sábado, 27 de diciembre de 2008

¡Pudriros en los infiernos, sionistas, hijos de puta!

Israel bombardea Gaza y deja, ya, más de 350 muertos

y mil 690 heridos
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Es el regalo ensangrentado de Navidad de los sionistas, como unos Herodes modernos, a los pueblos del mundo. Y tal vez al nuevo equipo de gobierno yanqui. Tal vez. Por si pensaba cambiar de política. Cosa que nosotros no creemos teniendo en cuenta, como la tenemos, que algunos de los jefes de su equipo son proisraelíes militantes.



La carnicería que el estado de Israel lleva a cabo contra el pueblo palestino no es de ahora, lleva años produciéndose. Involucran así los sionistas a su pueblo, cuya mayoría no mueve un dedo, en este genocidio, apartándolo del resto de los pueblos del mundo. Y de momento lo están consiguiendo. Desgraciadamente.



Y además, como fiel servidor de los imperialismo, el sionismo quiere impedir que ambos pueblos, el palestino y el judío, se lleguen a entender. No les conviene porque si lo hicieran no podrían ser lo que son: gendarmes del capital imperialista.

Esto último que hemos escrito necesitaría una explicación más extensa, pero no estamos ahora, en estos momentos, para palabras sino para condenar sin ambages, sin timidez, firmemente, esta atroz matanza de palestinos.

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¡Ojalá os vayáis a los infiernos, hijos de puta!
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Lo escribimos borrachos de ira. Sabemos que en política eso no se debe hacer así. Pero es tanta la pena, la indignación, el desconsuelo, la impotencia, la rabia... que no se nos ocurren otras palabras, sino exabruptos.


¡Qué le vamos hacer!