viernes, 28 de septiembre de 2012

El devenir (*) según A. Jatibi (Khatibi) (1)




Los arbolitos proyectan sus frágiles sombras
entremezcladas con fogonazos estelares,
esperanza de una luminosa alternativa
al siniestro y cruel porvenir de la intemperie.

Y no, no se prolongan cual miedo de niño
sino que su danza crepuscular, hoja muerta,
construye geometrías de tiempo perenne.
¡Ah! y mi acto es azagaya contra las tinieblas.

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(*) Versión libre

(1) http://es.wikipedia.org/wiki/Abdelkebir_Khatibi

jueves, 27 de septiembre de 2012

27 de septiembre de 1975 (*) con versos de Jatibi (Khatibi) (1)



"De pie, en la calle", abierta a mi sangre envejecida,
"el hombre", varón sin tacha, "primero en la palabra".

Hoy "la calle se abre a mi sangre" envejecida,
"alarga sus raíces" de antaño hasta mi alcoba.
Me llega su sangre, sus dolores, "sus tumbas":
su mes, su fecha de veintisiete de septiembre,
sus treinta y siete años de memoria resistente.
Y no, no es para llorar sobre los cinco féretros
sino para apretar las manos en un puño de rabia
con voluntad política hoy de golpear la represión.

"Lo invisible, / lo irreductible de las calles" de España,
todas ellas repletas de indignadas muchedumbres,
es esa avalancha, portavoz del pueblo combativo,
"piedra", "puerta" abierta, "vuelo en la noche que gira",
una inundación de corazones dispuestos a latir.
Y no, no son silencios de inocentes corderillos,
ni mayorías mudas resignándose al sacrificio,
sino "agudas geometrías" con voluntad de filo.

"De pie, en la calle", abierta a mi sangre envejecida,
"el hombre", varón sin tacha, "primero en la palabra".

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(*) http://www.frap.es/FRAP/27%20septiembre%20Hoyo.pdf
(*) http://es.wikipedia.org/wiki/%C3%9Altimas_ejecuciones_del_franquismo
(1) http://es.wikipedia.org/wiki/Abdelkebir_Khatibi

lunes, 24 de septiembre de 2012

Pablo Neruda: Del aire al aire (*)


DEL aire al aire, como una red vacía, 
iba yo entre las calles y la atmósfera, llegando y despidiendo, 
en el advenimiento del otoño la moneda extendida 
de las hojas, y entre la primavera y las espigas, 
lo que el más grande amor, como dentro de un guante 
que cae, nos entrega como una larga luna.

(Días de fulgor vivo en la intemperie 
de los cuerpos: aceros convertidos 
al silencio del ácido:
noches deshilachadas hasta la última harina:
estambres agredidos de la patria nupcial.)

Alguien que me esperó entre los violines 
encontró un mundo como una torre enterrada 
hundiendo su espiral más abajo de todas 
las hojas de color de ronco azufre:
más abajo, en el oro de la geología, 
como una espada envuelta en meteoros, 
hundí la mano turbulenta y dulce 
en lo más genital de lo terrestre.

Puse la frente entre las olas profundas, 
descendí como gota entre la paz sulfúrica, 
y, como un ciego, regresé al jazmín 
de la gastada primavera humana. 
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(*) Título nuestro. Del poemario 'Canto general', parte rotulada como 'Alturas de Macchu Picchu'

jueves, 20 de septiembre de 2012

Antaño y hogaño unidos por pañuelos


Libro: El tiempo detenido: historia gráfica de Las Navas del Marqués
Autores: García Yebra, Tomás; Manzanero López, Pedro Antonio, (aut.)
Ediciones JC Clementine
1ª ed., 1ª imp.(05/2012)
256 páginas; 29x21 cm
Idiomas: Español
ISBN: 8495121956 ISBN-13: 9788495121950
Encuadernación: Rústica



El tiempo detenido. Historia gráfica de Las Navas del Marqués. Así reza el título del libro, cuyos autores son P. A. Manzanero y T. García Yebra

Podían haberlo rotulado 'El Tiempo Pasado'. El vocablo 'pasado' ya previene de que se quedó añejo, con mal sabor y olor. Y otro habría de continuar fluyendo joven, dulce y fragante. Un matiz, además, que implica un presente originario y un futuro problemático, pero futuro al fin y al cabo, aunque se intuya oscuro. Como lo es. Casi siniestro.

El tiempo es un movimiento continuo que se lleva fatal, casi como el perro y el gato, con la fotografía. Esta pretende detener el tiempo, si bien solo consigue detener el instante. Mas, ella, erre que erre, sueña con ser una barricada a la riada del tiempo para así detenerlo. ¿Para qué? Pues para recrearlo. O nostalgearlo, si se le permite a Ma Galio ese palabro sacado de no se sabe donde. Igual pensaba Jorge Manrique cuando nos deleitaba amargamente diciéndonos: 'Recuerde el alma dormida,  / avive el seso y despierte / contemplando / cómo se pasa la vida, / cómo se viene la muerte / tan callando, / cuán presto se va el placer, / cómo, después de acordado, / da dolor; / cómo, a nuestro parecer, / cualquiera tiempo pasado /fue mejor'. Él no tenía cámara fotográfica. Poseía, eso si, todo un carrete impreso en su memoria. Nostálgica, añorante, del tiempo ido.

La técnica fotográfica si no puede detener el tiempo que fluye constante y se convierte en imparable inundación, al menos logra retirar o extraer o salvar de la corriente, de ese oleaje impetuoso, el momento, el instante, el segundo que, siendo por su naturaleza fugaz lo convierte, milagrosamente, en tiempo detenido eterno.

Aunque, para qué negarlo, lo castra convirtiéndolo en un muñeco plano, sin vida. Por tanto sin volumen y sin matices. Sin cuerpo y sin alma. Nada nos dicen esas fotos de cómo había llegado el retratado o lo retratado a ese estado. Su nacimiento y devenir nos quedan sustraidos.

El tiempo detenido. Historia gráfica de Las Navas del Marqués. Lee Ma Galio. Mira la foto de la portada: unas mujeres han ido por agua a la fuente. Al lado de ellas, dos vacas jardas lecheras beben agua en el pilón de la misma fuente. Idílica estampa de convivencia de personas y animales, ajena a la preocupación de hogaño por la higiene, la seguridad sanitaria que parece querer separar a ultranza de la sociedad al mundo animal. Olvidando quizás que todos somos naturaleza.

Salta a la vista casi de inmediato que la foto se da de hostias -piensa nuestro guardia civil- con el tiempo detenido pues, este, para desmentir la posibilidad de su detención ha seguido su curso cuarteándola a la foto. Está seguro que, en el instante de sacarla, saldría lisa, brillante y pulida. El tiempo imparable se ha vengado, arrugándola, ajándola, de los que quiseron aprisionarlo.

Tan cuarteada aparece la foto que, Ma Galio, no se resiste a soplar sobre ella, cerrando los ojos y, en su imaginación, ve levantarse polvo y desaparecer la escena bucólica navera.

Un detalle le podría hacer pensar, a nuestro guardia civil, particular e intransferible, en eso que denominan 'eterno retorno' o vuelta de la Historia que logra la foto. Y se sonrió. El detalle que menciona es mujeres con sus pañuelos en la cabeza, uno negro y otro blanco; imagen muy actual; en Las Navas, aquí y ahora, hay numerosas mujeres con sus pañuelos; son, supone el miembro de la Guardia Civil, de religión islámica, marroquíes sobre todo. Ese 'eterno retorno' o vuelta de la Historia se refiere a que, en un momento de la Historia de España, hubo mayoría de musulmanes y minoría de cristianos, luego, con el paso del tiempo, se invirtió la composición: minoría de musulmanes y mayoría de cristianos. Fueron tiempos en los que, en nuestra tierra, hubo tres culturas: musulmana, judía y cristiana. Eso se borró tras la marcha obligada de los judíos y los moriscos.

Y en el momento actual se da una situación similar. Una minoría de musulmanes, con sus costumbres, se ha asentado en las tierras de Las Españas y no parece que se vayan a marchar. Faltaría la minoría judía. Mas, aunque en menor número que la musulmana, también los judíos han regresado, sobre todo sefardíes. Ma Galio ha conocido al que, hoy, es Presidente de la Comunidad Judía de Madrid, Jacobo Israel Garzón y además acompañó a las simpáticas hermanas Kohen, fundadoras de Raíces, revista judía de cultura, por las calles naveras.

Velos, pañuelos... Costumbres de antaño para algunos, hoy continúan con fuerza para otros.
Ma Galio se pone serio al recordar, como lo ha hecho, que se invadió Afganistán, con el pretexto, poco consistente, entre otras cohartadas, de liberar a las mujeres de burkas o velos o pañuelos. Las bombas han caido, posiblemente, sobre mujeres, como esas de la foto que llenan sus cántaros de agua en la fuente. Y la sangre ha regado hontanas, manantiales y ríos. Con la anuencia del Gobierno de España. Allí está el Ejército Español. 

Por cierto, que, a las mujeres, en vez de liberarlas, luego de ocupar su territorio, se han olvidado de ellas y de sus velos y burkas y...

-¡Milagro! -exclama Ma Galio- el tiempo ha sido detenido: el antaño se unió al hogaño mediante pañuelos, velos, burkas...

Gracias P. A. Manzanero. Gracias T. G. Yebra. Habéis logrado lo imposible: detener el tiempo con la historia gráfica. Como reza el título de vuestro libro.

viernes, 14 de septiembre de 2012

Una cita de R. Chandler. A propósito de Eurovegas.


De su novela 'El Largo adiós'.

En la cita el gran escritor de novela negra califica ese mundo de Las Vegas y Reno de corrupto que solo sirve para una cosa, para robar a la gente mas sencilla. 'El gran robo a gran escala -dice- empieza  por monedas de 10 (diez), de 25 (veinticinco), de 50 (cincuenta) centavos y, de cuando en cuando, billetes de 1 (un) dolar o incluso de 5 (cinco). 




Esto es lo que el gobierno del PP en Madrid, con la E. Aguirre al frente, quiere para España: el robo a gran escala.


"Aborrezco a los jugadores -dijo con voz ronca-. Tanto como a los camellos. Propician una enfermedad que corrompe tanto como la droga. ¿Piensas que esos lujosos edificios de Reno y Las Vegas sólo son sitios de diversión inocente? Ni hablar; están pensados para la gente insignificante, el pardillo que da algo sin recibir nada a cambio, el muchacho que se presenta con el sobre del sueldo y se queda sin el dinero para pagar la compra del fin de semana en el supermercado. El jugador rico pierde 40 de los grandes, se lo toma a broma y vuelve a por mas. Pero el jugador rico no es el que da dinero de verdad. El robo a gran escala empieza  por monedas de 10 (diez), de 25 (veinticinco), de 50 (cincuenta) centavos y, de cuando en cuando, billetes de 1 (un) dolar o incluso de 5 (cinco). El dinero del tinglado del juego llega como entra el agua por la cañería de tu cuarto de baño, un flujo constante que no cesa. Siempre que alguien quiere acabar con un jugador profesional, me ofrezco yo. Me gusta. Y cada vez que las autoridades de un estado aceptan dinero procedente del juego y lo llaman impuesto, esas autoridades están ayudando a perpetuar mafiosos. El barbero o la chica del salón de belleza apuestan exactamente 2 (dos) dólares. Eso va a parar al sindicato (*), eso es lo que de verdad produce beneficios. La gente quiere un cuerpo de policía que sea honrado, ¿no  es eso? ¿Para qué? En este estado tenemos hipódromos legales que funcionan todo el año. Funcionan con seriedad y el estado se lleva su parte, y por cada 1 (dolar) apostado legalmente hay 50 (cincuenta) que van a las apuestas clandestinas. Hay 8 o 9 carreras en un boleto de apuestas y en la mitad, las poco importantes en las que nadie se fija, el tongo es posible en cualquier momento en que alguien lo decida. Solo hay una manera de que un jinete gane una carrera, pero hay muchas maneras de perderla, aunque haya comisarios por toda la pista encargados de vigilar, porque no pueden hacer absolutamente nada si el jinete es un experto. Eso es juego legal, hermano, un negocio limpio  y honrado, con todas las bendiciones oficiales. ¿Está bien entonces? No, de acuerdo con mis reglas. Porque es juego y engendra jugadores, y cuando lo sumas todo solo hay una clase de juego, la mala."
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Fotos: Raymond Chandler
(*) Se entiende sindicato del crimen