Ha caído en nuestras manos, por casualidad, un periódico titulado 'PRENSA EN LUCHA' autodenominado Órgano de los Trabajadores de la Información y Artes Gráficas de Madrid en huelga. ¡No. No se sorprendan. No hay huelga por ahora! Es del 23 de septiembre de 1977. Se declararon en huelga, entonces, a raiz de un atentado contra la redacción de 'El Papus', una publicación humorística de Barcelona. La bomba mató a Juan Peñalver, un trabajador de esa revista.
Recordemos un poco. Hagamos memoria histórica: el 27 de septiembre de 1975 son asesinados por pelotones de guardias civiles y policías armados 3 militantes del FRAP y 2 de ETA cuyos nombres, José Humberto Baena Alonso, Ramón García Sanz, José Luis Bravo Solla, Juan Paredes Manot y Ángel Otaegui Echevarría, han pasado a la Historia. Tristemente. Últimos asesinados del franquismo. Al poco muere, en la cama del hospital, Francisco Franco, el general dictador que había firmado las condenas de muerte. Le sucede, en el cargo de Jefe de Estado, la persona nombrada por él: Juan Carlos, numerado Primero, como rey; y se nombra Jefe de Gobierno a Adolfo Suarez que era Secretario General del Movimiento Nacional, partido que había aglutinado a los diferentes grupos fascistas durante los 40 años de dictadura.
Bien, por arriba, como había dicho el dictador, estaba todo atado y bien atado. Mas, no obstante, esta dirigencia, que podría considerarse ultra, para contener, aun más, las luchas del pueblo organizaba grupos o células terroristas que golpeaban en lugares concretos, puntuales. Es el caso de El Papus. Los nombres con los que se bautizó estos grupos terroristas son sumamente significativos: VI Comando Adolfo Hitler, Triple AAA (Alianza Armada Antocomunista), Primer Comando 18 de Julio, Guerrilleros de Cristo Rey, Comando Benito Musolini... Los obreros, los trabajadores en general, sospechaban que todos estos grupos estaban organizados desde arriba, desde altas esferas, desde los Altos Poderes del Estado. E incluso en algún caso pudo descubrirse: asi el 7 de septiembre de 1976 son agredidos dos periodistas catalanes por una de facciones 'incontroladas': en realidad eran agentes de la Brigada Político-Social; es decir, para los que no sepan de que hablamos: miembros de la policía política franquista.
De modo que la situación estaba clara: un Jefe de Estado, como rey, nombrado por el dictador; un Jefe de Gobierno, salido de las altas instancias del fascismo español; unos comandos terroristas, para amedrentar al pueblo, haciendo los 'trabajos sucios', creados en despachos oficiales. Y... ¿y la oposición?, ¿qué hacía la oposición antifranquista?... ¿que hacían el PCE y el PSOE?... Bueno, algunos grupos de la oposición como el FRAP y ETA, por ejemplo, se atrevieron a 'plantarle cara al poder', según vino a decir el historiador Pierre Vilar, a desenmascarar esa maniobra de colocar en los puestos dirigentes a franquistas sin Franco. Otra oposición, la mayoritaria, PCE y PSOE, se dedicó a desorientar. En el periódico que comentamos se puede leer un comunicado firmado por UGT, CC.OO, SU, CSUT, USO, CNT, Comisión Gestora para Unidad de los Periodistas, Asamblea de Trabajadores de Información y Artes Gráficas de Madrid; es decir: por la influencia de esos partidos, PCE y PSOE, sobre todo, con algunas excepciones:
"Que lo sepa también el Gobierno. Que el Gobierno sepa que las bombas y los tiros ya no van contra abogados, ni contra periodistas, ni contra libreros. Las bombas tiran a dar a la democracia. Que busquen a esa pandilla de siniestros 'gángsters', a los que quieren hacer imposible la reconciliación y la paz entre los españoles. Sabemos de los momentos delicados por los que pasa el país. Estamos serenos y calmados. Pero firmes y UNIDOS. No nos moverán."
Es decir: los enemigos de esa democracia son unos cuantos elementos desperdigados por ahí tirando bombas; una pandilla de 'gangsteres'; y, siendo increíble, tiene que reconocerse que esa pandilla, con todo, está amenazando la democracia; dejando al país en un 'momento delicado'. ¿Mas claro agua? Bueno, depende: a veces un galimatías desorientador para que las masas no luchen mas. Solo hasta conseguir alguna parcela de poder. Hasta tocar cacho. Aunque sea un poquito. El caso es, mientras tanto, encubrir que están metidos en una maniobra antidemocrática. Que son, como decía Bergamín, unos tramposos ya que se habían metido en la trampa por propia voluntad. Y es que no denunciar los poderes del Estado, desde donde salen esos grupos terroristas, era engañar a los trabajadores y echarlos en brazos de un rey, heredero del franquismo y un jefe de gobierno de ideología fascista.
Y por si quedaba duda de quién dirigía el cotarro de la transición, ahí está la reunión de directores de medios informativos con el entonces gobernador civil de Madrid, Rosón, otro fascista, que luego sería Ministro del Interior. En esa reunión todos, excepto los representantes del diario Pueblo y El País, estuvieron en contra de la huelga, y con los empresarios y a favor del Gobierno. Tan escandalosa fue la postura de los reunidos que hasta la Asociación de la Prensa de Madrid se opuso a la huelga. Desde ese momento la llamaron Asociación Patronal de Prensa. La conclusión estaba clara: una cosa es que maten trabajadores y otra muy distinta el que socaven las ganancias de nuestro capital. ¡Hasta ahí hemos llegado! ¡Eso no se podía consentir!
¿Y aun hay alguien que pueda sorprenderse de cómo está la situación ahora: el PCE hundido, el PSOE que es casi como un PP y unos sindicatos que no se mueven? Ya casi todo el mundo sabe que no hubo ruptura con el franquismo. Que ha seguido tieso en las partes esenciales. Es una idea que va calando hondo entre el pueblo.
Para ilustrar esa honda caladura quisiéramos citar las palabras introductorias de un libro sobre la represión fascista en un pueblo de la provincia de Zamora llamado Morales de Toro. Libro titulado 'Matando sueños, sembrando miedos'. Sus autores son José Mª del Palacio Alonso y Cándido Ruiz González:
Para ilustrar esa honda caladura quisiéramos citar las palabras introductorias de un libro sobre la represión fascista en un pueblo de la provincia de Zamora llamado Morales de Toro. Libro titulado 'Matando sueños, sembrando miedos'. Sus autores son José Mª del Palacio Alonso y Cándido Ruiz González:
"¿Por qué regla de exclusión nos está costando tanto homenajear y rehabilitar a los defensores de la democracia republicana, que fueron muertos, difamados y continúan, en su gran mayoría, desaparecidos?... En los años ochenta y noventa la transición española era catalogada de modélica, pero en la perspectiva que dan los treinta años de democracia, va aumentando el número de los que opinamos que ni aquella transición fue tan modélica, ni ésta es una democracia plena... A través del Pacto Constitucional se incorporaron a la Democracia símbolos tan significativos como el himno, la bandera y el Rey designado por Franco. Así mismo los cuerpos y jerarquías de las administraciones de Justicia, del Ejército, de la enseñanza básica y universitaria y de los funcionarios públicos se incorporaron al nuevo sistema sin depuración alguna de modo que el aparato que debía interpretar o ejecutar las leyes del cambio continuaba siendo el de la dictadura."
Las hemos puesto por provenir de estudiosos sin ninguna notoriedad. Nacidos de entre el pueblo. La verdad, por tanto, se va abriendo paso. Poco a poco. Luego, vendrá la acción popular. Y sin duda la República.