lunes, 3 de marzo de 2008

Permisividad con los grupos fascistas

Ibamos a tratar esta vergüenza, para arremeter contra esa permisividad con los grupos ultras, pero como lo hemos leído en el blog de Kevin Vázquez pues... eso que nos hemos ahorrado. De modo que estando, como estamos, de acuerdo con él, no en todas las partes porque sería una exageración por nuestra parte, lo publicamos tal cual poque, además sabemos que esto no lo van sacar en su debate los lideres del PP y del PSOE que en estos momentos hablan bla bla bla en televisión. Esperamos no se ofenda.


Política conjunta PP-PSOE

Conjunta y consensuada. Hay cosas en política que no necesitan explicitarse para funcionar a la perfección, bien sea como complementarias, bien sea a modo de tenaza, bien sea a manera hoy por ti, mañana por mi, u otras habilidades de ambiciosos listillos con siglas contrarias, pero intencionalidad y práctica casi idéntica.

Tal ocurre en cuanto al tratamiento a dar a los grupos xenófobos, neonazis y fascistas españoles por el PPSOE.

Resumamos tal tratamiento, a modo de síntesis de hechos, no de declaraciones, desde luego.

A) Se trata de mantener en la legalidad a estos grupos xenófobos, neonazis y fascistas. Incluso permitirles, en consecuencia, presentarse en las elecciones.

B) Criminalizar, perseguir e ilegalizar a las orgaizaciones de carácter solidario y antifascista colgándoles el san-benito de "extrema izquierda", "radicales", "tribus urbanas",...

C) Servirse mancomunadamente como instrumento de linchamiento social, de los medios de comunicación, en especial de las grandes cadenas de Televisiones públicas y privadas, y de la prensa escrita de los gandes grupos mediáticos comprometidos con el poder. Esta prensa realiza el papel de desbrozadora del camino hacia la ilegalización de las organizaciones del grupo B) y de justificar la represión violenta de las mismas.

Lo sucedido la semana pasada en Madrid: el permiso de las autoridades para que un grupo neonazi se manifestara en pleno corazón del Madrid multicultural y multiracial y actuase como elemento provocador; la respuesta de centenares de jóvenes anti-fascistas que todavía tienen verguenza y los enfrentamientos subsiguientes e inevitables, así como el tratamiento mediático, cargando de manera insultante contra dichos jóvenes, son una muestra ejemplar de todo lo anterior. Y lo es también la reacción de los partidos palamentarios, condenando a los antifascistas, insultándoles y absteniéndose de pedir en el parlamento la ilegalización del fascismo. Actitud paralela a dejar conscientemente las calles libres para que el fascismo se manifieste cuando lo desee.

¿Que pudo haber provocadores? Quizás. Toda la operación, empezando por el permiso legal concedido para la manifestación neo-nazi, tuvo carácter provocador.

La existencia de algún provocador en las filas anti-fascistas (¿no hay provocadores bien pagados en todos los medios de comunicacioón e incluso en el Parlamento?) no justifica la condena de estos grupos y, aun menos, el silencio consentidor y los balones fuera de cara a los neo-nazis que se manifestaron, casualmente, con protección policial.

Jamás los antifascistas han sido protegidos por la policía. Sólo el decirlo suena a broma pesada. Quizás porque la policía no tiene nada de anti-fascista y por que su misión es, precisamente, perseguir, no proteger, el anti-fascismo.

posted by Kevin Vázquez at 7:11 P