
Hoy, y por una vez solo, nombramos a un deportista. Esperemos que ninguna vez más. Decíamos que, por solo una vez, mentamos a un deportista. Estamos influidos, ¡qué se le va a hacer!, por aquel director de la Escuela de Magisterio de Zamora, apellidado Datas, si mal no recordamos, que le rompió las actas, según se decía, a un profesor de Educación Física exclamando: ¡Pero tu que quieres hacer, maestros o titiriteros!
Pero hoy, si, nos alegramos porque hemos leído en Internet que el hijo de unos amigos es una figura de baloncesto. Vamos, que promete. A sus 18 años dicen que es un fenómeno. Se llama Isue Hernández. Cuando sea más famoso y vaya a jugar al seno del 'monstruo', como nombraba José Martí a los USA, podrá decir que es grande y original hasta en el nombre: solo hay dos: él y nuestro hijo: del que su padre lo tomó prestado.
De modo que nuestra felicitación a estos amigos, algo habrán hecho para que su hijo sea una figura. Nos suponemos.