“Que me lardeen como
un negro fugitivo”
Miguel de Cervantes
en ‘La gitanilla’
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-“Que me lardeen como
un negro fugitivo”, propone ‘La gitanilla’ si no sucede tal cosa como ella dice.
Que la castiguen
de ese modo.
Debía de ser muy común hacer eso en tiempos de Cervantes. Lardear a los negros. En los primeros años del siglo XVII escribió ‘La gitanilla’.
Lardeaban, suponemos, a los ariscos, indómitos, rebeldes… En aquellos tiempos. En lo que llamamos hoy España había esclavos negros. No en el Congo, ni en Lousiana, sino, aquí, en la Península Ibérica.
Debía de ser muy común hacer eso en tiempos de Cervantes. Lardear a los negros. En los primeros años del siglo XVII escribió ‘La gitanilla’.
Lardeaban, suponemos, a los ariscos, indómitos, rebeldes… En aquellos tiempos. En lo que llamamos hoy España había esclavos negros. No en el Congo, ni en Lousiana, sino, aquí, en la Península Ibérica.
-¿Qué fue de ellos? ¿Qué fue de su
rebeldía, de sus gritos de dolor, de sus angustias, de sus zozobras? ¿Dónde
quedaron?:
-Se perdieron en el tiempo. Como si no hubiesen existido. Queda eso:
alguna frase de los testigos fieles de su época, de los clásicos de la
literatura castellana. Y poco mas. La Historia no habla de ellos. Bueno, ni de
ellos, ni de los esclavos blancos, cobrizos o aceitunados que todos los días
derramamos nuestro esfuerzo, nuestros desasosiegos, nuestra rebeldía.
-¿Por qué?
¿Por qué la Historia no habla de los pueblos?:
-Pues porque la escriben los
vencedores. Ellos la dictan reflejando su verdad. Y el resto, la mayoría, los
esclavos de todos los tiempos, la repetimos como papagayos. Atentos, muy
atentos, a lo que proclama ese oráculo de los dueños y señores del cotarro, no
sea que nos ‘lardeen como a negro fugitivo’.
Transforman en héroes de todos nosotros a sus emperadores, reyes, presidentes, generales, obispos, banqueros… De los ariscos, indómitos, rebeldes… De los Comuneros, de los Hirmandiños... se pasa rápidamente.
De los dirigentes de esos insurgentes de antaño solo quedan Espartaco o Viriato y pocos mas. Como ejemplos, para las generaciones venideras, de lo que les suele acaecer a los que no admiten el sistema, este, de ricos y pobres, explotadores y explotados y se levantan contra él: la muerte, el asesinato. O como poco ser lardeados como negro fugitivo. O expulsados del trabajo y arrojados al paro. Al hambre. A…
Transforman en héroes de todos nosotros a sus emperadores, reyes, presidentes, generales, obispos, banqueros… De los ariscos, indómitos, rebeldes… De los Comuneros, de los Hirmandiños... se pasa rápidamente.
De los dirigentes de esos insurgentes de antaño solo quedan Espartaco o Viriato y pocos mas. Como ejemplos, para las generaciones venideras, de lo que les suele acaecer a los que no admiten el sistema, este, de ricos y pobres, explotadores y explotados y se levantan contra él: la muerte, el asesinato. O como poco ser lardeados como negro fugitivo. O expulsados del trabajo y arrojados al paro. Al hambre. A…
-¿Qué podemos hacer?
-Resistir.
-¿Pero queda alguna otra
salida con vislumbres de éxito?
-Si: un frente unido
de todos los esclavos negros, blancos, cobrizos o aceitunados, organizados con
una ideología revolucionaria clara y sencilla para dar la batalla a este
sistema de unos pocos.
-¿Dónde está ese frente que me
apunto?
-No está, no existe,
no hay.
-Y… mientras tanto, ¿qué
hacer?
-Ajo y agua. Cada
cual, metido en su chiringuito político-ideológico, mas o menos consistente,
resiste sin tomar nota de los movimientos de los esclavos indignados.
-Y así nos lardean continuamente, claro, ‘como a negros fugitivos’.
-Si. De momento es
así. Para qué negarlo.