martes, 12 de diciembre de 2006

Iswe Letu: Sin trabajo, sin pasta y... sin fusil



No sabemos a ciencia cierta si era un obrero musulmán, harto de ser explotado, o si se fue a hacer la Guerra Santa por su cuenta, lo cierto es que marchó a Afganistán con los talibanes. Luego --lo contaba un diario hace días-- lo vendieron a los yanquis por terrorista; estos lo desnudaron, le metieron los dedos por el culo, lo ataron a una caja, le echaron mierda, meados y agua helada; un misil yanqui le hirió el brazo y algunos dedos de una mano; en una fosa le echaron gasolina por si ardía; mas tarde lo llenaron de agua y casi se ahoga; otra vez lo metieron en un contenedor con varios presos... se cagaban y meaban unos encima de otros; en las sesiones de interrogatorio le daban culatazos en la cabeza... lo transladaron a Guantánamo donde prosiguieron las torturas y los interrogatorios (también por la policía española); le quemaron cigarrillos en la carne...

Por fin, lo enviaron a España donde ha estado varios años entre rejas.

Ahora la Audiencia Nacional ha anulado todos los cargos y se encuentra ya 'libre' en el barrio madrileño de Lavapiés sin currelo; sin trabajo, ni documentos, ni dinero: los yanquis le quitaron todo y no se lo devolvieron.

Ya sabe, en carne propia, lo que es El Occidente, su democracia, su derecho, sus leyes, sus policías, sus soldados... Ya sabe lo que son los, tan cacareados, Derechos Humanos...

Y si 'el tiempo oxidado que todo lo entierra', las horas que van entoñando huellas, no han enterrado su sensibilidad, no han mellado el filo de sus heridas... nosotros recomendamos, es un decir, que, vosotros (marines, policías y torturadores asesinos) no dejéis un arma... ni a varios kilómetros de distancia de Lahcen Ikassrien, emigrante nacido en Alhucemas del que hemos estado hablado.

Lo recomendamos, luego... vosotros veréis lo que hacéis.

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