miércoles, 22 de noviembre de 2006

José Mª Amigo Zamorano: Visita a una exposición de arte contemporáneo (I)



Los Toriles y los judíosDe la plaza de la villa de Las Navas del Marques a la antigua plazuela donde estuvo la plaza de toros habrá como… los 60 cadáveres puestos en fila de los libaneses asesinados por el ejército israelí en Qana... No se te va de la cabeza... Mas para no enconar mas la rabia y que no se vea tu indignación como un exabrupto antijudío deberías decirlo de otro modo. ¿Cómo? Ponerlo en boca de otro judío. Eso es como querer encontrar una aguja en un pajar. Lo has dicho tú, no yo. Sin ir mas lejos, ahí tienes a Nestor Kohan. Néstor que va a decir… que la culpa la tiene Hezbolá que se esconde entre los civiles. No conoces bien a Nestor. Te diré lo que ha dicho: “¡Abrazados palestinos y judíos! ¿Abrazados judíos y palestinos? Sí, es posible, a condición de rechazar el chantaje de ese ejército invasor, torturador y salvaje, al servicio de los intereses más siniestros de Estados Unidos en Medio oriente. ¿Hasta cuándo vamos a permitir que sigan masacrando gente en nombre nuestro?” No está nada mal. Joder con Nestor. Me quedo más tranquilo.Hace un calor de mil demonios. Lo mejor es que subamos la cuesta acogidos a la sombra tutelar del nuevo ayuntamiento que aunque no es muy hermoso que digamos… Es feo de cojones. No utilicemos estos términos un tanto groseros. Este vocablo lo pronuncio como superlativo. Haber dicho feísimo. Pero feo de cojones es más superlativo. Tiene un grado mayor. Con tal de que nos proteja vale… Vas muy lento. Cojeando. No lo digo por eso, es que por la otra acera nos pasan, ves, 4 mujeres y van a paso burra. Ya las veo 2 moras y 2 rumanas. ¿Cómo sabes que son extranjeras? No, extranjeras no, ¡emigrantes extranjeras! Que mas dará. No es lo mismo. A lo que iba: las marroquíes se les nota por el pañuelo… pero, ¿y a las rubias? Tienen algo inconfundible. No sabría decir el qué. Y si las otras no llevaran pañuelo también se les notaría. Lo señala el periodista, el gran periodista, el maestro de periodista… Termina de una vez. Kapucinsky. Es un polaco. Y ha viajado por todo el mundo. En su último libro ‘Viajes con Heródoto’ resalta este hecho. Un libro que acaba de editar Anagrama. Pero qué dice. Bueno, primero le pasó a él en Roma. Luego, lo ha seguido viendo en todos los sitios adonde ha ido. Al final no me voy a enterar de lo que dice ese periodista de nombre tan raro. Tranquilo, como te decía le sucedió a él: en Roma lo miraban todos y se lo dijo a un amigo y este le explicó que su ropa, hecha en un país socialista (Polonia entonces era un país del bloque soviético) desentonaba con el ambiente; lo llevo a una tienda de ropa y lo puso de punta en blanco, lo que se dice a la moda; nada; lo siguieron mirando porque seguía siendo extranjero. ¿Y cómo te lo explicas tú? Muy sencillo: han sido arrancados de cuajo de su entorno y, quieras que no, llevan el aire del desierto, o de los más agreste del Rif marroquí o de las llanuras nevadas del este europeo, pegado a su ser: en la mirada, en el andar, en la sonrisa, en el movimiento de las manos… En fin, traen su tierra con ellos.¡Mira, en el tejado de los Toriles hay un trabajador! Ahí expone solo uno. Pero las puertas están cerradas. Normal, abren por la tarde. Entonces, a qué hemos venido. A tomar algunas notas. Hay que publicar en ‘elnaviero’ un escrito sobre ‘Arte Navas 06’ Se lo he prometido a Ixmax. Podíamos haber ido el día que la inauguraron. No quise ir.¡Oiga, de qué material son esas planchas! De cobre. Se está cobreando usted como en una playa a pleno sol de vacaciones. ¡Qué gracioso!. No se enfade es una broma. Y, dígame, ¿tiene usted para mucho? Una semana. Tengo entendido que hay una exposición ahí dentro. Si, pero esto está sin terminar. Parece como si el tiempo les hubiera pillado por falta de previsión. A mi no me lo tiene que decir, sino a los jefes del Ayunta. ¿Ha visto usted lo que hay expuesto? Claro, no lo voy a ver si estoy tapando el tejado con planchas de cobre. ¿Y está bien? A mi no me gusta, aunque para gustos… ¿Tan mal está? Mal mal, no. En el espacio mayor hay una serie de zapatos, todos pintados de rojo, formando un círculo en torno a algo también rojo. Y a un lado hay un video en el que aparece alguien que camina continuamente de tabla en tabla. Tiene que hacerlo con cuidado para no caer, porque al fondo está como si dijéramos el abismo. Y dice usted que los zapatos están pintados de rojo. Si. Un rojo sangriento. Lo digo porque en otra parte de los toriles se ve una fotografía de un hombre en actitud de enfrentarse a algo y en el pecho el artista le ha puesto un tarro rojo, como si le hubieran herido. Y hay otros objetos rojos. Muy acorde con la matanza esa del Líbano. La de los judíos. El ejército. El ejército tiene soldados judíos ¿o no? Digo yo. No me gusta. Creo que esa forma de expresarse se llama minimalismo. No sé como se llamará, ahora eso sí, con el mínimo de trabajo manual. Al coco si que le ha dado, pero a lo otro…Y usted que ve todo, ¿cómo ve la plaza desde hay arriba? Un adefesio, una birria: enfrente, el cuartel de la Guardia Civil, color espermático casi grisáceo. El edificio antiguo tenía una hermosa fachada. Si el alcalde es tan cojonudo, por qué no mandó parar su construcción. Se habla mucho de cojones, eso es lo que pasa… Al lado hay una casa pequeña. A continuación, sin embargo, está el antiguo centro de salud que es más airoso. Pero está descuidado y desconchado. Y aquí cerca de Los Toriles está el pub, de escasa altura y morado, junto a una casa de tres pisos anaranjada; a mi espalda el verde de los abetos del castillo y rodeando la arena de la plaza las agujas y los burladeros, surgidos como níscalos, parecen burlarse de este caos urbanístico. Bueno, amigo, Dios le ampare. Y a usted, Alá le estruje. No se enfade. Ni usted tampoco. No se le olvide que la exposición más numerosa, 13, está en el convento a pocos metros de aquí. Ya lo sé. Que empieza a las siete. Ya lo sé. Y si usted lo sabe todo, ¿para qué pregunta?


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