martes, 21 de noviembre de 2006

Acerca del Frap

En la foto Dolores Ibárruri y Alvarez del Vayo





Acerca del Frap


El Frente Revolucionario Antifascista y Patriota – FRAP – surge a principios de los 70 como una organización frentista: acogedora por tanto de diversas ideologías y no como grupo armado. En concreto el 3 de Enero de 1971 se forma en París el Comité Coordinador pro-FRAP compuesto en lo fundamental por el PCE(m-l) y sus organizaciones de masas y el grupo de Álvarez del Vayo: Vanguardia Socialista.

En esta reunión se acuerdan los seis puntos programáticos y la edición de un órgano de expresión: "Acción".

Los seis puntos son:

1) Derrocar a la dictadura fascista y expulsar al imperialismo yanqui mediante la lucha revolucionaria.

2) Establecimiento de una República Popular y Federativa, que garantice las libertades democráticas para el pueblo y las minorías nacionales.

3) Nacionalización de los bienes monopolísticos extranjeros y confiscación de los bienes de la oligarquía.

4) Profunda reforma agraria, sobre la base de la confiscación de los grandes latifundios.

5) Liquidación de los restos del colonialismo español.

6) Formación de un Ejército al servicio del pueblo.

A partir de 1972 el FRAP aumenta su presencia y convoca el 1 de Mayo de 1973 manifestaciones en las capitales importantes. Las manifestaciones eran saltos de grupos concienzudamente reparadas. La convocatoria, en unos casos corridas de boca en boca, en otros, públicamente convocadas, como el caso del 1 de Mayo: "Uno de Mayo en Atocha". Las zonas de convocatoria, alrededores, bocas de metro,... aparecían el día y hora indicados "tomadas" por las fuerzas represivas de la dictadura: "los grises", y ocultos entre los manifestantes con sus pintillas de "progres" los miembros de la temida BPS (Brigada Político Social, los torturadores de la dictadura).
Es en este momento cuando el FRAP marca las diferencias con los demás grupos opositores a la dictadura: lejos de acobardarse, irse a dar el salto a otra parte, la militancia salta y se enfrenta. En los enfrentamientos que se suceden "cae" un inspector de la BPS, de entre un grupo de sociales camuflados.
La dictadura queda espantada: No es un atentado: Es una lucha de masas en que han salido perdiendo ellos. No pueden ocultar el hecho: La prensa se hace eco de las manifestaciones: Hay una oposición revolucionaria, con capacidad de convocatoria y resuelta a enfrentarse. La respuesta de la dictadura es terrible: detenciones masivas, palizas brutales, torturas,…
No es hasta pasadas las huelgas de principios de 1974 (la HGR), en las que, tanto en las fábricas, como en la Universidad, se radicalizan posturas y enfrentamientos, cuando el FRAP decide formar "Grupos de Combate": militantes comprometidos que salen de la organización "regular" para acentuar las acciones violentas. Basándose absolutamente en sus propias fuerzas, repito: únicamente en sus propias fuerzas, los grupos aprenden y actúan por si mismos: pequeñas acciones con cócteles, bombonas de camping gas, recuperaciones de armas y dinero, piquetes en saltos,...
En el verano de 1975, con el dictador agonizante y la maniobra continuista en la cartera, el FRAP decide que los Grupos de Combate pasen a las acciones armadas directas contra miembros de las fuerzas represivas: militares, policías y guardias civiles.
De resultas de estas acciones son detenidos cientos de militantes y simpatizantes, y de entre ellos son fusilados el 27 de Septiembre: Baena, Sánchez-Bravo y García Sanz.
Los Grupos de Combate se mantienen operativos hasta finales de 1978, en que son detenidos una veintena de sus miembros. En Diciembre de 1982 son indultados todos los/las militantes, pres@s y huid@s y se pone definitivamente fin a esta forma de lucha.
En los "Grupos de Combate" participaron un reducidísimo número de militantes, todos exclusivamente del PCE(m-l) y de probada confianza. La militancia del FRAP, en su inmensa mayoría siguió con sus trabajos: organización, propaganda, intervención social, etc,... Ha quedado el FRAP como un grupo terrorista, asimilable a las Brigadas Rojas, el Ejercito Rojo Alemán, u otros grupos terroristas de la época. No es cierto: en España teníamos una dictadura sangrienta que asesinó y reprimió con fiereza, hasta el último suspiro del dictador Franco, al pueblo español.
El FRAP contestó: como antes tantos otros: con las armas al armado: tal y como recoge la Declaración de los Derechos Humanos: el derecho de los pueblos a levantarse en armas contra la tiranía.


Tomás Pellicer Oliveros: militante de los "Grupos de Combate"

(TOMADO DE LA PÁGINA WEB FRAP.ORG)

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