Leemos por ahí que la editorial VOSA (Vanguardia Obrera, SA) clausura sus actividades, es decir: deja de publicar. Debe de ser la crisis que la ha derrotado. Pensábamos que la vanguardia era inmune a esas contingencias. Pues no, la otrora Vanguardia Obrera hecha de acero bolchevique se ha derretido como mantequilla.
Ahora, precisadamente ahora, cuando más caminos había que alumbrar, veredas que señalar o atajos que desbrozar, se va. Cierra. Fin.
Mientras arroja la toalla, todos los los ricos del mundo, unidos, toman la consignan de Marz y Engels, esa del Manifiesto Comunista y remedándola gritan: ¡Ricos de todos los países del mundo, uníos ante la merma de vuestros caudales! Y ahí los vemos uniéndose con el objetivo de robar de las exíguas arcas públicas del pueblo trabajador para reponer sus abundantes baúles privados. Están utilizando las instituciones descaradamente a su servicio; más que nada por caridad, porque la caridad bien entendida comienza por uno mismo, es decir: por ellos, por los banqueros...
Bien, pues en este momento de rapiña de los señorones del orbe con los pobres del mundo es cuando la editorial VOSA (Vanguardia Obrera, SA) da por finalizadas sus publicaciones.
En el momento en que, en España, la clase obrera (¿existe aún?) y otras capas pobres comienzan a sufrir los arañazos de la crisis; cuando, además, la justicia, la democracia, la libertad (para mayor gloria de la monarquía herededa del franquismo) empieza a ausentarse brillando en su lugar la ausencia, su vacío, se va nuestra vanguardia; veamos un ejemplo, un solo ejemplo: se ilegaliza Acción Nacionalista Vasca (ANV), Gestoras Pro-Amnistía, Partido Comunista de las Tierras Vascas... lo que quiere decir que se deja sin derecho a voto a decenas de miles (si no cientos de miles) de vascos y vascas... ¡ANV ilegalizado!... ¡Un partido histórico de la lucha antifascista!... Por el contrario están legalizados partidos y organizaciones verdaderamente nazis... ¿El mundo al revés?... No, porque, si al frente del estado tenemos una institución heredada del fascismo, la monarquía, es natural que esos partidos e instituciones estén en paridad con ella y a ella no le molesta.
Es de risa, sino diera pena.
Efectivamente, es de risa sino nos diera pena que cuando más se necesitan las armas se destruyan.
Para los que no lo sepan, habría que decirles que Vanguardia Obrera, SA (VOSA) surgió como editorial en el seno del Partido Comunista de España (marxista-leninista) 'PCE (m-l)', partido, como reza su nombre, de ideología marxista y leninista que fue miembro del FRAP, ese Frente Revolucionario Antifastista y Patriota, surgido en España en la decada de 1960-1970 del siglo pasado, quien, en la medida de sus posibilidades, fue la única organización política que se atrevió a desmantelar, con sus acciones, el estado franquista, según escribió el historiador Pierre Vilar. De ahí el odio que mostraba la prensa que se publicaba en los últimos años del régimen de Franco hacia esa organización; recordamos el titular de una revista, rotulada 'Cambio16', muy importante en esos tiempos: ¡Guerra al FRAP!
Luego, si, la represión dejó titulares, cogió los fusiles y asesinó a cinco militantes antifascistas el 27 de septiembre de 1975. Tres de ellos eran del FRAP.