Dende que te perdin, a terra, o ceo,
todo e pra min da mesma cor da morte.
O sol non me aluma, nin os campos
pra min ten flores.
Curros Enriquez
(Emigrante coma nos)
Anónimo
Cantan los gallos:
yo no me duermo
ni tengo sueño.
martes, 16 de enero de 2007
Emilio Prados: Algo me llama en la noche
Algo me llama en la noche.
No sé qué es...
Algo en la noche me llama
¡Miedo me da!
En la noche me entraré,
pero.... ¿saldré?
¡Miedo me da!
Emilio Prados
No sé qué es...
Algo en la noche me llama
¡Miedo me da!
En la noche me entraré,
pero.... ¿saldré?
¡Miedo me da!
Emilio Prados
Violeta Parra: Se va enredando
DE PAR EN PAR LA VENTANA
SE ABRIÓ COMO POR ENCANTO,
ENTRÓ EL AMOR CON SU MANTO
COMO UNA TIBIA MAÑANA,
AL SON DE SU BELLA DIANA
HIZO BROTAR EL JAZMÍN,
VOLANDO CUAL SERAFÍN
AL CIELO LE PUSO ARETES
Y MIS AÑOS EN DIECISIETE
LOS CONVIRTIÓ EL QUERUBÍN.
Se va enredando, enredando,
como en el muro la hiedra,
y va brotando, brotando,
como el musguito en la piedra
Ay si si si
Ay si si si
Violeta Parra / Violeta del Pueblo
Ed. Visor
SE ABRIÓ COMO POR ENCANTO,
ENTRÓ EL AMOR CON SU MANTO
COMO UNA TIBIA MAÑANA,
AL SON DE SU BELLA DIANA
HIZO BROTAR EL JAZMÍN,
VOLANDO CUAL SERAFÍN
AL CIELO LE PUSO ARETES
Y MIS AÑOS EN DIECISIETE
LOS CONVIRTIÓ EL QUERUBÍN.
Se va enredando, enredando,
como en el muro la hiedra,
y va brotando, brotando,
como el musguito en la piedra
Ay si si si
Ay si si si
Violeta Parra / Violeta del Pueblo
Ed. Visor
Claudio Rodríguez: Esto es un don (*)
Si tu la luz te la has llevado toda,
¿cómo voy a esperar nada del alba?
Y, sin embargo, esto es un don, mi boca
espera, y un alma espera, y tú me esperas,
ebria persecución, claridad sola,
mortal como el abrazo de las hoces,
pero abrazo hasta el fin que nunca afloja.
Claudio Rodríguez
(*) Título nuestro
¿cómo voy a esperar nada del alba?
Y, sin embargo, esto es un don, mi boca
espera, y un alma espera, y tú me esperas,
ebria persecución, claridad sola,
mortal como el abrazo de las hoces,
pero abrazo hasta el fin que nunca afloja.
Claudio Rodríguez
(*) Título nuestro
Becquer y Martí
Yo, en los dorados hilos
que los insectos cuelgan,
me mezclo entre loa árboles
en la ardorosa siesta.
G. A. Becquer
Y yo, sereno entre los viles,
cual si en mis manos, como en ruego juntas,
las anchas alas púdicas, abriese
una paloma blanca.
J. Martí
que los insectos cuelgan,
me mezclo entre loa árboles
en la ardorosa siesta.
G. A. Becquer
Y yo, sereno entre los viles,
cual si en mis manos, como en ruego juntas,
las anchas alas púdicas, abriese
una paloma blanca.
J. Martí
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