miércoles, 25 de abril de 2007

José Mª Amigo Zamorano: Amapolarse

Poema antiesclavista:

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Se amapolaban los remeros.
Se amapolaron.
No llegaban a tiempo
¡Ay!, no llegaron.

Pregonad el rubor señorial de los remeros
que no llegaron a tiempo
de la carraña.

¡Oh, presagio inverecundo: ven brotar
el caudaloso Mississippi
en Calabar.

Pulsad los balafones en las salinas de Taudeni,
para que dancen los cauries de nostalgia
por el desequido mar.

Si peregrináis al rubor doñeguil de los remeros
que no llegaron al tiempo de la carraña,
veréis llorar su castado corazón.

¡Ay! No llegaban a tiempo

¡Ay! No llegaron.

Se amapolaban los remeros.

Se amapolaron.


José Mª Amigo Zamorano: Cosmogonía

Su cosmos
está

edificado

con fracturas
que disimula
maravillosamente

con su canto.
Engalana
el espacio, su materia,
con su trino.
Cimenta
su destino
con ráfagas
amargas
y radiantes.
Así construye,
así edifica,
con ingrediente etéreo,
como yo,
como todo aquel
que está fraguado
con los sueños
de las mariposas,
la libertad
que se va

rápidamente;
y nadie afirmaría
que su sueño

está falsificado
por un cendal de notas
que esconde
su destino

singular:
renacer en el viento.

José Mª Amigo Zamorano: ¡Glotones!

--¡Una oveja para el sacrificio! -voceaban unos. --¡Una oveja para el sacrificio! -chillaban otros. ---¡Una oveja para el sacrificio! -se animaban gritando los demás.

Gritaban y gritaban y gritaban... hasta casi desgarrarse la garganta. Los ojos, como platos, les bailaban en las órbitas, imaginando ya el festín del sacrificio en recuerdo y homenaje al fallecido.

--Una oveja para el sacrificio, que nosotros comeremos -decían- comeremos de nuevo, vorazmente, ávidamente... como queráis expresarlo... nos da igual... pero con muchísimo gusto.

--¡Ya!... Luego, finalmente, y también con mucho gusto, placer, satisfacción... o como queráis decirlo... a ella si que le da igual... la tierra nos tragará a todos... ¡Ah, yo que ella, sentiría el goce del escalofrío, el goce!