Hemos leído un libro que nos han dejado. Se titula 'Viaje universal en busca de la verdad'. Sus autores: Eugenia Lefevre y Pedro de la Cerda. Así, en ese orden.
El libro, para qué negarlo, no es modelo de literatura de viajes precisamente. Abundan los adjetivos: expléndido, magnífico, excelente, fantástico... que no dicen nada; o los superlativos: extensísimo, vastísimo, altísimo, antiquísimo... que añaden a la nada poco más. Pero no, con esto no queremos menospreciar el libro, no; en modo alguno. Ya ellos se dan cuenta de su pobreza descriptiva y a lo largo del texto lo manifiestan. Por lo tanto la autocrítica, la honradez, brilla en ellos. Además, de todo libro se aprende algo. Y cuando trata de lugares que nunca visitaremos mas aun.
El viaje, porque se trata de un viaje, lo realizan alrededor del mundo: saliendo de un puerto francés visitan EE.UU., luego, atravesando el Canal de Panamá, Oceanía, Asia (Japón, China, India, Filipinas, Indonesia), Africa (Egipto) para retornar a Europa pasando por Italia.
Pero más que el libro no hemos interesado por los autores, sobre todo por uno, Pedro de la Cerda. ¿Por qué? Porque al ser militar sorprenden las opiniones vertidas en el libro: antioccidental y anticapitalista. Y más, siendo, como fue, militar como ya hemos dicho (general para concretar un poco), su abominación de la violencia, su aversión a las guerras, su inquina a los dictadores, su disgusto con el proceder de los 'camisas negras' de la Italia fascista. Si a esto le añadimos su cristianismo despotricando contra curas o clérigos que alientan los enfrentamientos, las guerras...
Unos pensamientos complejos, quizás. ¿Sería masón? No lo sabemos. Veraneaba en Las Navas del Marqués, donde tenía una casa, 'Los Golos', entre pinares; y por entre los pinos, según algún autor, se paseaba en cueros. Cuando la rebelión militar fascista contra el legítimo gobierno de la República se puso al lado del gobierno y sofocó, al decir de ciertos historiadores, el levantamiento por estos lares serranos; a consecuencia de su acción murieron guardias civiles en Navalperal de Pinares: 'Prensa de Madrid de 26-julio-1936: El General republicano don Pedro de la Cerda, que veraneaba en Las Navas del Marqués, se adueñó del pueblo en nombre de la República al frente de las fuerzas milicianas y reduce a la Guardia Civil, cuyos números fueron asesinados'.
Pero antes había participado en la represión de los mineros asturianos en 1934; así escribe Luis Carlos Sen Rodríguez en el Nº 63 (30 de junio de 1986) de "Tierras de León", revista editada por la Diputación de León: 'Desde los primeros momentos de la revolución el mando de las tropas acantonadas en la provincia fue ostentado por el general de la Octava División, Pedro de la Cerda, mientras que al frente de las fuerzas que efectuaron la represión en el valle de Sabero se encontraba el capitán Ramón Cifuentes, capitán de Infantería perteneciente al Batallón Ciclista".
Otro flas del que nos hemos enterado es que motejó a miembros del gobierno republicano como 'zascandiles'. Lo que le malquistó con Azaña. Y Azaña lo destituyó. En palabras de uno de nuestros informantes ese dato lo recoge en sus Memorias el mismo Azaña. Pero... ¿de qué fue descalbagado? Ni idea. ¿Acaso de alguna jefatura militar?... ¿Tendrá algo que ver con esto que leemos en Internet: 'el general Batet va ser nomenat Cap de la 6.a Divisió Organica, en substitució del general Pedro de la Cerda y López de Mollinedo'?...
El libro, para qué negarlo, no es modelo de literatura de viajes precisamente. Abundan los adjetivos: expléndido, magnífico, excelente, fantástico... que no dicen nada; o los superlativos: extensísimo, vastísimo, altísimo, antiquísimo... que añaden a la nada poco más. Pero no, con esto no queremos menospreciar el libro, no; en modo alguno. Ya ellos se dan cuenta de su pobreza descriptiva y a lo largo del texto lo manifiestan. Por lo tanto la autocrítica, la honradez, brilla en ellos. Además, de todo libro se aprende algo. Y cuando trata de lugares que nunca visitaremos mas aun.
El viaje, porque se trata de un viaje, lo realizan alrededor del mundo: saliendo de un puerto francés visitan EE.UU., luego, atravesando el Canal de Panamá, Oceanía, Asia (Japón, China, India, Filipinas, Indonesia), Africa (Egipto) para retornar a Europa pasando por Italia.
Pero más que el libro no hemos interesado por los autores, sobre todo por uno, Pedro de la Cerda. ¿Por qué? Porque al ser militar sorprenden las opiniones vertidas en el libro: antioccidental y anticapitalista. Y más, siendo, como fue, militar como ya hemos dicho (general para concretar un poco), su abominación de la violencia, su aversión a las guerras, su inquina a los dictadores, su disgusto con el proceder de los 'camisas negras' de la Italia fascista. Si a esto le añadimos su cristianismo despotricando contra curas o clérigos que alientan los enfrentamientos, las guerras...
Unos pensamientos complejos, quizás. ¿Sería masón? No lo sabemos. Veraneaba en Las Navas del Marqués, donde tenía una casa, 'Los Golos', entre pinares; y por entre los pinos, según algún autor, se paseaba en cueros. Cuando la rebelión militar fascista contra el legítimo gobierno de la República se puso al lado del gobierno y sofocó, al decir de ciertos historiadores, el levantamiento por estos lares serranos; a consecuencia de su acción murieron guardias civiles en Navalperal de Pinares: 'Prensa de Madrid de 26-julio-1936: El General republicano don Pedro de la Cerda, que veraneaba en Las Navas del Marqués, se adueñó del pueblo en nombre de la República al frente de las fuerzas milicianas y reduce a la Guardia Civil, cuyos números fueron asesinados'.
Pero antes había participado en la represión de los mineros asturianos en 1934; así escribe Luis Carlos Sen Rodríguez en el Nº 63 (30 de junio de 1986) de "Tierras de León", revista editada por la Diputación de León: 'Desde los primeros momentos de la revolución el mando de las tropas acantonadas en la provincia fue ostentado por el general de la Octava División, Pedro de la Cerda, mientras que al frente de las fuerzas que efectuaron la represión en el valle de Sabero se encontraba el capitán Ramón Cifuentes, capitán de Infantería perteneciente al Batallón Ciclista".
Otro flas del que nos hemos enterado es que motejó a miembros del gobierno republicano como 'zascandiles'. Lo que le malquistó con Azaña. Y Azaña lo destituyó. En palabras de uno de nuestros informantes ese dato lo recoge en sus Memorias el mismo Azaña. Pero... ¿de qué fue descalbagado? Ni idea. ¿Acaso de alguna jefatura militar?... ¿Tendrá algo que ver con esto que leemos en Internet: 'el general Batet va ser nomenat Cap de la 6.a Divisió Organica, en substitució del general Pedro de la Cerda y López de Mollinedo'?...
Lo que la historia dice es que Domingo Batet, el general Batet, fue fusilado por Franco al permanecer fiel a la República: 'fue fusilado el 18 de febrero de 1937, a pesar de las gestiones que, en su favor, llevaron a cabo los generales Queipo de Llano y Cabanellas. Franco hizo caso omiso de las peticiones de Queipo de Llano en favor de su amigo Batet en venganza por la negativa de aquel a perdonar la vida en 1936 del general Campins.'
Poco más sabemos de Pedro de la Cerda. Y lo que nos ha llegado como que era dueño de los Almacenes Sepu (ya desaparecidos) no hemos podido contrastarlo. ¿Tendrá relación con un 'Pedro de la Cerda, Caballero de la Orden de Santiago que casó con Marina de Zúñiga y Reinoso, Señora de Adalia'?... ¿Tendrá algo que ver con un 'Pedro de la Cerda y López de Mollinedo, capitán de caballería, agregado militar de la embajada de España a San Petersburgo'?... ¿Es el mismo Pedro de la Cerda que escribiera el libro 'ARMAS DE FUEGO AL COMENZAR EL SIGLO XX. Por D. Pedro de la Cerda, Capitán de Caballería. Agregado militar á la embajada de España en Rusia'... Parece que los dos últimos son el mismo Pedro de la Cerda del que nos estamos refiriendo. Ignoramos si se mantuvo leal a la República. Si se exilió o si participó en la guerra del 36/39. Y dónde y cómo. En las enciclopedias de Internet no aparece. Ni siquiera en Wikipedia, enciclopedia en la que familiares o hijos pudieran haber puesto una breve biografía como recuerdo y homenaje a su memoria. No sabemos si la pareja formada por Eugenia Lefevre y Pedro de la Cerda tuvo descendencia. Eso sí, hemos encontrado un libro de ambos sobre los soviets de la Rusia soviética (La llamada URSS): 'El sol de los soviets la III Internacional Social de Moscú, frente a la internacional armada del capitalismo'. Y no nos ha sorprendido porque en el libro que hemos comentado ya se muestran elogiosos con ese organismo de la Revolución de Octubre. Hasta Lenin sale bien parado. ¡Qué cosas! ¡Elogios de un general cristiano! ¡A Lenin! ¡Verlo para creerlo!
Fdo: José Mª Amigo Zamorano