miércoles, 26 de diciembre de 2007

Simón Sánchez Montero



Con este nombre vivió un miembro del Comité Central de Partido Comunista de españa (PCE). Decimos vivió porque hace poco que ha muerto.

Leemos en Wikipedia: (Simón Sánchez Montero (Nuño Gómez, Toledo, 31 de julio de 1915 - Madrid, 30 de marzo de 2006) fue un político español, destacado dirigente del Partido Comunista de España (PCE).
De familia campesina, emigró a Madrid en
1927, donde trabajó como sastre y panadero. Durante la II República se afilió al sindicato de panaderos de la UGT y en 1936 al PCE. Combatió durante la Guerra Civil Española en el bando republicano, encuadrado en un batallón sindical de panaderos.)

Pocos día ha le rindieron un homenaje en el Parlamento de las Españas. Según nuestras noticias no acudió nadie de la actual dirección del PCE. Estuvieron antiguos camaradas, entre ellos los escritores Armando López Salinas y Carlos Álvarez. Este último muy crítico con la línea de claudicación de este partido.

El antiguo y glorioso PCE jugó un papel vergonzoso en la llamada transición de la mano de su máximo dirigente Santiago Carrillo, traicionando sus principios revolucionarios abandonando el marxismo-leninismo. Eso trajo consigo la aceptación de la Monarquía, heredera del franquismo, y por tanto el olvido de la lucha por la República. Cundió la desmoralización y el sálvese quien pueda. A sus dirigentes la oligarquía le premió con alguna migaja. Y la clase obrera le dio la espalda.

El partido, mientras se desmoronaba como tal (aún sigue) fue asaltado por arribistas, trepadores, que se pusieron a pelear por los restos con el fin de subirse, aunque fuera al furgón de cola y con estos (los restos) malolientes.

No sabemos el papel que jugó Simón Sánchez Montero en todo este tinglado. Suponemos que algo, por lo menos sería consentidor. Pero lo que no entendemos es que un hombre que lo diera todo por su partido, por sus camaradas, pueda ser, así, abandonado. Pues si de canallas, si de traiciones se trata, todos han estado en el mismo barco. Algo de esto quizás pensaba Carlos Álvarez. En plan humanitario, no político. Como lo hacemos nosotros ahora.

Tenemos un amigo que fue invitado al acto. Luego, miró en prensa, radio y televisión. Nada, ni una línea, ni una imagen, ni una voz recordó el acto. Pero, ni apenas en Internet ha salido nada de nada. A pesar de los favores hechos al poder por los dirigentes comunistas, nada. Ha sido ignorado. Y los medios de comunicación estaban presentes en el Parlamento.

Nos viene a las mientes aquella contestación que, Roma, dio a los camaradas del guerrillero lusitano, Viriato, al que traicionaron y asesinaron, comprados por esos romanos: "Roma no paga traidores".