es el de hacerlo en felicidad, completa si es posible. El final no podía ser otro que: “Vives el ahora”, “Te encuentras con tu ser”.
Mas, para llegar a ese feliz desembarco ha tenido que soltar lastre, descargarse de las lógicas anormalidades intelectuales que se le habían adherido al casco como lapas; se tuvo que diseccionar, analizarse, inspeccionarse, desprenderse de las mayores rebabas posibles, chocantes con la coherencia; ellas estorban el trayecto de todo individuo que aspira a ese paraíso con el que siempre ha soñado el Hombre con mayúsculas: la Isla de la Armonía y de la Plenitud Vital dentro de un mundo brutal, decimos nosotros.
Hay que aclarar que ese empeño no es revolucionario, para que las estructuras sociales y económicas que rodean, cambien, como Carlos Marx, por ejemplo, cuyo planteamiento hacia la felicidad era otro: la felicidad se obtiene haciendo que el trabajo de uno, el de Carlos Marx, logre hacer felices a millones de individuos; y no, por ahí no van sus tiros. La transformación interior a la aspira Concha Barbero de Dompablo, se refiere a pequeñas cosas que afean su entorno, a pequeñas actitudes malsanas, a errores diminutos de comportamiento que pueden hacer de la existencia cotidiana un infierno o, por el contrario, darle la felicidad. Es, pudiéramos decir, sin ironía, un cambio de andar por casa: el día a día de ella, con ella y con lo que le rodea. Hay que subrayarlo: es hacia ella, por ella y para ella, todo el esfuerzo que pone en la mirada. Si ella consigue la coherencia, alcanza a apartar las contradicciones de las que está llena nuestra existencia; y por lo tanto: se cambia todo, se transforma todo: se liman asperezas, se limpia uno de maliciosos comportamientos… y entonces: no se juzga, se perdona, se olvida, se ríe, se es responsable, piadoso, caritativo, comprensivo…
Nos va narrando su experiencia, su cambio… y cómo logra su empeño, con las consiguientes compensaciones que recibe por cada conquista alcanzada. De cuando en cuando nos aconseja para que también nosotros alcancemos el Éxito; que no está colmado de riquezas materiales, sino de felicidad, de gozo. Lo que llama Éxito es la consecución de la felicidad. Ese es el objetivo. Esa es su lucha, cuya palabra (lucha) no le gusta, sino paciencia, piedad, amor, perdón, olvido, armonía… Así estaría mejor el mundo. Se comulgaría con el Universo. Ella lo hace.
Palabras para el Bienestar. Un libro de 90 páginas condensa su experiencia.
Se podrá estar, o no, de acuerdo con este planteamiento, pero lo que si está claro es que plantea una cuestión a veces crucial: cómo ser coherente. Y cómo, para ello, para apartar las contradicciones, se necesita conocerse a uno mismo, analizarse...
Un libro que nos enfrenta a nosotros mismos y que, además, está bien escrito, con un lenguaje claro, sencillo, sin una palabra más alta que otra y con la cita oportuna, popular además, en su lugar apropiado... para ser su primer libro… es un buen comienzo que augura otros libros… interesantes de leer. Felicidades, Concha.
Una de esas personas es Concha Barbero que nos narra su experiencia en su viaje hacia el yo, el de ella, en el libro, más arriba citado. Un libro cercano a los denominados de autoayuda.
Comienza con la pregunta “¿Eres feliz?”, porque de lo que se trata, en este paso por la vida, es el de hacerlo en felicidad, completa si es posible. El final no podía ser otro que: “Vives el ahora”, “Te encuentras con tu ser”.
Mas, para llegar a ese feliz desembarco ha tenido que soltar lastre, descargarse de las lógicas anormalidades intelectuales que se le habían adherido al casco como lapas; se tuvo que diseccionar, analizarse, inspeccionarse, desprenderse de las mayores rebabas posibles, chocantes con la coherencia; ellas estorban el trayecto de todo individuo que aspira a ese paraíso con el que siempre ha soñado el Hombre con mayúsculas: la Isla de la Armonía y de la Plenitud Vital dentro de un mundo brutal, decimos nosotros.
Hay que aclarar que ese empeño no es revolucionario, para que las estructuras sociales y económicas que rodean, cambien, como Carlos Marx, por ejemplo, cuyo planteamiento hacia la felicidad era otro: la felicidad se obtiene haciendo que el trabajo de uno, el de Carlos Marx, logre hacer felices a millones de individuos; y no, por ahí no van sus tiros. La transformación interior a la aspira Concha Barbero de Dompablo, se refiere a pequeñas cosas que afean su entorno, a pequeñas actitudes malsanas, a errores diminutos de comportamiento que pueden hacer de la existencia cotidiana un infierno o, por el contrario, darle la felicidad. Es, pudiéramos decir, sin ironía, un cambio de andar por casa: el día a día de ella, con ella y con lo que le rodea. Hay que subrayarlo: es hacia ella, por ella y para ella, todo el esfuerzo que pone en la mirada. Si ella consigue la coherencia, alcanza a apartar las contradicciones de las que está llena nuestra existencia; y por lo tanto: se cambia todo, se transforma todo: se liman asperezas, se limpia uno de maliciosos comportamientos… y entonces: no se juzga, se perdona, se olvida, se ríe, se es responsable, piadoso, caritativo, comprensivo…
Nos va narrando su experiencia, su cambio… y cómo logra su empeño, con las consiguientes compensaciones que recibe por cada conquista alcanzada. De cuando en cuando nos aconseja para que también nosotros alcancemos el Éxito; que no está colmado de riquezas materiales, sino de felicidad, de gozo. Lo que llama Éxito es la consecución de la felicidad. Ese es el objetivo. Esa es su lucha, cuya palabra (lucha) no le gusta, sino paciencia, piedad, amor, perdón, olvido, armonía… Así estaría mejor el mundo. Se comulgaría con el Universo. Ella lo hace.
Palabras para el Bienestar. Un libro de 90 páginas condensa su experiencia.
Se podrá estar, o no, de acuerdo con este planteamiento, pero lo que si está claro es que plantea una cuestión a veces crucial: cómo ser coherente. Y cómo, para ello, para apartar las contradicciones, se necesita conocerse a uno mismo, analizarse...
Un libro que nos enfrenta a nosotros mismos y que, además, está bien escrito, con un lenguaje claro, sencillo, sin una palabra más alta que otra y con la cita oportuna, popular además, en su lugar apropiado... para ser su primer libro… es un buen comienzo que augura otros libros… interesantes de leer. Felicidades, Concha.