Chukri, “el mirlo blanco de Tánger” mata a su padre
literario en 'Paul Bowles, el recluso de Tánger'.
Han pasado casi nueve años desde la muerte de Mohamed Chukri (15 de noviembre de 2003). Nueve años sin que se publique absolutamente nada del autor de El pan desnudo. Con la publicación de la obra inédita: Paul Bowles, el recluso de Tánger, Cabaret Voltaire (Barcelona) rescata del olvido al “mirlo blanco de Tánger”.
Chukri consagra su libro Paul Bowles, el recluso de Tánger para elucidar un misterio: la pareja paradoxal formada por Paul Bowles, el escritor americano más célebre en Tánger y Jane, la “genio incomprendida”, que quedó anulada por su marido y fue presa de continuas depresiones.
El libro habla de Paul Bowles en Tánger, de su relación con su esposa Jane, de su sexualidad, de su miedo de la muerte, de su relación con los miembros de la Beat Generation... Todo un cúmulo de historias y anécdotas que Chukri recrea a través de las vivencias cotidianas que tuvo personalmente con él, a través de sus amigos y de los amigos literarios.
El libro es una aproximación íntima al escritor, pero no es siempre muy servicial y complaciente. Está cargado de emociones, de aseveraciones y de duros juicios que Chukriemite contra su mentor y padre literario.
Paul Bowles, el recluso de Tánger, no se parece en nada a los dos libros de Chukri Jean Genet en Tánger y Tennessee Williams en Tánger. El libro, en su versión árabe, provocó un gran revuelo. Pero cualquier lector fiel a la lectura de Chukri, no se extrañaría de la audacia analítica del autor, tiene que estar acostumbrado.
En este sentido y durante la presentación del libro en la Sala Beckett de Tánger (13 de febrero de 1997) quedó palpable y reveladora la actitud de Chukri hacia su mentor literario. El mismo Chukri contestó a todos los que le acusaron de haber pretendido saldar las cuentas con Bowles: “¿Por qué no? Sí, quería saldar mis cuentas con Bowles porque es un racista, un tacaño, un hipócrita y un ladrón. Aún Más, Bowles es un vampiro”.
Con estas polémicas declaraciones, Chukri sembró la tempestad en el entorno literario e intelectual y terminó por hacer partícipes a todos sus lectores presentando a Bowlesante un tribunal muy peculiar, un tribunal formado por los lectores.
Pero a pesar de las emociones tormentosas que inundan en el libro, la obra tiene una
importancia bastante particular. El lector no puede permanecer indiferente ante las afirmaciones del autor.
Chukri lo demuestra y lo prueba todo a través de una serie de documentación, aparentemente, real. Y con el firme propósito de dar crédito a la veracidad de sus afirmaciones, Chukri cita textualmente extractos de cartas personales de Paul Bowles y de Jane.
Chukri habla de la producción literaria de Bowles tras haber leído sus libros y para enfatizar sus palabras, recurre al conjunto de su obra en la cual sus héroes están destinados a tener un final cruel.
Este tipo de resultados pone en tela de juicio, según las palabras de Chukri, el deseo de Bowles de vengarse de la existencia humana.
Pero, de vez en cuando Chukri se olvida de Bowles para hablar de sí mismo, de sus amigos, del techo de su casa o de su perroJuba.
Chukri se deshizo de su padre en El pan desnudo y para saldar cuentas pendientes acusó, juzgó, condenó y mató a su padre literario, Paul Bowles.
En una extensa entrevista reconoce: “Con mi libro sobre Paul Bowles, habré matado a mi segundo padre. Basta ya de matar padres”.
Sin embargo, a pesar de todos los esfuerzos de Chukri por conocer la verdadera razón de la presencia de Bowles enMarruecos, termina el libro sin encontrar una respuesta convincente. Chukri está seguro de una sola cosa: Bowlesquiere Marruecos pero no quiere a los marroquíes. Quiere elMarruecos de los años treinta porque persiste en él una visión colonialista.
La problemática del por qué Bowles eligió Marruecos como destino de su residencia quedó y quedará planteada pero un libro de 216 páginas no consiguió contestar. Fue, sin lugar a dudas, el secreto mejor guardado de Bowles, su enigma igual que el enigma de Tánger que lo acogió hasta su muerte en 1999.
Tánger fue la confidente de Bowles, pero quién sabe si la ciudad seguirá guardando su valioso secreto o acabará por desvelarlo y entregar la llave a los curiosos.
Rajae Boumediane El Metn
Traductora de 'Paul Bowles, el recluso de Tánger'