miércoles, 27 de mayo de 2009

Guantanamera y Guantánamo



Este artículo lo hemos copiado de una publicación de nombre La Comarca dedicada a la Cultura al Ocio y a los Servicios según se declaran. Aunque la mayor parte de sus páginas son anuncios, publicidad de empresas. La mayoría de ellas son de El Escorial, alrededores y algunos pueblos de Ávila. El contenido demuestra hasta que punto, hasta que rincones, ha llegado el odio a la política del imperialismo yanqui durante la etapa de Bush.

Guantanamera, esa deliciosa canción, reconocida en todo el mundo.
Guantanamera, una bellísima mujer caribeña, bronceada, lozana, de cuerpo perfecto.
Guantánamo, la cárcel que se ha hecho famosa porque 'los defensores de los Derechos Humanos', recluían ilegalmente y torturaban.

Guantánamo es una provincia cubana situada al sureste de la isla, donde se halla la Bahía de Guantánamo que se encuentra ocupada en parte por una base naval estadounidense.

Esta mezcolanza heterogénea entre la belleza primigenia de la isla, su bahía, en un entorno paradisíaco, la entrañable poesía que sirve de letra a la canción, la evocadora verdad desnuda de una mujer atrayente, y las torturas físicas y psicológicas mantenidas allí por Bush, destartalan cualquier sostenimiento equilibrado de que el mundo, en el fondo, guarda una lógica coherente y justa. Es como observar a una cebra chiquitita, graciosa, tierna, recién parida, sostenerse por sí solo dificultosamente... y en ese precioso instante contemplar, azorado e impotente, a cuatro leonas abanlazarse sobre ella y despedazarla.

Guantanamera, guajira guantanamera / guantanamera, guajira guantanamera / Yo soy un hombre sincero / de donde crecen las palmas. / yo soy un hombre sincero / de donde crecen las palmas. / y antes de morir yo quiero / cantar mis versos del alma.

Guantanamera es una popular canción cubana, cuya letra adapta varias estrofas de los 'Versos sencillos' del gran poeta cubano José Martí. La música es una guajira, o guajira guantanamera, que comenzó a yener mucho éxito en 1934.

Mi verso es de un verde claro / y de un carmín encendido. / Mi verso es de un verde claro / y de un carmín encendido. /Mi verso es un ciervo herido / que busca en el monte amparo.

En aquella época se puso de moda, además de por su tonadilla muy agradable y pegadiza, porque su rima se prestaba a cambiar de letra fácilmente y por tanto a improvisar textos románticos, graciosos, de crítica, de galanteo, de burla, etc., incluso para comentar noticias jocosamente.

Los orígenes de esta canción están llenos de controversia y anécdotas, algo que parece natural cuando casi podríamos decir que surge del pueblo, de la calle. Aun así se cuenta como cierto que Guantanamera surge de piropear cortésmente a una mujer de Guantánamo... pero ella pareció ofenderse, y entonces le sacaron en contestación la guajira guantanamera... su protagonista su creador fue un tal Hermino García Wilson, apodado El Diablo, que con dicha música acompañó a sus amigos en la respuesta que le dieron a la mujer.

Con los pobres de la tierra / quiero yo mi suerte echar / el arroyo de la sierra / me complace más que el mar.

La canción prendió como la pólvora y cada vez se oía más en las radios locales, pasando a ser utilizada por todos para cualquier evento.
Fue Pete Seeger el que la hizo famosa internacionalmente, pues la cantó por unos treinta y cinco paises, pero ya con la letra de los versos de José Martí, adaptados por Julian Orbon.
Lo curioso es que Pete Seeger cantó la canción por primera vez en un campamento veraniego para niños, a petición de Héctor Angulo, un monitor que conocía la adaptación de los versos de Orbón a la guajira guantanamera. Seeger y Angulo quedaron como coautores de la canción. Aunque Joseito Fernández reclamó la autoría musuical, ya que él la había cantado y hecho famosa en multitud de ocasiones en radios y actuaciones en La Habana... llegando todos ellos a un acuerdo.
Así pues diríamos que Joseito hizo famosa primeramente la música; Orbón le acopló los versos de José Martí; Angulo la llevó; y Seeger la paseó por el mundo.

Cultivo una rosa blanca / en junio como en enero. / Cultivo una rosa blanca / en junio como en enero. / Para el amigo sincero / que me da su mano franca.

Pero hay más en este culebrón; el investigador músico Natalio Galán asegura que la música de Guantanamera, tiene sus raíces en el 'pasacallo', que es una modificación del pasacalle español de 1730; o sea, un pasacalle aderezado con el son montuno cubano -que tanto gusta a Gloria Estefan-, y hete aquí que sale esta guajira guantanamera. Por lo tanto, qué difícil resulta acotar cuál o cuáles fueron sus autores.

Esta canción preciosa, emotiva y tan famosa, la han interpretado una larga lista de artistas, algunos bien conocidos; además se han hecho con ella versiones de todo tipo: rap, rock, ska, dance, etc.,; también se ha cantado en diversos idiomas.

Y ahí, en la isla tropical, entre las hermosas mujeres guantanameras, los garantes y presumidos libertadores del mundo concibieron una prisión donde se torturaba y se ignoraban los derechos humanos fundamentales del hombre.
Una vergüenza, -tan solo digna de los más bajos fondos de la inmensidad humana- a la que Obama ha puesto fin (1).
Ya despertaron los norteamericanos de la borrachera de engreimiento, para darse cuenta de que el calamitoso y manipulador de Bush, les había falseado la perspectiva global, condiciéndoles a una guerra injusta, a un callejón sin salida, rematando la jugada con una cárcel en el paraíso, provocando la debacle económica mundial, ignorando el cambio climático... el cowboy de Texas forrado de millones, el niño pijo de una familia de especuladorese del petróleo y la política, jugando con el mundo como un Monopoli.

Cuba embargada y cercada; Guantánamo donde crece la palma; la seductora mujer guantanamera; los poéticos versos incrustados en la guajira; y la prisión de la base naval americana... un potaje imposible.

Guantanamera, guajira guantanamera / guantanamera, guajira guantanamera
Yo soy un hombre sincero / de donde crecen las palmas. / yo soy un hombre sincero / de donde crecen las palmas. / y antes de morir yo quiero / cantar mis versos del alma. / Guantanamera ....
Con los pobre de la tierra / quiero yo mi suerte echar / el arroyo de la sierra / me complace más que el mar. / Guantanamera ....
Mi verso es de un verde claro / y de un carmín encendido. / mi verso es de un verde claro / y de un carmín encendido. / mi verso es un ciervo herido / que busca en el monte amparo. / Guantanamera ....
Cultivo una rosa blanca / en junio como en enero. / cultivo una rosa blanca / en junio como en enero. / para el amigo sincero / que me da su mano franca. / Guantanamera ...
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(1) No está claro esto, desgraciadamente. Esperemos que la cierre.
Foto: Estatua de José Martí

miércoles, 20 de mayo de 2009

¿Era Pedro de la Cerda masón?

Hemos leído un libro que nos han dejado. Se titula 'Viaje universal en busca de la verdad'. Sus autores: Eugenia Lefevre y Pedro de la Cerda. Así, en ese orden.

El libro, para qué negarlo, no es modelo de literatura de viajes precisamente. Abundan los adjetivos: expléndido, magnífico, excelente, fantástico... que no dicen nada; o los superlativos: extensísimo, vastísimo, altísimo, antiquísimo... que añaden a la nada poco más. Pero no, con esto no queremos menospreciar el libro, no; en modo alguno. Ya ellos se dan cuenta de su pobreza descriptiva y a lo largo del texto lo manifiestan. Por lo tanto la autocrítica, la honradez, brilla en ellos. Además, de todo libro se aprende algo. Y cuando trata de lugares que nunca visitaremos mas aun.

El viaje, porque se trata de un viaje, lo realizan alrededor del mundo: saliendo de un puerto francés visitan EE.UU., luego, atravesando el Canal de Panamá, Oceanía, Asia (Japón, China, India, Filipinas, Indonesia), Africa (Egipto) para retornar a Europa pasando por Italia.

Pero más que el libro no hemos interesado por los autores, sobre todo por uno, Pedro de la Cerda. ¿Por qué? Porque al ser militar sorprenden las opiniones vertidas en el libro: antioccidental y anticapitalista. Y más, siendo, como fue, militar como ya hemos dicho (general para concretar un poco), su abominación de la violencia, su aversión a las guerras, su inquina a los dictadores, su disgusto con el proceder de los 'camisas negras' de la Italia fascista. Si a esto le añadimos su cristianismo despotricando contra curas o clérigos que alientan los enfrentamientos, las guerras...

Unos pensamientos complejos, quizás. ¿Sería masón? No lo sabemos. Veraneaba en Las Navas del Marqués, donde tenía una casa, 'Los Golos', entre pinares; y por entre los pinos, según algún autor, se paseaba en cueros. Cuando la rebelión militar fascista contra el legítimo gobierno de la República se puso al lado del gobierno y sofocó, al decir de ciertos historiadores, el levantamiento por estos lares serranos; a consecuencia de su acción murieron guardias civiles en Navalperal de Pinares: 'Prensa de Madrid de 26-julio-1936: El General republicano don Pedro de la Cerda, que veraneaba en Las Navas del Marqués, se adueñó del pueblo en nombre de la República al frente de las fuerzas milicianas y reduce a la Guardia Civil, cuyos números fueron asesinados'.

Pero antes había participado en la represión de los mineros asturianos en 1934; así escribe Luis Carlos Sen Rodríguez en el Nº 63 (30 de junio de 1986) de "Tierras de León", revista editada por la Diputación de León: 'Desde los primeros momentos de la revolución el mando de las tropas acantonadas en la provincia fue ostentado por el general de la Octava División, Pedro de la Cerda, mientras que al frente de las fuerzas que efectuaron la represión en el valle de Sabero se encontraba el capitán Ramón Cifuentes, capitán de Infantería perteneciente al Batallón Ciclista".
Otro flas del que nos hemos enterado es que motejó a miembros del gobierno republicano como 'zascandiles'. Lo que le malquistó con Azaña. Y Azaña lo destituyó. En palabras de uno de nuestros informantes ese dato lo recoge en sus Memorias el mismo Azaña. Pero... ¿de qué fue descalbagado? Ni idea. ¿Acaso de alguna jefatura militar?... ¿Tendrá algo que ver con esto que leemos en Internet: 'el general Batet va ser nomenat Cap de la 6.a Divisió Organica, en substitució del general Pedro de la Cerda y López de Mollinedo'?...

Lo que la historia dice es que Domingo Batet, el general Batet, fue fusilado por Franco al permanecer fiel a la República: 'fue fusilado el 18 de febrero de 1937, a pesar de las gestiones que, en su favor, llevaron a cabo los generales Queipo de Llano y Cabanellas. Franco hizo caso omiso de las peticiones de Queipo de Llano en favor de su amigo Batet en venganza por la negativa de aquel a perdonar la vida en 1936 del general Campins.'

Poco más sabemos de Pedro de la Cerda. Y lo que nos ha llegado como que era dueño de los Almacenes Sepu (ya desaparecidos) no hemos podido contrastarlo. ¿Tendrá relación con un 'Pedro de la Cerda, Caballero de la Orden de Santiago que casó con Marina de Zúñiga y Reinoso, Señora de Adalia'?... ¿Tendrá algo que ver con un 'Pedro de la Cerda y López de Mollinedo, capitán de caballería, agregado militar de la embajada de España a San Petersburgo'?... ¿Es el mismo Pedro de la Cerda que escribiera el libro 'ARMAS DE FUEGO AL COMENZAR EL SIGLO XX. Por D. Pedro de la Cerda, Capitán de Caballería. Agregado militar á la embajada de España en Rusia'... Parece que los dos últimos son el mismo Pedro de la Cerda del que nos estamos refiriendo. Ignoramos si se mantuvo leal a la República. Si se exilió o si participó en la guerra del 36/39. Y dónde y cómo. En las enciclopedias de Internet no aparece. Ni siquiera en Wikipedia, enciclopedia en la que familiares o hijos pudieran haber puesto una breve biografía como recuerdo y homenaje a su memoria. No sabemos si la pareja formada por Eugenia Lefevre y Pedro de la Cerda tuvo descendencia. Eso sí, hemos encontrado un libro de ambos sobre los soviets de la Rusia soviética (La llamada URSS): 'El sol de los soviets la III Internacional Social de Moscú, frente a la internacional armada del capitalismo'. Y no nos ha sorprendido porque en el libro que hemos comentado ya se muestran elogiosos con ese organismo de la Revolución de Octubre. Hasta Lenin sale bien parado. ¡Qué cosas! ¡Elogios de un general cristiano! ¡A Lenin! ¡Verlo para creerlo!

Fdo: José Mª Amigo Zamorano

sábado, 16 de mayo de 2009

Cada vez más esta democracia es una porquería

Hago mías estas palabras de un artículo de Pedro Honrubia Hurtado ante la ilegalización de la candidatura Iniciativa Internacionalista por el Tribunal Supremo:

"Somos muchos miles los ciudadanos del Estado Español que teníamos pensado votar por esta candidatura que nos parecía totalmente acorde con nuestros planteamientos ideológicos, aunque pudiéramos tener algunas diferencias con unas u otras de las organizaciones que habían compuesto la coalición. Con esta decisión, el Tribunal Supremo Español ha conculcado nuestros derechos civiles y nos ha reducido a la categoría de ciudadanos sin derechos políticos, sólo por ser de izquierdas, anticapitalistas, apoyar el derecho de autodeterminación y denunciar la fascista ley de partidos sin tapujos. Ante tal hecho, me siento humillado en mi calidad de ciudadano, y completamente impotente ante este atropello con mayúsculas a mis derechos políticos y civiles."

Que conste.

sábado, 9 de mayo de 2009

Eduardo Galeano: Disculpen las molestias

MEFISTÓFELES (disfrazado de Fausto):

"Leyes y derechos herédanse de generación en generación como un mal inacabable que se desliza de un lugar a otro. La razón llega a transformarse en delirio; la buena acción en una plaga. ¡Ay de ti, que te tocó ser nieto! Del derecho que brotó con nosotros, de ése, ¡por desgracia!, no se trata nunca, jamás!".

Goethe: Fausto, 1ª Parte, Escena IV. (*)
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Disculpen la molestia

Eduardo Galeano

Quiero compartir algunas preguntas, moscas que me zumban en la cabeza. ¿Es justa la justicia? ¿Está parada sobre sus pies la justicia del mundo al revés?
El zapatista de Irak, el que arrojó los zapatazos contra Bush, fue condenado a tres años de cárcel. ¿No merecía, más bien, una condecoración?
¿Quién es el terrorista? ¿El zapatista o el zapateado? ¿No es culpable de terrorismo el serial killer que mintiendo inventó la guerra de Irak, asesinó a un gentío y legalizó la tortura y mandó aplicarla?
¿Son culpables los pobladores de Atenco, en México, o los indígenas mapuches de Chile, o los kekchíes de Guatemala, o los campesinos sin tierra de Brasil, acusados todos de terrorismo por defender su derecho a la tierra? Si sagrada es la tierra, aunque la ley no lo diga, ¿no son sagrados, también, quienes la defienden?
Según la revista Foreign Policy, Somalia es el lugar más peligroso de todos. Pero, ¿quiénes son los piratas? ¿Los muertos de hambre que asaltan barcos o los especuladores de Wall Street, que llevan años asaltando el mundo y ahora reciben multimillonarias recompensas por sus afanes?
¿Por qué el mundo premia a quienes lo desvalijan?
¿Por qué la justicia es ciega de un solo ojo? Wal Mart, la empresa más poderosa de todas, prohíbe los sindicatos. McDonald’s, también. ¿Por qué estas empresas violan, con delincuente impunidad, la ley internacional? ¿Será porque en el mundo de nuestro tiempo el trabajo vale menos que la basura y menos todavía valen los derechos de los trabajadores?
¿Quiénes son los justos y quiénes los injustos? Si la justicia internacional de veras existe, ¿por qué nunca juzga a los poderosos? No van presos los autores de las más feroces carnicerías. ¿Será porque son ellos quienes tienen las llaves de las cárceles?
¿Por qué son intocables las cinco potencias que tienen derecho de veto en las Naciones Unidas? ¿Ese derecho tiene origen divino? ¿Velan por la paz los que hacen el negocio de la guerra? ¿Es justo que la paz mundial esté a cargo de las cinco potencias que son las principales productoras de armas? Sin despreciar a los narcotraficantes, ¿no es éste también un caso de "crimen organizado"?
Pero no demandan castigo contra los amos del mundo los clamores de quienes exigen, en todas partes, la pena de muerte. Faltaba más. Los clamores claman contra los asesinos que usan navajas, no contra los que usan misiles.
Y uno se pregunta: ya que esos justicieros están tan locos de ganas de matar, ¿por qué no exigen la pena de muerte contra la injusticia social? ¿Es justo un mundo que cada minuto destina tres millones de dólares a los gastos militares, mientras cada minuto mueren quince niños por hambre o enfermedad curable? ¿Contra quién se arma, hasta los dientes, la llamada comunidad internacional? ¿Contra la pobreza o contra los pobres?
¿Por qué los fervorosos de la pena capital no exigen la pena de muerte contra los valores de la sociedad de consumo, que cotidianamente atentan contra la seguridad pública? ¿O acaso no invita al crimen el bombardeo de la publicidad que aturde a millones y millones de jóvenes desempleados, o mal pagados, repitiéndoles noche y día que ser es tener, tener un automóvil, tener zapatos de marca, tener, tener, y quien no tiene, no es?
¿Y por qué no se implanta la pena de muerte contra la muerte? El mundo está organizado al servicio de la muerte. ¿O no fabrica muerte la industria militar, que devora la mayor parte de nuestros recursos y buena parte de nuestras energías? Los amos del mundo sólo condenan la violencia cuando la ejercen otros. Y este monopolio de la violencia se traduce en un hecho inexplicable para los extraterrestres, y también insoportable para los terrestres que todavía queremos, contra toda evidencia, sobrevivir: los humanos somos los únicos animales especializados en el exterminio mutuo, y hemos desarrollado una tecnología de la destrucción que está aniquilando, de paso, al planeta y a todos sus habitantes.
Esa tecnología se alimenta del miedo. Es el miedo quien fabrica los enemigos que justifican el derroche militar y policial. Y en tren de implantar la pena de muerte, ¿qué tal si condenamos a muerte al miedo? ¿No sería sano acabar con esta dictadura universal de los asustadores profesionales? Los sembradores de pánicos nos condenan a la soledad, nos prohíben la solidaridad: sálvese quien pueda, aplastaos los unos a los otros, el prójimo es siempre un peligro que acecha, ojo, mucho cuidado, éste te robará, aquél te violará, ese cochecito de bebé esconde una bomba musulmana y si esa mujer te mira, esa vecina de aspecto inocente, es seguro que te contagia la peste porcina.
En el mundo al revés, dan miedo hasta los más elementales actos de justicia y sentido común. Cuando el presidente Evo Morales inició la refundación de Bolivia, para que este país de mayoría indígena dejara de tener vergüenza de mirarse al espejo, provocó pánico. Este desafío era catastrófico desde el punto de vista del orden racista tradicional, que decía ser el único orden posible: Evo era, traía el caos y la violencia, y por su culpa la unidad nacional iba a estallar, rota en pedazos. Y cuando el presidente ecuatoriano Correa anunció que se negaba a pagar las deudas no legítimas, la noticia produjo terror en el mundo financiero y el Ecuador fue amenazado con terribles castigos, por estar dando tan mal ejemplo. Si las dictaduras militares y los políticos ladrones han sido siempre mimados por la banca internacional, ¿no nos hemos acostumbrado ya a aceptar como fatalidad del destino que el pueblo pague el garrote que lo golpea y la codicia que lo saquea?
Pero, ¿será que han sido divorciados para siempre jamás el sentido común y la justicia?
¿No nacieron para caminar juntos, bien pegaditos, el sentido común y la justicia?
¿No es de sentido común, y también de justicia, ese lema de las feministas que dicen que si nosotros, los machos, quedáramos embarazados, el aborto sería libre? ¿Por qué no se legaliza el derecho al aborto? ¿Será porque entonces dejaría de ser el privilegio de las mujeres que pueden pagarlo y de los médicos que pueden cobrarlo?
Lo mismo ocurre con otro escandaloso caso de negación de la justicia y el sentido común: ¿por qué no se legaliza la droga? ¿Acaso no es, como el aborto, un tema de salud pública? Y el país que más drogadictos contiene, ¿qué autoridad moral tiene para condenar a quienes abastecen su demanda? ¿Y por qué los grandes medios de comunicación, tan consagrados a la guerra contra el flagelo de la droga, jamás dicen que proviene de Afganistán casi toda la heroína que se consume en el mundo? ¿Quién manda en Afganistán? ¿No es ese un país militarmente ocupado por el mesiánico país que se atribuye la misión de salvarnos a todos?
¿Por qué no se legalizan las drogas de una buena vez? ¿No será porque brindan el mejor pretexto para las invasiones militares, además de brindar las más jugosas ganancias a los grandes bancos que en las noches trabajan como lavanderías?
Ahora el mundo está triste porque se venden menos autos. Una de las consecuencias de la crisis mundial es la caída de la próspera industria del automóvil. Si tuviéramos algún resto de sentido común, y alguito de sentido de la justicia ¿no tendríamos que celebrar esa buena noticia? ¿O acaso la disminución de los automóviles no es una buena noticia, desde el punto de vista de la naturaleza, que estará un poquito menos envenenada, y de los peatones, que morirán un poquito menos?
Según Lewis Carroll, la Reina explicó a Alicia cómo funciona la justicia en el país de las maravillas:

Ahí lo tienes –dijo la Reina–. Está encerrado en la cárcel, cumpliendo su condena; pero el juicio no empezará hasta el próximo miércoles. Y por supuesto, el crimen será cometido al final.


En El Salvador, el arzobispo Oscar Arnulfo Romero comprobó que la justicia, como la serpiente, sólo muerde a los descalzos. El murió a balazos, por denunciar que en su país los descalzos nacían de antemano condenados, por delito de nacimiento.
El resultado de las recientes elecciones en El Salvador, ¿no es de alguna manera un homenaje? ¿Un homenaje al arzobispo Romero y a los miles que como él murieron luchando por una justicia justa en el reino de la injusticia?
A veces terminan mal las historias de la Historia; pero ella, la Historia, no termina. Cuando dice adiós, dice hasta luego.
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Aparecido en: Página 12, Insurgente, La Haine, Rebelión, Cuba Debate, que nosotros sepamos
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(*) La cita la hemos puesto nosotros, esperando que no se nos enfade el sr. Galeano

martes, 5 de mayo de 2009

Iswe Letu: Otros continuan la lucha obrera.

Arrastraba con dificultad sus piernas por el pasillo, mientras la televisión obsequiaba con el 'pan y el circo' cotidiano a sus hijos.

-¡Qué jamada de coco! -pensaba.

Un pensamiento amargo pues era el 1º de Mayo. Día Internacional de la Clase Obrera. Y primer año que no había acudido a la manifestación. Su amigo, camarada y compañero de CC.OO, José Mª Sánchez Hernández, murió. Ya no era lo mismo.

Había más razones. Muchas más. Tenían relación con el comunismo. Cuyo filo se había desgastado y deteriorado por la misma erosión del devenir histórico y del quehacer humano. Él fue comunista. O eso creía. Si, lo fue. Militó. Se desgastó y... aunque no renegaba de sus principios, tenía que reconocer que los que ahora se apellidaban así (al menos los que más se hacían oír) eran todo menos lo que él consideraba auténtico, legítimo comunismo. Más bien, representaban el tipo de persona, vividor de la política, que siempre había odiado.

No fue a la manifa. Es cierto. ¿Para qué ir? Procesiones ya las hacen los meapilas, los católicos, a a menudo. Para gritar, para 'orear su adrenalina' como le había leído a un antiguo camarada, se iba al campo y le gritaba a los gusanos. O al aire. No tenía necesidad de hacerlo entre banderas de sindicatos vendidos al estado del Capital.

Se puso a cortar esa mañana las uñas de las manos.

-Un remedo simbólico de mellar el filo ideológico -murmuró bromista sonriendo.

La vida seguía cocinando su protesta a pesar de que un garbanzo no quiera entrar en la olla.
Otros continuaban con las uñas bien afiladas. También comunistas. Comunistas, si. Pero libertarios. Y jóvenes. Con la sangre ardiendo en sus venas. Se enfrentaban a las fuerzas del orden capitalista. Con estandartes diferentes. También. Colores rojo y negro. Igualmente.

¿Y el estilo? El mismo que él aprendiera a lo largo de los años: puños en alto, banderas ondeando, pecho erguido, armas empuñadas. La rebeldía que inundaba todos los rincones del orbe, porque la realidad sobresale a pesar de bonzos sindicales; la crisis impone su ley machacando a millones de parados; pero no todos se paran, hay quien sigue adelante exigiendo la continuación de la lucha obrera. Con tanta o más energía que antes.

Dejó las tijeras encima de la mesa. Otros las tomarán del cajoncillo. No sabe si se llamarán a ellos mismos comunistas. Aunque lo sean. Se nombrarán, eso si, anarquistas. Y a mucha honra, proclamarán; sin que nadie les pueda llevar la contraria, pues, al fin y al cabo, los que fueron ahorcados, allá, en Chicago, los obreros asesinados en 1886, era anarquistas. Y en su honor y homenaje se instituyó el 1º de Mayo. Son los continuadores de la vida. Los combatientes por un mundo mejor.

¿Sería tan sectario de no reconocer a los que seguían en la brecha porque no se llamaran comunistas?

Cogió las tijeras y, andando pasillo adelante, las fue a colocar en el estuche. Le costaba el andar. Arrastraba sus piernas. Se tambaleaba como un borracho, mientras la televisión seguía comiéndole el tarro, el coco, la molondra, a sus hijos.

En fin, esperaba a la muerte. Como todos. Pero mientras llegaba, no pudo remediarlo, se alegró de que alguien hubiera querido liquidar la monarquía holandesa. Tanto si era comunista, socialista, anarquista o cualquier otro valiente cualquiera. ¡Qué mas daba! Su júbilo fue como un homenaje. Se lo había leído, en un cuento, a Gorki:

-Honremos la locura de los valientes. Es la única sabiduría.

O algo así.

Pues eso. Hagamos algo. ¡A la acción!

Ya hasta Goethe había dicho:

-"Hazme caso: un tío que especula es como el animal al que un espíritu malo lleva en círculo de acá para allá sobre una hierba seca; en tanto, todo alrededor se extienden bellos y verdes pastos."