Oigo siempre decir que los amantes del vino serán condenados.
No hay verdades comprobadas, pero si hay mentiras evidentes.
Si quienes quieren de verdad al vino y al amor van al Infierno,
vacío de solemnidad debe de estar sin duda alguna el Paraíso.
(*) Título nuestro
(1) Versión Libérrima