jueves, 5 de abril de 2007

José Mª Amigo Zamorano: Siguiendo a Omar Khayyam 28

28

Pasa los dedos de su mano, por las hojas que tenía la primera cepa de la viña por donde entró; los sarmientos se arrastraban, alargándose, delgados y nudosos, cubiertos de hojas; algunos racimos, acá y allá, del sarmiento, con su peso, lo acercan aún mas a la tierra; cerca del tronco de la cepa, los racimos, se espesan, arrimándose a él protegidos por las hojas.

Coge un racimo, sin arrancarlo; lo sostiene en la palma de la mano, con cariño, como el padre hace con su hijo recién nacido. Prueba una uva. Aún está en agraz. Pero ya va notando el paladar, entre lo agrio, lo dulce.

Buena cosecha para la vendimia. No habrá toneles suficientes en las bodegas. Y un buen vino se alcanzará en la cuba.

--En los campos brotó la vid; las filas de cepas cubrieron por doquier llanos y colinas; brillaban al sol, moradas o doradas, las uvas; desde entonces, yo, como hombre, de todo tiempo y lugar, me vi prendido de su olor y ungido por su esencia.
Se adentra en la viña. En algunos lugares es tan frondosa que casi le cubre. De pronto se tira en la tierra queriéndola abrazar. Se retuerce, tumbado en ella, todo lo largo que es. La coge entre sus manos. La besa. Quiere abrazarla. Luego se da la vuelta y, mirando al cielo limpio, azul, purísimo, se sumerge en él como el sediento en el agua.

--¡Escuchad!, ¡oidme bien, amig@s! Aunque se ría de mi el Derviche, por mi facha de campesino desaliñado y torpe, sin embargo, con mi metal plebeyo, puedo hacerle una llave con la que pueda abrir, el almacén donde se guarda el ánimo; la necesitará, no acbe duda, cuando aúlle su alma, aterrorizada, en los primeros peldaños de la cuesta que inicia el ascenso: el último repecho del tramo postrero.
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Tengo derecho a un alto:
La Zamba Del Riego, de Quilapayún

Composição: Armando Tejada Gómez - Óscar Matus

Por el guaymallén
El duende del agua va
Llevando una flor
De greda y dulzor
Que despertará en el riego
La voz vegetal
Del huarpe que está
Dormido en su paz mineral.
Se va tu caudal
Por el valle labrador
Y al amanecer
Se oye, padecer
La pena del surco ajeno
Verano y rigor
Va de sol a sol
La sombra del vendimiador.
Dorada zamba del riego,
El agua te cantará
Cuando ande en la voz
Del vino cantor
La vendimia de mi pueblo
Y suba un rumor
De acequia y canción
Por el rumbo agrario del sol.
Solar regador
Tonada del totoral
La luna rural
Te ha visto regar
El sueño de mis abuelos
Y luego entonar
Con el regador
El vino sufrido del peón.
Canal fundador
Algún día bajarás
Trayendo en tu voz
De menta y cedrón,
Tonadas de vino nuevo
Y entonces te irás
Conmigo a cantar
Cogollos de amor y de paz.

2 comentarios:

Concha Pelayo/ AICA (de la Asociación Internacional de Críticos de Arte) dijo...

Mañana vendré a leer con calma tus últimos posts. La Semana Santa me tiene agotada.

Estás confundido. No se ha suspendido la procesión de las Capas. Anoche pude verla, como siempre. Bueno, verla, lo que se dice verla, no, imposible por la chusma. La sentí e intuí.

Acabo de llegar a casa de escuchar el Miserere en la Plaza de Viriato. Miles de personas apiñadas y en el más absoluto silencio. Todo es muy curioso e interesante.

Un abrazo semanasantero.

Anónimo dijo...

el almacén donde se guarda el ánimo

Bien dice, para morirse hay que saber