lunes, 30 de mayo de 2011

De indignaciones, rebeldías y revoluciones


Que esto de las diversas acampadas insurgentes no estaba en el guión de l@s que han dirigido los asuntos públicos a su capricho, está claro como el agua. Que nos ha sorprendido a tod@s, incluid@s l@s que se ha levantado de su aparente postración e izándose se han concentrado acampad@s como una sola persona en plazas de toda España, no hay quien lo dude. Lo cual nos ha alegrado. Y esa sorprendente indignación masiva ha incrementado nuestra alegría. Hayamos asistido, o no, a las asambleas rebeldes de l@s acampad@s, hemos latido al unísono con ellos, viendo por fin un pueblo, al que antes mencionábamos, alabándolo en nuestros escritos, que no veíamos por parte alguna. 

Podíamos entender que algo estuviera gestándose por abajo -'por abajo', como suele expresarse don Agustín García Calvo- pero nada, o poco, salía a la superficie. Tal vez ciertos arrebatos insurgentes que, con la misma velocidad que se elevaban, morían. Nos referimos, por ejemplo, a las multitudinarias manifestaciones contra la guerra de Irak y contra el responsable 'Trío de las Azores'. Y en esa comprensión, o intuición esperanzadora, de que algo hervía en los corazones de muchas personas, tomadas así una a una, entraba la memoria de las traiciones de partidos de izquierda como PCE o PSOE en los que las masas explotadas, el pueblo llano, había confiado. Era de sentido común que la mala hostia hubiera envenenado los sentimientos de muchas personas honradas al ver la deriva hacia el compadreo, de los dirigentes de esos partidos, con jefazos franquistas tragándose demasiados sapos y culebras; siendo el mas importante de ellos la aceptación de una monarquía heredada y heredera de la dictadura. Nos acordamos de los llamados sindicatos de clase (CC:OO y UGT) hundiéndose en el lodazal de los pactos ('Pacto de la Moncloa', con su 'Estatuto de los Trabajadores) donde perdía el Trabajo y ganaba el Capital. También guardamos en el magín del recuerdo la destrucción práctica del asociacionismo; por ejemplo: las asociaciones de vecinos que cortaron el cordón umbilical que les unía a los vecinos... 

Todo ello, pensábamos, se habría introducido en las gentes, poco a poco, levantando un muro, una barrera, entre el Poder y el Pueblo, de desconfianza, hasta de odio, para con los responsables de ese desbarajuste de cauces democráticos y terminaría explotando. Esos responsables son, claro está, los políticos y otros que se esconden detrás de consejos de administración de bancos, de jefaturas militares, de obispados o centros cardenalicios.

Si a toda la rabia interior, que suponíamos contenida, se le une la tremenda injusticia de un estado monárquico que está impidiendo -natural viniendo de donde viene- que de las cunetas, fosas, tapias de cementerio, se extraigan los cadáveres de los asesinados por los fascistas a lo largo de los años, y ahora el paro ocasionado por la crisis económica que ha llevado a la ruina a miles y miles de familias mientras los causantes de ese desaguisado se forran... 

Todo ello tenía que concurrir, y lo ha hecho, en una explosión social. Que a todos nos ha sorprendido, para qué negarlo, por mas que fuera de sentido común.

Este descontento, esta protesta, este levantamiento, esta revuelta..., lo llaman 'Spanish Revolution' (Revolución Española) Como hace unos meses, a las revueltas que Tunez encabezó, lo denominaron 'Revolución Arabe'. Nosotros pensamos que 'Revolución' es otra cosa mas profunda, para que estos alzamientos lo sean. Creemos que no es más que una 'triquiñuela del viento' como decía León Felipe. Porque, vamos a ver: ¿Se ha derribado o tambaleado el estado monárquico? No. El Rey sigue siendo jefe de los ejercitos de tierra, mar y aire. Los ejércitos siguen invadiendo paises y agrediendo pueblos, la policía rodea las acampadas, la banca continúa amurallada y enrejada en sus soberbios edificios, la iglesia controlando las conciencias... Y para demostrar que el estado no dudará en machacar las revueltas ahí está la brutalidad de la policía catalana aporreando a los acampados de la Plaza de Cataluña

Por eso decimos que esto no es más que una triquiñuela. Sin querer menospreciar por ello el movimiento revolucionario que, sin duda, se valdrá de muchas de ellas para avanzar, paso a paso, hacia esa Revolución.

Ya hemos dicho que esto no es una Revolución con mayúscula. De momento. No sabemos cómo seguirá. Si sigue. Y no sabemos cómo terminará. Si termina. Ahora bien, nada se va sin dejar huella. De eso estamos seguros. Y si no es una Revolución, en el sentido acabado del término, si es un revulsivo en las conciencias semejándose mucho, en este aspecto, a la Revolución. La Revolución del Pensamiento.

De todas estas acampadas: #acampadasol, #acampadasevilla, #acampadabilbao, #acampadavalencia, #acampadabarcelona... quizás lo mas valioso sea que los revolucionarios de verdad, sinceros, honestos: ya sean marxistas, leninistas, troskistas, republicanos, anarquistas, comunistas, socialistas, cristianos de base...  lejos de sus chiringuitos político/ideológicos -los que los tengan- mas o  menos consistentes, o los que vivían en su torre de marfil intelectual, han tenido contacto directo con los miles de ciudadanos indignados, han oído sus quejas, sus demandas, sus análisis, y, al mismo tiempo, estos acampados, estos rebeldes, estos descamisados, estos 'perroflautas' -como los denomina, despectivamente, la reacción derechista-, escuchan los discursos, las razones, las demandas, de est@s revolucionari@s y entre un@s y otr@s, en simbiosis, como pueblo unido, libre de sectarismos y dogmatismos y prejuicios, triturarán las ideas erróneas y las acciones inconvenientes se quedarán con las más acertadas, porque un pueblo unido puesto a pensar es un cerebro poderosísimo que llegará donde nunca podrá hacerlo un cerebro individual. De momento estamos viendo videos, poemas, consignas, dichos, dibujos... excelentes, y leyendo artículos tan sencillos y tan profundos que muestran el pensamiento colectivo en acción y ebullición, aclarando muchos aspectos de la realidad de España

Dará sus frutos mas pronto que tarde.

No oimos, aun, eso de ¡España mañana será republicana! muy cara a nuestra idea de que la Monarquía ha aglutinado a la oligarquía. Mas estamos segur@s que pronto atronará por calles y plazas. Lo decimos porque la asamblea de Aldea del Fresno -es un ejemplo- un pueblo de Madrid, se ha posicionado por abolir la Monarquía, el Senado y por la destitución de aquellos ediles que no cumplan con su labor. Si oimos gritar dos consignas: una antigua: ¡El pueblo unido jamás será vencido! y otra mas reciente: ¡Oe, oe, oe, oe, le llaman Democracia y no lo es

Por algo se empieza. 

Un comienzo esperanzador, casi diríamos luminoso, si tenemos en cuenta las toneladas de olvido, de amodorramiento, de conformidad, de sumisión..., que desde la muerte del dictador han vertido las fuerzas políticas sobre el pueblo español.

Decíamos al principio que estas rebeldías no estaban en la programación del Poder monárquico, lo que le ha agriado un poco el estómago.

En cambio, nosotr@s, como pueblo, nos hemos sorprendido, gratamente, de su viveza. Estamos dichos@s. Como niños con zapatos nuevos. Ya podemos morir tranquilamente. La lucha seguirá. 

Fdo: José Mª Amigo Zamorano