martes, 26 de diciembre de 2006

Bla, bla, bla... bla, bla. (Como en Europa)

Los antiguos proverbios de nuestros antepasados seguían siendo verdad. La armonía más bella no es el compás del tam-tam, ni el batir de los xilófonos, ni el concierto de las trompetas, es el concierto entre los hombres.


Ahmadou Kourouma
(Los soles de las independencias)

Habló y habló de la fraternidad que une a todos los negros, del humanismo de Africa, del corazón bondadoso del africano. Explicó qué era lo que hacía tan dulce y acogedor a nuestro país: era el olvido de los agravios, el amor al prójimo, el amor a nuestro país. Fama no daba crédito a sus oídos. A cada rato se metía un dedo en las orejas para destapárselas.

Ahmadou Kourouma
(Los soles de las Independencias)

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