lunes, 4 de diciembre de 2006

José Bergamín: Quiero morir solo (*)

Quiero morirme solo; como un perro
en su rincón. Sin que lo sepa nadie.
De madrugada. Antes que asome el día.
Dormirme. Y no volver a despertarme.

José Bergamín

(*) Título nuestro

Canción Dyula: un amante (*)

Un amante es bueno durante la noche,
es bueno durante la noche...
pero resulta que el día ya brilla.

(*) Título nuestro

EMILIO PRADOS: el mañana y el ayer

1)

El mañana y el ayer,
son 3 mañanas con hoy:
pensar es amanecer.


2)

Amanecer y morir
desnudan al pensamiento
que eterno sueña vivir.


Emilio Prados

Violeta Parra: LO QUE MÁS QUIERO

El cielo que yo más quiero
se ha comenzado a nublar,
mis ojos de nada sirven
los mata la oscuridad.

Violeta Parra

Al Valiente no se le ven las Lágrimas

UN HOMBRE DE AQUÍ, UN MAKONGO, NO LLORA, UN MAKONGO DEL CLAN KIKWINBA, TOTEN MONO, NO CONOCE LAS LÁGRIMAS.


Sony Labou Tansi (El ante pueblo)



El valiente llora, pero sus lágrimas no corren.

CONGO

José Hernández: ¡Qué indios... (*)

¡Qué indios, ni qué 'servicio'
si allí no había ni cuartel!
Nos mandaba el Coronel
a trabajar a sus chacras.

(José Hernández en 'Martín Fierro')

(*) Título nuestro

No se salva ni Dios

En cuestión de dinero, según leo en un blog, no se salva ni Dios. Parece ser que ya ha sido comprado. Los obispos lo saben bien. Y los cardenales... no digamos.

CARLOS ZIPPEL y GARCÍA: Y nosotros debemos cantar

La A.E.U. a la memoria de ...

Y nosotros debemos cantar
con la esperanza
anclada;
¡Cómo si un día,
a sabiendas,
fuésemos a encontrar
el corazón de todos
en el sueño!...

Carlos Zippel y García
(Guatemala, 1961)

Miguel de Unamuno: SALAMANCA (*)

Amores que nacieron como nace
en los trigales amapola ardiente
para morir antes de la hoz, dejando
fruto de sueño.


Miguel de Unamuno

(*) Título nuestro

VIOLETA PARRA

De la flor de la amapola
seré su mejor amiga,
la pondré bajo la almohada
para dormirme tranquila.

Guinea - Argelia: proverbios

El dios se pone de acuerdo con los grandes.
(mandinga, diola, fulbé. GUINEA)



Dios no le muestra su camino al huérfano.
(kabila. ARGELIA)

CORRIDO A LA MUERTE DE ZAPATA

Jilguerito mañanero
de las cumbres soberano,
¡mira en que forma tan triste
ultimaron a Emiliano!

CORRIDO

José Mª Lopetegui: Gezurtientzat

¡Estúpidos! Ellos creían
que tomar Madrid sería
como tocar las campanas
subiéndose al campanario.

José Mª Lopetegui (bersolari)
1975-1942

CORRIDO: Canta, canta, gorrioncito

Canta, canta, gorrioncito,
di en tú canción melodiosa:
'Cayó el general Zapata
en forma muy alevosa'.

AHMADOU KOUROUMA: Dicho


La Justicia se había recluido en un gran chalet rodeado de un jardín.


Ahmadou Kourouma

(Los Soles de las Independencias)

FRASES: S. Frasheri, E. Martínez Estrada, J. l. Borges, Malí, Anónimo

Cuando se cansa el cuerpo se tranquiliza el alma.
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Lo que en verdad da pena es lo que no se ha escrito.
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Está en tí la ventura // como la primavera en la hoja nueva.
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¡No olvidemos jamás nuestros orígenes, el futuro está lleno de imprevistos!
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Ya cantan los gallos, buen amor, y vete, cata que amanece.

José Mª Amigo Zamorano: HA MUERTO EUSEBIO GARCÍA LUENGO




(TOMADO DE ARGENPRESS. Fecha publicación:24/12/2003)

El sábado 21 de diciembre de 2003 murió el escritor extremeño Eusebio García Luengo a sus 94 años. Republicano, comenzó su andadura literaria de mano de su amigo el escritor comunista palentino Cesar M. Arconada.

Eusebio García Luengo nació en Puebla de Alcocer (Badajoz) en 1909. Desde los trece años vivió en Madrid, en cuya universidad se matriculó en algunos cursos de Derecho y Filosofía y Letras. Su afición juvenil al teatro le llevó a unas breves pruebas como actor. En 1934 contrae matrimonio con la actriz Amparo Reyes de la que algún tiempo estuvo separada y con la que, de vez en cuando, según dice el escritor Jesús Pardo en su obra 'Autoretrato sin retoques', iba a echar 'barrocos polvos' ('¡qué sabrá él! --decía D. Eusebio al leer esto-- pero claro así llena páginas páginas con semejantes bobadas'). Pasó la guerra en la zona republicana entre Madrid y Valencia; en esa ciudad, de donde era su mujer, fue cronista de guerra estando a las órdenes de García Pelayo el que, luego, fuera primer Presidente del Tribunal Constitucional de la historia más reciente de España y con el que tuvo una gran amistad. Fue amigo del escritor comunista palentino Cesar M. Arconada, colaboró en la revista 'Nueva Cultura' y con la Asociación de Escritores Antifascistas para la Defensa de la Cultura. Allí trabó amistad con los Gaos y Max Aub; conociendo a Machado y León Felipe entre otros.

Juan Fernández Figueroa, extremeño como él pero de 'extremaduras muy distantes y distintas', le da trabajo en la revista 'Índice' y le publica 'Las supervivientes', drama donde la pasión amorosa se analiza matizadamente.

En las páginas de la revista 'Índice' publicó comentarios sobre libros y obras teatrales. Como crítico participó de jurado en la concesión de los Premios de la Crítica que entonces se daban en Zaragoza. En una ocasión, votó en contra de la novela de Cela, 'La Catira' (novela que este escritor había escrito, como todo el mundo sabe, por encargo del dictador venezolano Marcos Pérez Jiménez); pues bien, Cela se enteró y le escribió al director de Índice una carta con el objetivo de que su dueño y director expulsara del trabajo ¡que barbaridad! a D. Eusebio; Figueroa, no solo no lo echó sino que, además, le contó la putada que le quería hacer el siniestro Cela. En otras diversas publicaciones (Proel, Corcel, La Estafeta Literaria, Almotamid, Ínsula, Cuadernos Hispanoamericanos etc, etc, etc) colabora con ensayos de diferente género, preferentemente dramático.

Entre sus obras teatrales cabe citar 'El celoso por infiel' (representada por el SEU), 'El pozo y la angustia', 'Entre esas cuatro paredes', 'Por primera vez en la vida', 'El retrato'. Es autor de las novelas 'El malogrado' donde recoge ambientes y tipos de una cierta bohemia literaria de los años 20-30; 'No sé' y la 'La primera actriz' (ésta premio Café Gijón de novela corta de 1950, es decir en la primera convocatoria)

Las agencias de España han difundido una biografía en la que, cuidadosamente, han omitido sus años de lucha por la República y por un mundo mejor, sin clases; y por supuesto no han citado sus obras de aquel tiempo y sus amistades con personalidades revolucionarias.

Se había vuelto muy observador de la vida cotidiana pues, no pudiendo leer los periódicos, que fue su vicio, lo sustituyó observando a las gentes ('al personal como dicen en Madrid') y oyendo la radio que fue su descubrimiento, un poco tardío según él. Tenía un gran sentido del humor que no expresaba con carcajadas ni risas, sino con fina ironía; así, contaba: que solía pasear por los bulevares que hay por la calle Ibiza (Madrid) donde vivía y de vez en cuando se sentaba en los bancos de esos bulevares; había observado a una señora que durante unos días pasaba por donde estaba sentado y lo miraba; un día se acercó y le preguntó que si estaba solo, que si no tenía familia y otras cosas (muy compasiva y cariñosa la señora); D. Eusebio le contestó que no estaba solo, ni abandonado, que vivía con un hijo y que además en la misma calle, un poco más arriba, otro vástago moraba; pero que salía de casa porque padecía de claustrofobia; la mujer lo miró al oír la palabra claustrofobia; se separó de él asustada y... ' 'Juyó, juyó --decía D. Eusebio, imitando a los extremeños de su pueblo-- como alma que lleva el diablo. A saber lo que pensaría la señora que era claustrofobia'.

Otra vez, atravesando un paso de peatones, D. Eusebio iba oyendo: 'Ay cariño; no te asustes; tranquilo cariño; mi vida; pasa, pasa' Al llegar a la otra acera D. Eusebio se vuelve, curioso. Ve a una señora que aprieta contra su pecho a un perro y sigue acera adelante diciendo: 'Ves, cariño, si no pasa nada; ¡Ay, mi chiquitín; tranquilo, mami te protegerá siempre'.


SALAH GAHIN (*): rubayatas (poema inédito en castellano)

A pesar de que todas las criaturas son de barro
y todas ellas nacen con los ojos cerrados,
minutos, meses y años después
encuentras mala y buena gente.
¡Me asombro!

Me asombro... me asombro de tí, tiempo,
padre de casos insólitos, haces llorar a mis ojos:
cómo elijo yo para mi alma camino
y yo en la vida entro obligado.
¡Me asombro!

Obligado a vivirte, mañana, forzado a tí, noche;
no entré en la vida por mis pies, ni tuve ganas:
me llevaban en brazos cuando entré en la vida
mañana llevado en brazos saldré de ella.
¡Me asombro!

Años pasan por mí, un grupo tras otro:
uno me tomó por hijo, otro por marido,
y el tercero por padre me tomó, y el cuarto ¿qué,
qué hace quien tira una ola a otra ola?
¡Me asombro!

Sin rayos que desgarren la oscuridad estoy,
con miedo, de pie en mi lugar que no abandono,
y cuando llega la luz y veo los caminos,
aún más dudo... ¿Cuál tomo?
¡Me asombro!

Curioseé mucho en el universo y me ocupé
y pregunté por qué y para qué.
Hago preguntas... la respuesta se vuelve pregunta.
Salgo y mis dudas son más que cuando entré.
¡Me asombro!

De la nada salió el hijo de Adán, y dije: ¡oh!
A la nada volvió el hijo de Adán, y dije: ¡oh!
Tierra que revive... y el vivo se conviertte en tierra.
¿Es el origen la muerte o la vida?
¡Me asombro!

Enterrado el feliz en un mausoleo de mármol,
y dentro de un hoyo sin mortaja un desconocido.
Por ellos pasé, y dije: ¡qué curioso!
Los dos huelen a la misma podredumbre.
¡Me asombro!

Muchas veces encontré amigos, y no les traté,
y copas de vino y bebida, y no las bebí;
me arrepiento de las oportunidades que dejé
o de las ocasiones que no había dejado.
¡Me asombro!

Este universo cómo existe sin fronteras:
en el hay escorpiones, serpientes y gusanos.
Un sabio experto pasó, y dijo: 'Saludos.
Hay muchas preguntas sin respuesta.'
¡Me asombro!

Corazón, el tiempo engaña a traición,
llegará el día en que vas a necesitar un grano de fé.
Mi corazón tembló y me preguntó: 'En qué creer,
en qué creer, dudo hace tiempo.'
¡Me asombro!

Oh puerta cerrada... ¿cuándo se abrirá?
Soporté mucho, y el paciente alcanzará su meta.
Llamé años... y la respuesta me vuelve, ¡quién?
Si supiera quien soy yo, lo diría.
¡Me asombro!

Soy joven, pero mi edad es de más de mil años;
solo pero entre mis costillas hay mucho gentío.
tengo miedo, pero me temo a mi mismo.
Mudo, pero mi corazón está lleno de palabras.
¡Me asombro!

Amo la vida, aunque hubiese de vivirla en las selvas.
Me levanto como me alumbró mi madre, y duermo.
Ave, animal, insecto, humano, pero vivo.
¡Qué bonita es la vida!, aunque sea en forma de planta.
¡Me asombro!

(*)Salah Gahin: poeta egipcio polifacético; escribió teatro para el teatro nacional y para el teatro de títeres; fue pintor, dibujante (autor de la primera película de dibujos animados en 1952); autor de centenares de canciones (muy famosas en Egipto); pero también fue premiado por la ciencia además de por el arte... Murió en 1986. Esta es la primera vez que se traduce al castellano y la primera vez que se publica completa esta rubayata (la primera mitad la publicó la revista 'Caminar Conociendo'. La traducción es de Ahmed Sacaria Ahmed (Egipto, 1962) doctor en filología hispánica por la Universidad Complutente cuya tesis doctoral versó sobre la investigación y transliteración del manuscrito aljamiado nº XXIX del CSIC. Trabajó de profesor en la universidad cairota de AIN CHAMS hasta 1988. Actualmente es empresario madrileño.











Rodrigo de Reynosa: Yo me ir a porta de villa (*)

COPLAS SUYAS A LOS MISMOS NEGROS.
HANSE DE CANTAR AL TONO DE GUINEO


Yo me ir a porta de villa
antes que salir el sol
con mi pala y esportilla
a coger la caracol.
Para mi amo comprar col
que vender en el aduana,
mangana, mangana
no tener vino ni chucaracana.

Yo me ir allá a la horta
para el nabo mercar,
e abrir pasico la porta
y hortelano no fallar.
Y los nabos le hurtar
y una cebolla albarrana,
mangana, mangana
no tener vino ni chucaracana.


Rodrigo de Reynosa

Dichos Africanos: FULBÉ y CONGO

Decir 'fuego' no quema la boca.

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No embarques nunca al cocodrilo en tu piragua.

CORRIDO A LA MUERTE DE ZAPATA

Amapolita olorosa
de las lomas de Guerrero,
no volverás a ver nunca
al famoso guerrillero.

............................
Como héroe murió Zapata
por dar Tierra y Libertad.
A la orilla de un camino
había una blanca azucena:
a la tumban de Zapata
la llevé como una ofrenda.

Ezequiel Martínez Estrada

Desdeña, pues que subes,
cuanto es terrestre y
como Beethoven, dí:
'Mi reino está en las nubes.

E. Martínez Estrada

LOPE DE VEGA, SONETO VII: Éstos los sauces son (*)

Éstos los sauces son y ésta la fuente,
los montes éstos y ésta la ribera,
donde vi de mi sol la vez primera
los bellos ojos la serena frente.


Este es el río humilde y la corriente
y ésta la cuarta y verde primavera,
que esmalta el campo alegre, y reverbera
en el dorado TORO el sol ardiente.


Árboles, ya mudó su fe constante;
más, ¡oh gran desvarío!, que éste llano,
entonces monte le dejé sin duda.


Luego no será justo que me espante
que mude parecer el pecho humano,
pasando el tiempo que los montes muda.


Lope de Vega

(*) El título nuestro