noviembre 24, 2010 por PCE (m-l)
Publicado en: Comunicados
…Para la libertad me desprendo a balazos
de los que han revolcado su estatua por el lodo.
Y me desprendo a golpes de mis pies, de mis brazos,
de mi casa, de todo.
Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,
ella pondrá dos piedras de futura mirada
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada.
Retoñarán aladas de savia sin otoño
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.
Porque soy como el árbol talado, que retoño:
porque aún tengo la vida.
Miguel Hernández
Hemos recibido con consternación la noticia del fallecimiento del camarada Abraham Serfaty, el pasado día 18 de noviembre.
Afiliado al Partido Comunista de Marruecos en 1944, defendió la independencia de ese país, lo que le llevó a la cárcel en 1950. En 1970 rompió con el PCM, ante la degeneración revisionista de este partido, fundando con otros dirigentes la organización marxista leninista: Ila-l-Amam («Adelante»), actualmente Vía Democrática.
El régimen del sátrapa Hassan II, al que Juan Carlos de Borbón se dirigió siempre como su «hermano mayor», desató su furia represiva contra los militantes de Ila-l-Amam. Muchos de ellos, como Saida Mnebhi, Abdellatif Zeroual y Amin Tahani, murieron en prisión o sometidos a brutales torturas. Fueron los años de plomo de un régimen de terror que hoy mantiene una implacable explotación de la mayoría del pueblo marroquí y la ocupación militar del Sáhara. El camarada Serfaty fue detenido nuevamente en 1972 y posteriormente, a partir de 1974, encarcelado durante 17 años, hasta que la presión internacional logró su excarcelación en 1991. Siempre mantuvo la entereza; nunca, ni en las más duras condiciones, pudieron sus torturadores y carceleros doblegar su dignidad de militante comunista.
La vida de Abraham Serfaty fue un ejemplo para los marxistas leninistas de honestidad, coherencia política y firmeza ideológica: de origen judío sefardí, luchó contra el sionismo y defendió la creación de un Estado Palestino; nacido en Marruecos y luchador incansable por su independencia, defendió hasta su muerte el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui.
Conviene no olvidar en momentos como los actuales, en los que el reagrupamiento de los comunistas es tan necesario, que éste no puede nunca lograrse a costa de los principios; que la labor del revisionismo moderno tuvo consecuencias dramáticas para el desarrollo del movimiento comunista; que, a pesar de las traiciones y de la represión más salvaje, hubo fuerzas como Ila-l-Amam y militantes como Abraham Serfaty que, en las peores condiciones, mantuvieron en alto las banderas de la revolución proletaria. Gracias a su esfuerzo se pudo resistir el golpe traidor del revisionismo.
Queremos trasladar a los comunistas marroquíes nuestro pesar por tan sensible pérdida y nuestra convicción de que su ejemplo será seguido por nuevas generaciones de luchadores que se incorporan a la tarea de profundizar la vía de emancipación abierta por Abraham Serfaty.