sábado, 31 de diciembre de 2011

Olmedo Beluche: Para leer el Quijote (*)


Olmedo Beluche (Desde Panamá. Especial para ARGENPRESS CULTURAL)


A pesar de los pesares, pese al casi nulo apoyo oficial a la cultura y el conocimiento, pese a la promoción de lo chabacano y lo mediocre por parte de los medios de comunicación de masas, pese a los valores mercantiles, los egoísmos, la codicia, la banalidad y la venalidad de la clase gobernante; pese a todo ello, en este país hay gente que trabaja con esfuerzo propio para el desarrollo cultural y científico de Panamá.

Este año que muere, haciendo balance, y por no referirme a tantos ámbitos y personas que habría que mencionar con justicia, mi mente se concentra en un libro recién publicado por el Prof. Rafael Ruiloba.

Rafael Ruiloba, docente del Departamento de Español y conocido escritor nacional, publicó su ensayo “Claves para la interpretación del Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha”. Libro de apenas 73 páginas, pero de mucha enjundia, que me entregó casi clandestinamente en un pasillo de la facultad y que no pude parar de leer hasta el final. En él desarrolla las reflexiones sobre este clásico de la literatura mundial que antes había publicado como artículo en la revista Cátedra No. 7, en 2006, “El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha y la crítica a la lectura”.

Para quien simpatice con el enjuto hidalgo, la lectura del ensayo de Ruiloba constituye un importante apoyo, ya que abre ventanas insospechadas sobre aspectos de la novela que suelen pasar desapercibidos o que se toman de manera literal. Las “claves” de Ruiloba nos permiten avizorar un Cervantes mucho más grande del que suele admirarse, a la vez que captar el sentido de la novela tanto en su conjunto como en sus pasajes más famosos.

Puede que para los expertos de otros lares en la obra de Cervantes los aportes de Ruiloba sean conocidos, pero para el panameño común, incluso el universitario, constituyen una novedad estas claves. Lo único que tendríamos que criticar es cierta desprolijidad en la edición. De más está decir que el autor fundamenta sus apreciaciones no sólo en la propia lectura del Quijote, sino en estudios realizados por conocidos intelectuales a quienes cita: Jorge Luis Borges, Carlos Fuentes, Fernando Savater, Gregorio Marañón, K N Togeby, entre otros.

Ruiloba parte por las claves literarias y deja las claves históricas recién para el acápite III. Partamos nosotros al revés porque quien no esté al tanto del contexto histórico en que surgió la novela no podrá captar su esencia y el por qué de su estilo.

Entre 1520 y 1648, época en la que se gestó y publicó la primera y segunda parte del Quijote, el centro dinámico de la historia de Europa es el desastre producido por las guerras religiosas”. Es el choque entre la reforma protestante y la contrarreforma católica. Choque que no fue meramente conceptual, sino social y político, que derivó en múltiples guerras civiles (La Guerra de los Treinta Años).

La reforma protestante constituyó la primera fase de las revoluciones burguesas contra el sistema medieval, sus instituciones, sus clases sociales y sus valores espirituales. Estas revoluciones cambiarían el panorama político de Europa, pero no a favor de los campesinos, que al cabo fueron derrotados. 

Socialmente las ideas reformistas prenden en el campesinado. Engels tiene un conocido ensayo sobre las revoluciones campesinas en Alemania. En España la revolución campesina tomó la forma de la revolución de los comuneros, luchando por los derechos democráticos y los fueros de las comunidades adquiridos a lo largo de la Edad Media y que estaban siendo pisoteados por la Corona.

En todas partes el instrumento ideológico de los sublevados lo fue la Epístola de San Pablo a los Romanos, la cual aducían había sido alterada por la jerarquía católica en su parte medular: “Siervos, servid a vuestros amos, como a Cristo”. En realidad, bajo el manto religioso, estaba el hartazgo de las clases productivas de la sociedad contra los abusivos impuestos que debían sostener a la miríada de parásito sociales y su boato, empezando por los curas, los nobles y los reyes.

Entre las élites intelectualizadas el discurso ideológico iba más allá de lo meramente religioso para apoyarse en el humanismo renacentista, representado sobre todo en la obra de Erasmo de Rotterdam, quien proponía que “el hombre solo se salva por la verdad”, por lo cual era proclive a un cristianismo ecuménico no reñido con el saber científico.

Del “cismaEuropa saldría transformada, fundamentada en la derrota de las revoluciones campesinas, dejando atrás la sociedad medieval, asentando un nuevo régimen político: la Monarquía Absoluta. Monarquía absolutista en todos los sentidos, es decir, basada en la represión de las libertades más elementales, cuyo instrumento fundamental serían la Inquisición (aprobada por el Concilio de Trento, 1545-1563), la cacería de brujas, la represión, la censura y las cárceles llenas.

Con la Inquisición quedaron legitimadas la tortura y la expropiación de bienes a quienes se calificara de herejes. Ruiloba cita a Rodrigo Manrique, que describe la situación en la época de Cervantes en España: “no puede producirse ninguna forma de cultura sin hacerse sospechoso de herejía, error o judaísmo”.

Las víctimas de esta “cruzada” inquisidora lo fueron la verdad, la libertad, la justicia, la honra y la dignidad de la personas, nos dice Ruiloba. Justamente éstos son los valores que defiende con su adarga Don Quijote. Pero, ¿Cómo defender esos valores en un país con 30,000 espías pagados por el Santo Oficio para escarbar por todos lados cualquier amago subversivo? Pues la única forma es haciéndose el loco.

Ruiloba cita a Erasmo cuando afirma que “los insensatos tienen la cualidad maravillosa de decir la verdad y de ser oída con agrado”. Este es el primer truco de Cervantes para eludir la censura y la represión, y cantarle sus verdades al gobierno y a la sociedad, usando de personaje a un supuesto loco, pero que no está tan loco nada. Y por ahí la suelta Don Quijote a la cara de todos los autócratas que hay y han sido: “La libertad es uno de los más preciosos dones que a los hombres le dieron los cielos, con ella no pueden igualarse los tesoros, que encierra la tierra, ni el mar encubre, por la libertad así, como por la honra, se puede y debe aventurar la vida”.

Cervantes estudió retórica y poética con Lope de Hoyos, conocido erasmista español, por lo cual con toda seguridad conocía la afirmación de Erasmo (Elogio de la locura) de que existen dos tipos de locura: la locura de la ilusión (“la locura como sabiduría de la inadaptación, como dice Carlos Fuentes”); y la locura por estulticia, es decir, por la estupidez humana. La primera la que supuestamente padece Don Quijote (aunque “solamente disparataba en tocándole a la caballería”), la segunda la que padece la sociedad, y que va dejando expuesta el Ingenioso Hidalgo.

La lanza del Quijote apunta a la locura social como violadora de la condición humana. Y esto es lo que hace al Quijote, una obra vigente hoy día, porque aún se sigue violando la condición humana”, dice Ruiloba.

La clave principal para leer el Quijote, en una época de censura y represión, la da el propio Cervantes al decir que su libro es hijo del “discreto entendimiento”. Ruiloba remonta el concepto discreto entendimiento, al “El Convivio” de Dante, y a “El Cortesano” de Baltasar de Castiglione.

Para el primero es una “cualidad del lector, que tiene que comprender las diferencias producidas por las apariencias contrarias, para acrecentar su conciencia por medio del entendimiento”. Para el segundo, “la discreción tiene cuatro sentidos: el de la oportunidad, el de la moderación, el de la discreción y el de la inteligencia”. “Significaba que existía otra cosa o asunto debajo de lo evidente o racional” (sub alicua ratione), agrega Ruiloba.

Cita a Víctor Hugo: “a Cervantes hay que leerlo entre líneas porque tiene su aparte”. Y agrega Ruiloba: “Por lo que el lector de El Quijote tiene que asistir a un teatro de la reconstrucción en una novela que contrapone el texto con la realidad por medio de procedimientos retóricos como la sátira, la parodia y la ironía”.

Las tres claves con las que hay que leer El Quijote, haciendo uso del “discreto entendimiento”, son: la relación entre la novela y la historia; la búsqueda de la verdad en medio de las apariencias contrarias; y la defensa de la dignidad como principal valor de la condición humana.

Por ejemplo, el más famoso pasaje del libro es el encuentro con los molinos de viento, a los que al Quijote le parecen gigantes monstruosos. Resulta que en la época de Felipe II la producción agrícola entró en crisis, de ahí que la monarquía decretara la instalación de molinos de viento para hacer acopio de la producción de granos y su distribución. Pero a partir de ellos se desarrolló una gran cantidad de roedores que propagaron la peste por España entre 1596 y 1602, que exterminó a una tercera parte de la población. Ya se entiende mejor la rabia del Quijote con los molinos.

Otro: “… cuando el Quijote ataca unos odres de vino parodia el conflicto entre los productores de vino y la Corona Española , por el aumento de los impuestos, pues los primeros prefirieron apuñalar los odres de vino antes de pagar los nuevos impuestos”.

También salta la ironía cuando confunde rebaños de borregos con ejércitos; o cuando da consejos a Sancho sobre cómo gobernar su ínsula, esta parodiando a Carlos V que le escribió a Felipe II unos consejos sobre como gobernar; o “Cuando Sancho recurre a una receta de sentencias y refranes para gobernar, está parodiando a Felipe II que gobernaba y hablaba por medio de sentencias y refranes”.

Según Rafael Ruiloba, Cervantes tiene una nueva concepción del papel que la literatura debía jugar, criticando a la moda literaria porque solo buscaba entretener. Para él, la literatura debía entretener pero también concienciar acerca de la realidad. Hacer pensar al lector sobre su condición. Por ello el Quijote no solo se burla de las novelas de caballería, sino también de todos los géneros de moda, como los romances de la época, del teatro, de las autobiografías y de la novela pastoril. En ello residió gran parte de las animadversiones entre Cervantes y su alter ego, Lope de Vega.

Respecto a la dignidad humana, destaca Ruiloba que la sátira y la ironía en el Quijote son completamente opuestas a como las usa Quevedo, que se lanza contra los defectos de las personas. Por el contrario, Cervantes apunta a las taras sociales y, por más debilidades que haya tenido el personaje, al final de una manera u otra, éste acaba recobrando su dignidad. En particular, respecto de los personajes femeninos, todos los cuales son rescatados y dignificados, muy lejos de la misoginia vigente en la época, que sobrevive hasta el presente todavía.

El recurso de las apariencias contrarias, a más de ser usado en algunos pasajes, se expresa en todo su desarrollo en el contraste entre la primera y la segunda parte del Quijote, donde una es espejo de la otra y marchan en sentido contrario. “En la primera parte la realidad es trágica porque implica el choque brutal de la locura con la realidad. En la segunda, la realidad se hace comedia para que todos los personajes hagan que la realidad coincida con la imaginación de don Quijote”.

Tenemos entonces que hay un contraste entre la locura de la primera parte y la cordura de los personajes de la segunda; pero en la medida en que recobran su cordura se acentúa la locura de la sociedad; lo contrario sucede en la primera parte, la sociedad está cuerda y los personajes, locos”, señala Ruiloba.

Y solo en este contexto cada uno de los personajes logra una victoria sobre sí mismo, uno se cura de la locura y el otro, se cura de la estupidez producida por la ignorancia y el conformismo; las dos caras de la locura erasmista…”, concluye Ruiloba.

Ruiloba cierra citando a Carlos Fuentes que dice que “… su crítica de la lectura trasciende lo político, destila verdades fundamentales del hombre y se centra en la condición humana., por lo que la lectura del Quijote implica algo más que la crítica de la historia por medio de burlas verbales. Implica la transformación del lector por medio de la verdad, implica su purificación por medio del ideal. Por eso Cervantes es el creador de la novela moderna, y su crítica sigue siendo la única crítica válida que puede hacerle la literatura a la sociedad.”

domingo, 18 de diciembre de 2011

Pablo Bilsky: Erasmo y la hipocresía católica: Pedofilia en Holanda


Pablo Bilsky (REDACCION ROSARIO)


Entre mediados del siglo XV y principios del XVI, un sacerdote católico holandés, hijo de otro sacerdote más o menos célibe, escribió una serie de obras en las que denunció los abusos, la corrupción y la hipocresía de la Iglesia Católica. Se llamó Erasmo de Rótterdam, y siempre reafirmó su fe en Dios, en Cristo y en las Sagradas Escrituras. Sus críticas apuntaban a los excesos de poder de la institución, a su dogmatismo, a su ignorancia y al culto a los rituales vacíos, sin sentimientos verdaderos ni fe. Fue cruelmente perseguido y censurado. Más de cuatro siglos después, sus ideas parecen cada vez más necesarias en Holanda, donde denunciaron que "decenas de miles de menores" fueron abusados sexualmente en la Iglesia católica holandesa entre 1945 y 2010. Hay 800 presuntos autores identificados.

Erasmo nació el 28 de octubre de 1466 en Rótterdam, fue hijo no reconocido de un casto sacerdote de Gouda y su criada Margaretha Rutgers. Erasmo, que inspiró y dio letra a la reforma protestante, nunca deseó abandonar la Iglesia Católica, cuyos abusos denunció en sus escritos. Se convirtió en la sombra negra de la Europa católica y el poder del Papa. En España, especialmente, sus textos y sus lectores alimentaron las hogueras de la Santa Inquisición.

Y más de cuatro siglos más tardes, los cambios para la Iglesia que pedía Erasmo no han llegado todavía. Los abusos sexuales y el enriquecimiento ilícito y obsceno continúan. Decenas de miles de menores fueron abusados sexualmente en la Iglesia católica holandesa entre 1945 y 2010 y 800 presuntos autores han sido identificados, afirmó este viernes 16 una comisión investigadora independiente al presentar su informe final.

"Varias decenas de miles de menores enfrentaron formas leves, graves o muy graves de conductas sexuales que iban más allá de los límites entre 1945 y 2010 en la Iglesia católica holandesa", indicó un comunicado de la comisión, cuya investigación comenzó el 24 de agosto pasado.

Estos casos se suman a otros miles en todas partes del mundo. Las autoridades de la Iglesia lo encubrieron durante años, y sólo cuando el escándalo adquirió proporciones globales y descomunales la institución salió a dar tímidas y cínicas respuestas corporativas, en el marco de una verdadera cultura de la ocultación.

La cultura de la ocultación fue acatada durante décadas por los clérigos hasta que en 2000 estalló un grave escándalo de pedofilia en Estados Unidos, seguido por otras denuncias en varios países de Europa -incluyendo Alemania, el país del Papa- y de América Latina, como México, Brasil y Chile.

No son excepciones

El filósofo esloveno Slavoj Zizek hace referencia a los casos de pedofilia que involucran a sacerdotes católicos en el libro donde analiza las diferentes clases de violencia (Sobre la violencia. Seis reflexiones marginales, Paidós, 2008). El pensador intenta desentrañar “el corazón de las tinieblas”, esto es la violencia fundante que se halla en el mismísimo centro vital de las instituciones, y que así constituye su reverso negado, tapado, pero sin el cual la institución no podría siquiera existir.

Para Zizek, lejos de ser excepción, y lejos de ser asignable a los individuos, la pedofilia de los sacerdotes católicos es “indispensable” para la supervivencia de la Iglesia.

La pedofilia de los curas católicos no es algo que atañe sólo a las personas que, a causa de razones accidentales de su historia privada sin relación alguna de la Iglesia como institución, eligieron el sacerdocio como profesión. Es un fenómeno que concierne a la Iglesia católica como tal, que está inscripto en su propio funcionamiento como institución socio-simbólica. No concierne al inconsciente privado de los individuos, sino al inconsciente de la propia institución: no es algo que ocurra porque la institución deba adaptarse a las realidades patológicas de la libido para sobrevivir, sino que se trata de algo que la institución necesita para reproducirse”, señala Zizek, que hace referencia a la noción de “inconsciente institucional” como algo que está más allá de las decisiones y las opciones individuales de las personas que integran una institución.

Uno puede imaginar un sacerdote heterosexual (no pedófilo) que, tras años de servicio, se ve implicado en la pedofilia porque la misma lógica de la institución lo induce a ello”, agrega el filósofo esloveno, que insiste en designar esos hechos como “la cara obscena y oculta” que, precisamente por ser negada, sostiene y da vida a la institución.

Cuando Zizek analiza por qué estos hechos se encubren, es posible trazar un claro paralelo con lo que sucede en otras instituciones poderosas y verticalistas: el ejército, y la policía, donde no les suele ir muy bien a aquellos individuos que patean el tablero y, rompiendo con los códigos internos, denuncian, por ejemplo, hechos de corrupción.

En otras palabras, no es sólo que por razones conformistas, la Iglesia intente encubrir los escándalos de pedofilia, sino que al defenderse la Iglesia defiende su secreto obsceno más íntimo. Ello implica que identificarse con este lado secreto es un elemento clave de la auténtica identidad de un sacerdote cristiano: si un sacerdote denuncia (no sólo retóricamente) se excluye a sí mismo de la comunidad eclesiástica”, señala Zizek al tiempo que ofrece una interesante propuesta: “La propia Iglesia como institución debe ser investigada en cuanto al modo en que crea de forma sistemática las condiciones para que se cometan tales delitos”.

En la Argentina

La Argentina no es la excepción. La Asociación Protege a tus hijos (Protegeatushijos.org) denuncia unos 800 casos que involucran a sacerdotes. En 2010, estalló en Rosario el escándalo en torno del comportamiento del titular de la Parroquia Nuestra Señora de Pompeya, Reynaldo Narvais. En este sentido, el vicario general de la orden de los Canónigos Regulares de Letrán, Raúl Lutz, sostuvo consultado por el diario La Capital, que durante la investigación realizada por la congregación de las denuncias contra un sacerdote “se detectaron ocho casos de acoso sexual”. Narvais, fue apartado del cargo tras las denuncias.

En abril de 2011, la Cámara Penal de Santa Fe anuló la sentencia dictada en 2009, que condenó a monseñor Edgardo Gabriel Storni a ocho años de prisión por abuso sexual agravado y ordenó que se dicte un nuevo veredicto. Hizo lugar así parcialmente a la apelación planteada por la defensa del ex arzobispo de la capital santafesina, que había pedido también la anulación de todo el proceso. El escándalo estalló tras la publicación del libro de Olga Wornat "Nuestra Santa Madre", quien dedicó un capítulo al entonces jefe de la Iglesia santafesina que tituló "El Rosadito", apodo que —asegura allí— usaban los jóvenes seminaristas a quienes el arzobispo invitaba a su dormitorio. Con amplia repercusión, la Iglesia reanudó una investigación que terminaría con la renuncia de Storni.

El caso Grassi también tuvo gran repercusión mediática a nivel nacional. En septiembre de 2010, la Cámara de Casación Penal de la provincia de Buenos Aires rechazó todos los recursos presentados por la defensa del cura Julio César Grassi, acusado por dos hechos de abuso sexual. La Justicia ratificó la condena a quince años de prisión a Grassi, que había sido dictada en 2009 por un tribunal de Morón que lo encontró culpable.

El caso Irlanda

En julio de 2011, el primer ministro irlandés, Enda Kenny, acusó a la Santa Sede de haber obstruido las investigaciones sobre un informe que revelaba actos de pedofilia por parte de autoridades religiosas de ese país. En tanto el Vaticano ordenó volver a Roma a su embajador. El Vaticano llamó "a consultas" a su nuncio apostólico en Irlanda, en un gesto que ilustra la tensión entre la Santa Sede y ese país católico traumatizado por centenares de casos de pedofilia.

La inusual medida se anunció que el primer ministro irlandés, Enda Kenny, acusara a la Santa Sede de haber obstruido las investigaciones sobre un informe que revelaba actos de pedofilia cometidos en 1996 y 2009 por 19 sacerdotes de la diócesis de Cloyne, en el sur del país, informó AFP. "La violación y la tortura de niños fueron subestimadas o 'gestionadas' para preservar la institución, su poder y su reputación", denunció Kenny.

El Vaticano consideró que esas alegaciones eran "exageradas". Según Kenny, "el informe Cloyne pone en evidencia la disfunción, la desconexión (de la realidad), el elitismo y el narcisismo que dominan la cultura del Vaticano". El informe, publicado el 14 de julio, señala que las cuarenta víctimas en las que se centró la investigación se sintieron "abandonadas por la Iglesia". "Tuvieron la impresión (...) de que la única preocupación (de la Iglesia católica) era proteger a la institución, más que el bienestar de los niños", agregó. Varios eclesiásticos mencionados ya fallecieron, pero tres de ellos fueron denunciados ante la justicia.

La Iglesia de Irlanda sufre una fuerte merma de prestigio desde la publicación en noviembre de 2009 de un informe que reveló abusos sexuales de niños cometidos durante décadas por sacerdotes y miembros de órdenes religiosas y los esfuerzos de la jerarquía eclesiástica de la región de Dublín para acallar las denuncias.

El papa Benedicto XVI denunció, tras la divulgación de ese documento, la inercia de la jerarquía católica de Irlanda y exigió medidas "concretas" para restaurar la credibilidad moral y espiritual de la Iglesia.

Benedicto XVI también envió un mensaje pastoral a los católicos irlandeses, que se convirtió en el primer documento firmado por un Papa en el que se aborda el tema de la pedofilia. En su Carta Pastoral, el Papa expresa su "vergüenza" y sus "remordimientos" y afirma que los sacerdotes culpables de abusos sexuales deberán responder tanto "ante Dios" como ante la justicia.

La Iglesia sigue manteniendo las pútridas miserias que hicieron necesarias las críticas de Erasmo. Continúa erigiéndose en árbitro de la moral y la ética, con cada vez menos autoridad y más autoritarismo y cinismo. Por ejemplo, desaconseja el control de la natalidad, una idea que, de ser acatada por muchos, causaría un desastre planetario. También desaconseja el uso de preservativos, condenando así a muerte a millones de personas, en lo que constituye uno más de los tantos genocidios que ha venido perpetrando la Iglesia católica, ya sea en forma directa o bien desde las sombras, como cómplice de dictadores y déspotas. La Iglesia tiene una malsana obsesión por el sexo. Sólo los pornógrafos la igualan en el cultivo y el desarrollo de esta idea fija, irrefrenable. La Iglesia fisgonea las alcobas ajenas, pero oculta las propias: allí se practican las formas más aberrantes, violentas y patológicas de la sexualidad. Y las víctimas son menores. Más allá de las conocidas dificultades de traducción de la Biblia, nada indica que la famosa frase de Jesús “Dejad que los niños vengan a mí” (Marcos 10:14) tenga la patológica interpretación que decenas de miles de perversos sacerdotes pretenden darle.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Urdangarín... ¿la punta del iceberg monárquico?


Días y días hablando y escribiendo de él: Urdangarín, Urdangarín, Urdangarín... Empero, ¿a quién le importa este personaje? A nadie. Cuando alguien habla o escribe de este vasco se está refiriendo, sin duda, a la Casa Real, a la Monarquía.  Y cuando se habla o se escribe de su suegro, Juan Carlos I, las ideas están apuntando a la Casa Real, a la Monarquía. Porque, vamos a ver, ¿a quién le importa la persona como tal de Juan Carlos de Borbón educado por el odiado dictador F.Franco y puesto por él de rey? ¿A quién le importa ese Borbón que vino a España, traído por el dictador, con una mano adelante y otra atrás, es decir sin un duro, y ahora ha amasado una fortuna limpiamente u oscuramente? A nadie del pueblo le importa nada. Pero si están preocupados los poderes fácticos y los políticos que han construido este tinglado monárquico de las autonomías, donde ellos y la banca y las grandes empresas y la Iglesia Católica y el Ejército... hacen y deshacen a su antojo. Les quita el sueño... no porque Juan Carlos I sea, según un artículo reciente de Martinez Inglés,  'de la banda de borrachos, puteros, idiotas, descerebrados, cabrones, ninfómanas, vagos y maleantes', que puede que lo sea, si bien al común de las personas les ha llegado transformado quizás por la propaganda en un cachondo, simpaticón, mujeriego, campechano, bebedor... y esas facetas, incluso, ante un sector del pueblo, lo hace popular.

-Es un macho. Todo un hombre. Con muchos cojones -dicen queriendo vivir opíparamente como el tal monarca.

No. Esto no les preocupa lo mas mínimo mientras la máquina del Estado funciones bien aceitada.

Ahora bien, en este momento de crisis, con tantos parados, pequeñas empresas y pequeños comercios cerrándose, que venga ahora un urdangarín cualquiera, yerno del Jefe del Estado, del Rey, y se le descubran presuntamente cobros de millones de euros, enriqueciéndose, así, sin dar palo al agua, por ser quien es, usando su pertenencia a esa Casa Real para sus negocios privados, no debe de verse, ante la gente, con buenos ojos. 

Gente que se hace preguntas: ¿cómo es que la Casa Real no se ha enterado de esos chachullos? Parece increible. Porque esa real casa cuenta con instrumentos, con herramientas, con agentes mas que suficientes, para indagar en la vida y milagros de todos sus miembros. Entonces, ¿por qué lo ha consentido? ¿no es el Rey, Jefe del Estado, Jefe de los Ejércitos, responsable de la Casa Real? Y si lo sabía; ¿por qué no le paró los pies, o lo denunció? ¿Tiene esa Casa (con mayúscula) algo mayúsculo que esconder? Las preguntas se van sucediendo, las dudas se amontonan: ¿Por qué, si el Rey era pobre (suponemos que relativamente, claro, por un respeto a los pobres de verdad), se ha hecho tan rico? ¿De dónde le han venido las riquezas?...

-¡Nadie se se hace rico trabajando honradamente! -sentencia el clamor popular.

Que el pensamiento del pueblo se les vaya de las manos, a esas fuerzas económicas, eclesiásticas o militares, cuando al fondo aparece una alternativa de luminosa esperanza llamada República, no pueden consentirlo. Y para mas inri les hace temblar porque la República, en España,  siempre ha sido cosa del pueblo. Ya lo dice, además, la etimología de la palabra: república: cosa del pueblo. 

Hay sin embargo, lo reconocemos, dentro del mismo pueblo ciertos personajes que preguntan ensuciando el porvenir republicano:

-¿Qué república? Porque hay repúblicas y repúblicas y monarquías y monarquías.

Es pregunta legítima. Aunque, aquí y ahora, es una manera de echarle una  mano a la monarquía, heredera del franquismo; de darle oxígeno a un estado monárquico que hace aguas por la parte que mejor parecía que tenía taponada las grietas: el Monarca, la Casa Real, el Juancarlismo. Ya conocemos esos argumentos en los que nos hablan de las monarquías escandinavas. Y sabemos quienes son esos bufones, esos desorientadores dentro del pueblo español, y de su curriculum, primero revolucionario y luego auspiciadores de vejestorias monarquías. No hace falta decir nombres. Y para esos razonamientos tenemos aquella frase del gran Bergamín (D. José):

-Hacerse el sueco (Monarquía, Suecia) es hacerse el sordo.

Y esos poderes fácticos (con unos cuantos políticos) se hicieron los suecos poniéndonos una monarquía, con un monarca educado por un dictador fascista, escamoteándole de paso al pueblo el referendun monarquía / república con otra consulta engañosa, un  rey que es, según la Constitución Monárquica, jefe de estado y jefe de los ejércitos de tierra, mar y aire, ¡ahí na, y nos dicen que es solo pura fachada!; un rey, al principio, nada querido por proceder de donde venía pero que lavándole la cara durante años han querido popularizarlo transformándolo en un borrachín, simpaticón, campechano, bonachón... 

-Y ahora nos llega un gilipollas, un yerno demasiado ambicioso, vasco para mas señas -maldice uno.

-Puede que sea un separatista. De casta le viene al gallo -dice uno.

-Hasta un submarino de ETA -señala el de mas allá.

-Todo podría ser -añade un cuarto.

-Le diremos a Su Majestad que lo estudie -determinó el primero.

-Cualquier cosa antes de que se abra la veda; y jueces, prensa, radio y televisión indaguen en la Casa Real desestabilizando nuestra querida corona

Y es que se dan cuenta que de seguir así las cosas ya no se podrá sostener que los miembros de esa real casa sean intangibles, intocables ante la miseria reinante: el paro, los deshaucios, el desasosiego, las estrecheces... No es de recibo.

El pueblo, decíamos, se ha puesto a hacerse preguntas y no para: ¿No será el Caso Urdangarín la punta del iceberg?... ¿No se haría la Casa Real ignorante a sabiendas?... ¿Por qué tantos meses sin dercir nada?... ¿Por qué ahora aparta al yerno de los actos oficiales?... Y sobre todo, ¿por qué en estos momentos dicen en la Casa Real que quieren ser transparentes con sus cuentas?... ¿Por qué antes eran opacas?... Y si quieren ser claros como el agua, ¿por qué no hacen públicas sus cuentas desde el origen?... ¿Tienen algo que ocultar?... Preguntas y mas preguntas.

El Caso Urdangarín está haciendo tambalear, sin duda, el prestigio de esta Monarquía. Una Monarquía heredada del franquismo. Una Monarquía, como Estado, que permite a un partido, el PP, tener mayoría absoluta con solo el 30 % del electorado. Una Monarquía que ha aglutinado a franquistas y partidos de la oposición en su marco antipopular. Una Monarquía de la clase burguesa, donde utiliza las instituciones para enriquecerse y empobrecer al pueblo. Una Monarquía que despilfarra el dinero en aventuras militares por varios paíse del mundo con tal de tener contento al Ejército, mientras hunde a millones de trabajadores en el paro.

El que los trabajadores se hagan preguntas, despierten, y deriven su pensamiento hacia senderos difíciles de controlar les preocupa a los poderes fácticos. Eso les tiene en un sinvivir. Y es que el pueblo posee, es verdad, en el horizonte del amanecer a la República. Eso si les preocupa. Por eso, como un solo hombre, están apoyando al monarca pensando en la Monarquía. Los urdangarines y juancarlos les importan un bledo. 

¿Urdangarines y juancarlos? No les importan al pueblo. Ni a esos poderes. Se buscan otros. A rey muerto, rey puesto. Y solucionado. Lo malo, para ellos, es que, antes, el pueblo, tome conciencia de la inutilidad y perjuicio de la Monarquía y proclame la República. Como en el 1931. 

Y la República, en España, para desgracia de los ricachones, de siempre, históricamente hablando, es cosa del pueblo y no de unos pocos.

martes, 13 de diciembre de 2011

SONIA DAYAN-HERZBRURN: La visión emancipadora de Frantz Fanon


OPINIÓN

SONIA DAYAN-HERZBRURN (Profesora Emérita de la Universidad Paris Diderot-Paris 707/12/2011)


Este 6 de diciembre se cumplieron 50 años de la muerte de Frantz Fanon, psiquiatra, filósofo y escritor nacido en 1925 en Martinica (Francia) y gran inspirador de numerosos movimientos de liberación anticolonial. Desde GuinGuinBali queremos contribuir con un pequeño homenaje con este texto de la profesora Sonia Dayan-Herzbrurn y rescatando algunos textos de nuestro colaborador Juan Montero referidos a Fanon.

En el mundo entero, son numerosos los países que en este año 2011 conmemoran el cincuentenario de la desaparición física de Frantz Fanon. Nacido en Martinica en 1925, Frantz Fanon se encontraba en Argelia durante la guerra de independencia de ese país. Estando allí, en el ejercicio de su profesión como siquiatra, decidió unirse al Frente Argelino de Liberación Nacional. Ya había publicado su primer libro, Peau noire, masques blancs, que lo identificaba como pensador y escritor de alto nivel. Nacido en el Caribe y después de concluir su misión en África como embajador itinerante del gobierno provisional de la República Argelina, eligió Cuba para proseguir su carrera. La enfermedad que lo llevaría a la muerte se lo impidió. Ese deseo manifiesto marcó, no obstante, sus lazos con Cuba.

La vida y obra de Fanon son de especial actualidad en este momento en que las revoluciones en curso en el mundo árabe hacen renacer las esperanzas de emancipación que fueron las suyas. Para él, esta emancipación debía ser la de toda la humanidad, como lo escribiera con algunos años de intervalo, en las conclusiones de sus dos libros mayores, Peau noire, masques blancs y Les damnés de la terre. El conocimiento y el compromiso están estrechamente unidos: «Qu’il me soit permis de découvrir et de vouloir l’homme, où qu’il se trouve» («Que se me permita descubrir al hombre y sólo creer en él, dondequiera que se encuentre»), escribió en las páginas finales de Peau noire, masques blancs. Así, al releer a Fanon, es posible renovar el pensamiento y la práctica del humanismo, ratificando solidaridades múltiples entre pueblos y diferentes culturas, y, como él nos invita aquí, ir pensando este humanismo, no ya a partir de un único centro occidental, macho y blanco, sino a partir de una diversidad de sujetos, todos igualmente dignos y plenamente humanos.

La trayectoria misma de Fanon, tan corta como fue su vida, desarrollada entre varios continentes -las Américas, Europa, África-, varias disciplinas (la medicina, la filosofía, la antropología, la literatura), y diversas vocaciones (medicina, intelectualidad, militancia política), muestra claramente cuánta energía ponía en hacer caer las máscaras y atravesar todas las fronteras aquel que decía, como lo cuenta Simone de Beauvoir en sus Mémoires (“Memorias”), «je déteste les gens qui s’économisent» (“detesto a la gente que escatima sus esfuerzos”). Fanon utiliza todo lo adquirido a través de su experiencia y su cultura para facilitar la comprensión del mundo que nos rodea, y para permitir a mujeres y hombres ejercer toda su influencia sobre él. De la misma forma, se servía de Freud, Hegel o Lacan, para analizar, por ejemplo, el sufrimiento del antillano o de la antillana que, como él, se descubría «negro», y que en Francia experimentaba el racismo. Al mismo tiempo, no se encierra en ningún dogmatismo donde con frecuencia quisieron relegarlo.

Fanon escribe, por lo tanto, como hombre de color, contra toda referencia al color o a la raza; como descendiente de esclavo que se niega a ser «prisonnier de l’Histoire» (Peau noire masques blancs) (“prisionero de la Historia”) al militar en un movimiento de liberación nacional; contra todo enclaustramiento o limitación nacionalista en que se perderían los valores universales. Pero lo universal, tal como él lo concibe, no tiene ya como centro y origen a Europa. La descolonización hacia la cual él llama no es solamente la de los pueblos, sino también la del conocimiento y la cultura. Es por eso que el pensamiento de Fanon es totalmente emancipador y nos concierne a todos más que nunca.

Traducción del francés. Sra. Emilia Capote, Embajada de Francia en Cuba.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Ignacio Ramonet: La gran regresión



Nº: 194   Diciembre  2011

La gran regresión

Ignacio Ramonet
País:  Global, Unión Europea 
Tema:  Banca, Economía, Finanzas, Crisis económica, Reformas económicas
Está claro que no existe, en el seno de la Unión Europea (UE), ninguna voluntad política de plantarle cara a los mercados y resolver la crisis. Hasta ahora se había atribuido la lamentable actuación de los dirigentes europeos a su desmesurada incompetencia. Pero esta explicación (justa) no basta, sobre todo después de los recientes “golpes de Estado financieros” que han puesto fin, en Grecia y en Italia, a cierta concepción de la democracia. Es obvio que no se trata sólo de mediocridad y de incompetencia, sino de complicidad activa con los mercados.

¿A qué llamamos “mercados”? A ese conjunto de bancos de inversión, compañías de seguros, fondos de pensión y fondos especulativos (hedge funds) que compran y venden esencialmente cuatro tipos de activos: divisas, acciones, bonos de los Estados y productos derivados. 

Para tener una idea de su colosal fuerza basta comparar dos cifras: cada año, la economía real (empresas de bienes y de servicios) crea, en todo el mundo, una riqueza (PIB) estimada en unos 45 billones (1) de euros. Mientras que, en el mismo tiempo, a escala planetaria, en la esfera financiera, los “mercados” mueven capitales por un valor de 3.450 billones de euros. O sea, setenta y cinco veces lo que produce la economía real...

Consecuencia: ninguna economía nacional, por poderosa que sea (Italia es la octava economía mundial), puede resistir los asaltos de los mercados cuando éstos deciden atacarla de forma coordinada, como lo están haciendo desde hace más de un año contra los países europeos despectivamente calificados de PIIGS (cerdos, en inglés): Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España.

Lo peor es que, contrariamente a lo que podría pensarse, esos “mercados” no son únicamente fuerzas exóticas venidas de algún horizonte lejano a agredir nuestras gentiles economías locales. No. En su mayoría, los “atacantes” son nuestros propios bancos europeos (esos mismos que, con nuestro dinero, los Estados de la UE salvaron en 2008). Para decirlo de otra manera, no son sólo fondos estadounidenses, chinos, japoneses o árabes los que están atacando masivamente a algunos países de la zona euro. 

Se trata, esencialmente, de una agresión desde dentro, venida del interior. Dirigida por los propios bancos europeos, las compañías europeas de seguros, los fondos especulativos europeos, los fondos europeos de pensiones, los establecimientos financieros europeos que administran los ahorros de los europeos. Ellos son quienes poseen la parte principal de la deuda soberana europea (2). Y quienes, para defender –en teoría– los intereses de sus clientes, especulan y hacen aumentar los tipos de interés que pagan los Estados por endeudarse, hasta llevar a varios de éstos (Irlanda, Portugal, Grecia) al borde de la quiebra. Con el consiguiente castigo para los ciudadanos que deben soportar las medidas de austeridad y los brutales ajustes decididos por los gobiernos europeos para calmar a los “mercados” buitres, o sea a sus propios bancos...

Estos establecimientos, por lo demás, consiguen fácilmente dinero del Banco Central Europeo al 1,25% de interés, y se lo prestan a países como, por ejemplo, España o Italia, al 6,5%... De ahí la importancia desmesurada y escandalosa de las tres grandes agencias de calificación (Fitch Ratings, Moody’s y Standard & Poor’s) pues de la nota de confianza que atribuyen a un país (3) depende el tipo de interés que pagará éste por obtener un crédito de los mercados. Cuanto más baja la nota, más alto el tipo de interés.

Estas agencias no sólo suelen equivocarse, en particular en su opinión sobre las subprimes que dieron origen a la crisis actual, sino que, en un contexto como el de hoy, representan un papel execrable y perverso. Como es obvio que todo plan de austeridad, de recortes y ajustes en el seno de la zona euro se traducirá en una caída del índice de crecimiento, las agencias de calificación se basan en ello para degradar la nota del país. Consecuencia: éste deberá dedicar más dinero al pago de su deuda. Dinero que tendrá que obtener recortando aún más sus presupuestos. Con lo cual la actividad económica se reducirá inevitablemente así como las perspectivas de crecimiento. Y entonces, de nuevo, las agencias degradarán su nota...

Este infernal ciclo de “economía de guerra” explica por qué la situación de Grecia se ha ido degradando tan drásticamente a medida que su gobierno multiplicaba los recortes e imponía una férrea austeridad. De nada ha servido el sacrificio de los ciudadanos. La deuda de Grecia ha bajado al nivel de los bonos basura. 

De ese modo los mercados han obtenido lo que querían: que sus propios representantes accedan directamente al poder sin tener que someterse a elecciones. Tanto Lucas Papademos, primer ministro de Grecia, como Mario Monti, Presidente del Consejo de Italia, son banqueros. Los dos, de una manera u otra, han trabajado para el banco estadounidense Goldman Sachs, especializado en colocar hombres suyos en los puestos de poder (4). Ambos son asimismo miembros de la Comisión Trilateral.

Estos tecnócratas deberán imponer, cueste lo que cueste socialmente, en el marco de una “democracia limitada”, las medidas (más privatizaciones, más recortes, más sacrificios) que los mercados exigen. Y que algunos dirigentes políticos no se han atrevido a tomar por temor a la impopularidad que ello supone.

La Unión Europea es el último territorio en el mundo en el que la brutalidad del capitalismo es ponderada por políticas de protección social. Eso que llamamos Estado de bienestar. Los mercados ya no lo toleran y lo quieren demoler. Esa es la misión estratégica de los tecnócratas que acceden a las riendas del gobierno merced a una nueva forma de toma de poder: el golpe de Estado financiero. Presentado además como compatible con la democracia...

Es poco probable que los tecnócratas de esta “era post-política” consigan resolver  la crisis (si su solución fuese técnica, ya se habría resuelto). ¿Qué pasará cuando los ciudadanos europeos constaten que sus sacrificios son vanos y que la recesión se prolonga? ¿Qué niveles de violencia alcanzará la protesta? ¿Cómo se mantendrá el orden en la economía, en las mentes y en las calles? ¿Se establecerá una triple alianza entre el poder económico, el poder mediático y el poder militar? ¿Se convertirán las democracias europeas en “democracias autoritarias”?

__________ 
(1) Un billón = un millón de millones.
(2) En España, por ejemplo, el 45% de la deuda soberana lo poseen los propios bancos españoles, y los dos tercios del 55% restante, los detentan establecimientos financieros  del resto de la Unión Europea. Lo cual significa que el 77% de la deuda española ha sido adquirida por europeos, y que sólo el 23% restante se halla en manos de establecimientos extranjeros a la UE.
(3) La nota más elevada es AAA, que, a finales de noviembre pasado, sólo poseían en el mundo algunos países: Alemania, Australia, Austria, Canadá, Dinamarca, Francia, Finlandia, Países Bajos, Reino Unido, Suecia y Suiza. La nota de Estados Unidos ha sido degradada, en agosto pasado, a AA+. La de España es actualmente AA-, idéntica a la de Japón y China.
(4) En Estados Unidos, Goldman Sachs ya consiguió colocar, por ejemplo, a Robert Rubin como Secretario del Tesoro del Presidente Clinton, y a Henry Paulson en esa misma función en el gabinete de George W. Bush. El nuevo presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, fue también vicepresidente de Goldman Sachs para Europa de 2002 a 2005.