viernes, 28 de noviembre de 2008

C. Marx: Opresión inglesa de la India en 5 trozos (y V)

Carlos Marx
Dominación británica de la India

Bajo este título escribió Marx un artículo que nosotros lo hemos dividido en cinco partes:1. Una Italia de proporciones asiáticas; 2. La organización de las obras públicas; 3. Laisez faire, laisez aller; 4. Destrucción de la organización social; 5. Base del despotismo feudal.
Lo ponemos aquí, en el blog, porque sirve para comprender lo que los estados coloniales, los estados imperialistas y otros de menor cuantía, hicieron en África, muy semejante al saqueo al que sometiron a la India. Y al mismo tiempo nos puede valer para librarnos de ese concepto de que lo primitivo está tocado con un aura de bondad, de pureza, de ingenuidad... y por ende ponernos a llorar añorando lo pasado como plañideras, como lloricas reaccionario
s.
Está bien constatar las salvajadas y brutalidades de imperio inglés, anotar todo lo que arrasó por el simple afán de lucro. Pero conviene también dejar constancia de lo que la sociedad anterior tenía de malsano. De modo que así, de ese modo, se puede uno acercar a la verdad objetiva. Eso hace Marx en Londres un viernes, 10 de junio de 1935.
El que quiera tenerlo para él sin mezcla aguna, le quita los títulos y tendrá el original mondo y lirondo.

Y V. Bases del despotismo feudal


Sin embargo, por muy lamentable que sea desde un punto de vista humano ver cómo se desorganizan y descomponen en sus unidades integrantes esas decenas de miles de organizaciones sociales laboriosas, patriarcales e inofensivas; por triste que sea verlas sumidas en un mar de dolor, contemplar cómo cada uno de sus miembros va perdiendo a la vez sus viejas formas de civilización y sus medios hereditarios de subsistencia, no debemos olvidar al mismo tiempo que esas idílicas comunidades rurales, por inofensivas que pareciesen, constituyeron siempre una sólida base para el despotismo oriental; que restringieron el intelecto humano a los límites más estrechos, convirtiéndolo en un instrumento sumiso de la superstición, sometiéndolo a la esclavitud de reglas tradicionales y privándolo de toda grandeza y de toda iniciativa histórica. No debemos olvidar el bárbaro egoísmo que, concentrado en un mísero pedazo de tierra, contemplaba tranquilamente la ruina de imperios enteros, la perpetración de crueldades indecibles, el aniquilamiento de la población de grandes ciudades, sin prestar a todo esto más atención que a los fenómenos de la naturaleza, y convirtiéndose a su vez en presa fácil para cualquier agresor que se dignase fijar en él su atención. No debemos olvidar que esa vida sin dignidad, estática y vegetativa, que esa forma pasiva de existencia despertaba, de otra parte y por oposición, unas fuerzas destructivas salvajes, ciegas y desenfrenadas que convirtieron incluso el asesinato en un rito religioso en el Indostán. No debemos olvidar que esas pequeñas comunidades estaban contaminadas por las diferencias de casta y por la esclavitud, que sometían al hombre a las circunstancias exteriores en lugar de hacerle soberano de dichas circunstancias, que convirtieron su estado social que se desarrollaba por sí solo en un destino natural e inmutable, creando así un culto embrutecedor a la naturaleza, cuya degradación salta a la vista en el hecho de que el hombre, el soberano de la naturaleza, cayese de rodillas, adorando al mono Hanumán y a la vaca Sabbala.


Bien es verdad que al realizar una revolución social en el Indostán, Inglaterra actuaba bajo el impulso de los intereses más mezquinos, dando pruebas de verdadera estupidez en la forma de imponer esos intereses. Pero no se trata de eso. De lo que se trata es de saber si la humanidad puede cumplir su misión sin una revolución a fondo en el estado social de Asia. Si no puede, entonces, y a pesar de todos sus crímenes, Inglaterra fue el instrumento inconsciente de la historia al realizar dicha revolución. En tal caso, por penoso que sea para nuestros sentimientos personales el espectáculo de un viejo mundo que se derrumba, desde el punto de vista de la historia tenemos pleno derecho a exclamar con Goethe:

"Sollte diese Qual uns quälen
Da sie unsre Lust vermehrt,
Hat nicht Myriaden Seelen
Timur's Herrschaft aufgezehrt? " [*]


(traducido del inglés)
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Escrito: Por Marx el 10 de junio de 1853.
Primera edición: Publicado en el The New York Daily Tribune, núm. 3804, del 25 de junio de 1853.
Fuente: C. Marx & F. Engels, Obras Escogidas, en dos tomos, Editorial Progreso, Moscú, 1971; t. I.
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[*] ¿Quién lamenta los estragos
Si los frutos son placeres?
¿No aplastó miles de seres
Tamerlán en su reinado?

(De la poesía de Goethe "A Suleika" del Diván occidental-oriental)

jueves, 27 de noviembre de 2008

Carlos Marx: Opresión inglesa de la India en 5 trozos (IV)

Carlos Marx
Dominación británica de la India

Bajo este título escribió Marx un artículo que nosotros lo hemos dividido en cinco partes:1. Una Italia de proporciones asiáticas; 2. La organización de las obras públicas; 3. Laisez faire, laisez aller; 4. Destrucción de la organización social; 5. Base del despotismo feudal.
Lo ponemos aquí, en el blog, porque sirve para comprender lo que los estados coloniales, los estados imperialistas y otros de menor cuantía, hicieron en África, muy semejante al saqueo al que sometiron a la India. Y al mismo tiempo nos puede valer para librarnos de ese concepto de que lo primitivo está tocado con un aura de bondad, de pureza, de ingenuidad... y por ende ponernos a llorar añorando lo pasado como plañideras, como lloricas reaccionarios.
Está bien constatar las salvajadas y brutalidades de imperio inglés, anotar todo lo que arrasó por el simple afán de lucro. Pero conviene también dejar constancia de lo que la sociedad anterior tenía de malsano. De modo que así, de ese modo, se puede uno acercar a la verdad objetiva. Eso hace Marx en Londres un viernes, 10 de junio de 1935.
El que quiera tenerlo para él sin mezcla aguna, le quita los títulos y tendrá el original mondo y lirondo.

IV. Destrucción de la organización social

Estas dos circunstancias -de una parte, el que los hindúes, al igual que todos los pueblos orientales, dejasen en manos del Gobierno central el cuidado de las grandes obras públicas, condición básica de su agricultura y de su comercio, y de otra, el que los hindúes, diseminados por todo el territorio del país, se concentrasen a la vez en pequeños centros en virtud de la unión patriarcal entre la agricultura y la artesanía- originaron desde tiempos muy remotos un sistema social de características muy particulares: el llamado villaje system (sistema de comunidades rurales). Este sistema era el que daba a cada una de estas pequeñas agrupaciones su organización autónoma y su vida distinta. Podemos juzgar de las características de este sistema por la siguiente descripción que figura en un antiguo informe oficial sobre los asuntos de la India, presentado en la Cámara de los Comunes:


"Considerado geográficamente, un poblado es un espacio de unos cientos o miles de acres de tierras cultivadas e incultas; desde el punto de vista político parece una corporación o un municipio. Por lo común suele tener los siguientes funcionarios y servidores: un potail o jefe, que es, generalmente, el encargado de dirigir los asuntos del poblado, resuelve las disputas que surgen entre sus habitantes, posee poder policíaco y desempeña dentro del poblado las funciones de recaudador de contribuciones, para lo cual es la persona más indicada, por su influencia personal y su perfecto conocimiento de la situación y los asuntos de la gente. El kurnum lleva las cuentas de las labores agrícolas y registra todo lo relacionado con ellas. Siguen el tallier y el totie: las obligaciones del primero consisten en recoger informes sobre los delitos o las infracciones que se cometan, y acompañar y proteger a las personas que se trasladen de un poblado a otro; las obligaciones del segundo parecen circunscribirse más a los límites del poblado y consisten, entre otras, en guardar las cosechas y ayudar a medirlas. El guardafrontera cuida los lindes del poblado y testifica acerca de ellos en caso de disputa. El vigilante de los depósitos de agua y de los canales es el encargado de distribuir el agua para las necesidades de la agricultura. El brahmín que vela por el culto. El maestro de escuela, a quien se puede ver enseñando a los niños del poblado a leer y a escribir sobre la arena. El brahmín encargado del calendario, o astrólogo, y otros. Todos estos funcionarios y servidores constituyen la administración del poblado, que en ciertos lugares del país es más reducida, pues algunos de los deberes y funciones que se han descrito se refunden y desempeñan por una misma persona; en otros lugares su número es mayor. Los habitantes del campo han vivido bajo esta forma primitiva de gobierno municipal desde tiempos inmemoriales. Los límites de los poblados cambiaban muy raramente, y aunque en ocasiones los poblados sufrían grandes daños e incluso eran devastados por la guerra, el hambre o las enfermedades, el mismo nombre, los mismos límites, los mismos intereses y hasta las mismas familias perduraban durante siglos enteros. A los habitantes de esos poblados no les preocupaba en absoluto la desaparición o las divisiones de los reinos; mientras su poblado siguiese intacto, les tenía sin cuidado la potencia a cuyas manos habían pasado o el soberano a que habían sido sometidos, pues su economía interior permanecía inmutable. El potail seguía siendo el jefe y seguía actuando como juez o magistrado y recaudador de contribuciones".


Estas pequeñas formas estereotipadas de organismo social han sido destruidas en su mayor parte y están desapareciendo, no tanto por culpa de la brutal intromisión del recaudador británico de contribuciones o del soldado británico, como por la acción del vapor inglés y de la libertad de comercio inglesa. Estas comunidades de tipo familiar tenían por base la industria doméstica, esa combinación peculiar de tejido a mano, hilado a mano y laboreo a mano, que les permitía bastarse a sí mismas. La intromisión inglesa, que colocó al hilador en Lancashire y al tejedor en Bengala, o que barrió tanto al hilador hindú como al tejedor hindú, disolvió esas pequeñas comunidades semibárbaras y semicivilizadas, al hacer saltar su base económica, produciendo así la más grande, y, para decir la verdad, la única revolución social que jamás se ha visto en Asia.



martes, 25 de noviembre de 2008

Carlos Marx: Opresión inglesa de la India en 5 trozos (III)


Carlos Marx
Dominación británica de la India[1]

Bajo este título escribió Marx un artículo que nosotros lo hemos dividido en cinco partes:1. Una Italia de proporciones asiáticas; 2. La organización de las obras públicas; 3. Laisez faire, laisez aller; 4. Destrucción de la organización social; 5. Base del despotismo feudal.
Lo ponemos aquí, en el blog 'Africano' porque sirve para comprender lo que los estados coloniales, los estados imperialistas y otros de menor cuantía, hicieron en África, muy semejante al saqueo al que sometiron a la India. Y al mismo tiempo nos puede valer para librarnos de ese concepto de que lo primitivo está tocado con un aura de bondad, de pureza, de ingenuidad... y por ende ponernos a llorar añorando
lo pasado como plañideras, como lloricas reaccionarios.

III. Laisez faire, laisez aller

Pues bien, los británicos de las Indias Orientales tomaron de sus predecesores el ramo de las finanzas y el de la guerra, pero descuidaron por completo el de las obras públicas. De aquí la decadencia de una agricultura que era incapaz de seguir el principio inglés de la libre concurrencia, el principio del laissez faire, laissez aller (*). Sin embargo, estamos acostumbrados a ver que en los imperios asiáticos la agricultura decae bajo un gobierno y resurge bajo otro. Aquí la cosecha depende tanto de un gobierno bueno o malo como en Europa del buen o mal tiempo. Por eso, por graves que hayan sido las consecuencias de la opresión y del abandono de la agricultura, no podemos considerar que éste haya sido el golpe de gracia asestado por el invasor británico a la sociedad hindú, si todo ello no hubiera sido acompañado de una circunstancia mucho más importante, que constituye una novedad en los anales de todo el mundo asiático. Por importantes que hubiesen sido los cambios políticos experimentados en el pasado por la India, sus condiciones sociales permanecieron intactas desde los tiempos más remotos hasta el primer decenio del siglo XIX. El telar de mano y el torno de hilar, origen de un ejército incontable de tejedores e hiladores, eran los pivotes centrales de la estructura social de la India. Desde tiempos inmemoriales, Europa había recibido las magníficas telas elaboradas por los hindúes, enviando a cambio sus metales preciosos, con lo que proporcionaba la materia prima necesaria para los orífices, miembros indispensables de la sociedad hindú, cuya afición por los aderezos es tan grande que hasta los individuos de clases más bajas, que andan casi desnudos, suelen tener un par de pendientes de oro o algún adorno de oro alrededor del cuello. Era casi general la costumbre de llevar anillos en los dedos de las manos y de los pies. Las mujeres y los niños se adornaban frecuentemente los tobillos y los brazos con aros macizos de oro o de plata, y las estatuillas de oro o plata, representando a las divinidades, eran un atributo del hogar. El invasor británico acabó con el telar de mano indio y destrozó el torno de hilar. Inglaterra comenzó por desalojar de los mercados europeos a los tejidos de algodón de la India; después llevó el hilo torzal a la India y terminó por invadir la patria del algodón con tejidos de algodón. Entre 1818 y 1836, la exportación de hilo torzal de Inglaterra a la India aumentó en proporción de 1 a 5.200. En 1824, la India apenas importó 1.000.000 de yardas de muselina inglesa, mientras que en 1837 la importación subió ya a más de 64.000.000 de yardas. Pero durante ese mismo período la población de Dacca se redujo de 150.000 habitantes a 20.000. Esta decadencia de ciudades de la India, que habían sido célebres por sus tejidos, no puede ser considerada, ni mucho menos, como la peor consecuencia de la dominación inglesa. El vapor británico y la ciencia británica destruyeron en todo el Indostán la unión entre la agricultura y la industria artesana.

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(*) Dejad hacer, dejad pasar: fórmula de los economistas burgueses librecambistas que defendían la libertad de comercio y la no ingerencia del Estado en el dominio de las relaciones económicas.

lunes, 24 de noviembre de 2008

Carlos Marx: Opresión inglesa de la India en 5 trozos (II)

II. La organización de las obras públicas

Carlos Marx
Dominación británica de la India


Bajo este título escribió Marx un artículo que nosotros lo hemos dividido en cinco partes:1. Una Italia de proporciones asiáticas; 2. La organización de las obras públicas; 3. Laisez faire, laisez aller; 4. Destrucción de la organización social; 5. Base del despotismo feudal.


Lo ponemos aquí, en el blog 'Africano' porque sirve para comprender lo que los estados coloniales, los estados imperialistas y otros de menor cuantía, hicieron en África, muy semejante al saqueo al que sometiron a la India. Y al mismo tiempo nos puede valer para librarnos de ese concepto de que lo primitivo está tocado con un aura de bondad, de pureza, de ingenuidad... y por ende ponernos a llorar añorando lo pasado como plañideras, como lloricas reaccionarios.


Está bien constatar las salvajadas y brutalidades de imperio inglés, anotar todo lo que arrasó por el simple afán de lucro. Pero conviene también dejar constancia de lo que la sociedad anterior tenía de malsano. De modo que así, de ese modo, se puede uno acercar a la verdad objetiva. Eso hace Marx en Londres un viernes, 10 de junio de 1935.


El que quiera tenerlo para él sin mezcla aguna, le quita los títulos y tendrá el original mondo y lirondo.


Guerras civiles, invasiones, revoluciones, conquistas, años de hambre: por extraordinariamente complejas, rápidas y destructoras que pudieran parecer todas estas calamidades sucesivas, su efecto sobre el Indostán no pasó de ser superficial. Inglaterra, en cambio, destrozó todo el entramado de la sociedad hindú, sin haber manifestado hasta ahora el menor intento de reconstitución. Esta pérdida de su viejo mundo, sin conquistar otro nuevo, imprime un sello de particular abatimiento a la miseria del hindú y desvincula al Indostán gobernado por la Gran Bretaña de todas sus viejas tradiciones y de toda su historia pasada.


Desde tiempos inmemoriales, en Asia no existían, por regla general, más que tres ramos de la hacienda pública: el de las finanzas, o del pillaje interior; el de la guerra, o pillaje exterior, y, por último, el de obras públicas. El clima y las condiciones del suelo, particularmente en los vastos espacios desérticos que se extienden desde el Sahara, a través de Arabia, Persia, la India y Tartaria, hasta las regiones más elevadas de la meseta asiática, convirtieron el sistema de irrigación artificial por medio de canales y otras obras de riego en la base de la agricultura oriental. Al igual que en Egipto y en la India, las inundaciones son utilizadas para fertilizar el suelo en Mesopotamia, Persia y otros lugares: el alto nivel de las aguas sirve para llenar los canales de riego. Esta necesidad elemental de un uso económico y común del agua, que en Occidente hizo que los empresarios privados se agrupasen en asociaciones voluntarias, como ocurrió en Flandes y en Italia, impuso en Oriente, donde el nivel de la civilización era demasiado bajo, y los territorios demasiado vastos para impedir que surgiesen asociaciones voluntarias, la intervención del Poder centralizador del Gobierno. De aquí que todos los gobiernos asiáticos tuviesen que desempeñar esa función económica: la organización de las obras públicas. Esta fertilización artificial del suelo, función de un gobierno central, y en decadencia inmediata cada vez que éste descuida las obras de riego y avenamiento, explica el hecho, de otro modo inexplicable, de que encontremos ahora territorios enteros estériles y desérticos que antes habían sido excelentemente cultivados, como Palmira, Petra, las ruinas que se encuentran en el Yemen y grandes provincias de Egipto, Persia y el Indostán. Así se explica también el que una sola guerra devastadora fuese capaz de despoblar un país durante siglos enteros y destruir toda su civilización.

(seguiráGuiño

viernes, 21 de noviembre de 2008

Carlos Marx: Opresión inglesa de la India en 5 trozos (I)

Carlos Marx:
Dominación británica de la India[1]

Bajo este título escribió Marx un artículo que nosotros lo hemos dividido en cinco partes:

1. Una Italia de proporciones asiáticas;
2. La organización de las obras públicas;
3. Laisez faire, laisez aller;

4. Destrucción de la organización social;
5. Base del despotismo feudal.


Lo ponemos aquí, en el blog porque sirve para comprender lo que los estados coloniales, los estados imperialistas y otros de menor cuantía, hicieron en África, muy semejante al saqueo al que sometiron a la India. Y al mismo tiempo nos puede valer para librarnos de ese concepto de que lo primitivo está tocado con un aura de bondad, de pureza, de ingenuidad... y por ende ponernos a llorar añorando lo pasado como plañideras, como lloricas reaccionarios.

Está bien constatar las salvajadas y brutalidades de imperio inglés, anotar todo lo que arrasó por el simple afán de lucro. Pero conviene también dejar constancia de lo que la sociedad anterior tenía de malsano. De modo que así, de ese modo, se puede uno acercar a la verdad objetiva. Eso hace Marx, en Londres, un viernes, 10 de junio de 1935.

El que quiera tenerlo para él sin mezcla alguna, le quita los títulos y tendrá el original mondo y lirondo.

I. Una Italia de proporciones asiáticas

El Indostán es una Italia de proporciones asiáticas, con el Himalaya por los Aldes, las llanuras de Bengala por las llanuras de Lombardía, la cordillera del Decán por los Apeninos y la isla de Ceilán por la de Sicilia. La misma riqueza y diversidad de productos del suelo e igual desmembración en su estructura política. Y así como Italia fue condensada de cuando en cuando por la espada del conquistador en diversas masas nacionales, vemos también que el Indostán, cuando no se encuentra oprimido por los mahometanos, los mogoles[2] o los británicos, se divide en tantos Estados independientes y antagónicos como ciudades o incluso pueblos cuenta. Sin embargo, desde el punto de vista social, el Indostán no es la Italia, sino la Irlanda del Oriente. Y esta extraña combinación de Italia e Irlanda, del mundo de la voluptuosidad y del mundo del dolor, se anticipaba ya en las antiguas tradiciones de la religion del Indostán. Esta es a la vez una religión de una exuberancia sensualista y de un ascetismo mortificador de la carne, una religión de Lingam[3] y de Yaggernat, la religión del monje y de la bayadera[4].
No comparto la opinión de los que creen en la existencia de una edad de oro en el Indostán, aunque para confirmar mi punto de vista no me remitiré, como lo hace sir Charles Wood, al período de la dominación de Kuli khan. Pero, tomemos, por ejemplo, los tiempos de Aurengzeib; o la época en que aparecieron los mogoles en el Norte y los portugueses en el Sur; o el período de la invasión musulmana y de la Heptarquía[5] en el Sur de la India; o, si ustedes quieren retornar a una antigüedad más remota, tomemos la cronología mitológica de los brahmines[6], que remonta el origen de las calamidades de la India a una época mucho más antigua que el origen cristiano del mundo.
No cabe duda, sin embargo, de que la miseria ocasionada en el Indostán por la dominación británica ha sido de naturaleza muy distinta e infinitamente más intensa que todas las calamidades experimentadas hasta entonces por el país. No aludo aquí al despotismo europeo cultivado sobre el terreno del despotismo asiático por la Compañía inglesa de las Indias Orientales[7]; combinación mucho más monstruosa que cualquiera de esos monstruos sagrados que nos infunden pavor en un templo de Salseta[8]. Este no es un rasgo distintivo del dominio colonial inglés, sino simplemente una imitación del sistema holandés, hasta el punto de que para caracterizar la labor de la Compañía inglesa de las Indias Orientales basta repetir literalmente lo dicho por sir Stamford Raffles, gobernador inglés de Java, acerca de la antigua Compañía holandesa de las Indias Orientales:

"La Compañía holandesa, movida exclusivamente por un espíritu de lucro y menos considerada con sus súbditos que un plantador de las Indias Occidentales con la turba de esclavos que trabajaba en sus posesiones —pues éste había pagado su dinero por los hombres adquiridos en propiedad, mientras que aquélla no había pagado nada—, empleó todo el aparato de despotismo existente para exprimirle a la población hata el último céntimo en contribuciones y obligarla a trabajar hasta su completo agotamiento. Y así, agravó el mal ocasionado al país por un gobierno caprichoso y semibárbaro, utilizándolo con todo el ingenio práctico de los políticos y todo el egoísmo monopolizador de los mercaderes".

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[1] Los artículos de Marx "La dominación británica en la India" y "Futuros resultados de la dominación británica en la India" son de los mejores que salieron de su pluma sobre el problema nacional y colonial.
[2] Mogoles: conquistadores de origen túrquico procedentes de la parte oriental de Asia Central que invadieron la India a comienzos del siglo XVI y fundaron en 1526, en el Norte de este país, el Imperio de los Grandes Mogoles (así se denominaba la dinastía gobernante de este imperio) que, debido a las continuas luchas intestinas y al reforzamiento de las tendencias separatistas feudales se disgregó prácticamente en la primera mitad del siglo XVIII.
[3] Religión de Lingam: culto a la deidad de Siva extendido particularmente entre la secta india meridional de los lingayates (de linga, símbolo de Siva) que no reconoce las diferencias de casta y rechaza los ayunos, los sacrificios y las peregrinaciones.
[4] Yaggernat (Yaganat): una de las encarnaciones del dios hindú Vichnú. Los sacerdotes del templo de Yaggernat obtenían cuantiosos ingresos de las peregrinaciones en masa (estimulando además la prostitución de las bayaderas, residentes en el templo). El culto de Yaggernat se distinguía por la extraordinaria suntuosidad de los ritos y por el extremado fanatismo religioso, que se manifestaba en las flagelaciones y suicidios de los creyentes. Durante las grandes fiestas, algunos de ellos se lanzaban bajo las ruedas de la carroza en que se llevaba la imagen de Vichnú-Yaggernat.
[5] Heptarquía (siete gobiernos): término adoptado en la historiografía inglesa para designar el régimen político de Inglaterra en los albores de la Edad Media, cuando el país estuvo fraccionado en siete reinados anglosajones (del siglo VI al VIII). Marx utiliza aquí, por analogía, este término para designar el fraccionamiento feudal del Decán (India central y meridional) antes de su conquista por los musulmanes.
[6] Brahmines: una de las cuatro castas más antiguas de la India a la que pertenecía primero y fundamentalmente la capa privilegiada de los sacerdotes; posteriormente, lo mismo que otras castas indias, abarcaba, además de los sacerdotes, a gente de diversas profesiones y origen social, sin excluir a los campesinos y artesanos empobrecidos.
[7] Compañía de las Indias Orientales: compañía comercial inglesa que fue instrumento de la política colonial inglesa en la India, China y otros países de Asia. Se fundó en 1600. La ley adoptada en 1853 restringía los derechos monopolistas de la Compañía para dirigir la India. La Compañía fue liquidada definitivamente en 1858.
[8] La isla de Salsette, situada al Norte de Bombay, tenía fama por sus 109 templos budistas en grutas.

lunes, 17 de noviembre de 2008

Socialismo conservador o burgués

En la parte III del Manifiesto del Partido Comunista (ese 'panfleto genial' al decir de un columnista del diario 'El País') hay un capítulo dedicado a lo que llaman Marx y Engels 'socialismo conservador o burgués'. Conviene reflexionar, en estos tiempos de crisis, sobre las palabras de estos pensadores. Lo decimos porque, en parte, es una postura que mantienen hoy en día muchos de los admiradores del Obama y de los burgueses que esperan algo (ilusorio creemos) de la reunión que acaba de realizar el grupo de los 20 a la ha asistido el presidente Zapatero.

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EL SOCIALISMO CONSERVADOR O BURGUÉS

Una parte de la burguesía desea remediar los males sociales con el fin de consolidar la sociedad burguesa.

A esta categoría pertenecen los economistas, los filántropos, los humanitarios, los que pretenden mejorar la suerte de las clases trabajadoras, los organizadores de la beneficencia, los protectores de animales, los fundadores de las sociedades de templanza, los reformadores domésticos de toda suerte. Y hasta se ha llegado a elaborar este socialismo burgués en sistemas completos.

Citemos como ejemplo la "Filosofía de la Misería" (*), de Proudhon.

Los burgueses socialistas quieren perpetuar las condiciones de vida de la sociedad moderna, pero sin las luchas y los peligros que surgen fatalmente de ellas. Quieren perpetuar la sociedad actual, pero sin los elementos que la revolucionan y descomponen. Quieren la burguesía sin el proletariado. La burguesía, como es natural, se representa el mundo en que ella domina como el mejor de los mundos. El socialismo burgués elabora en un sistema más o menos completo esta representación consoladora. Cuando invita al proletariado a realizar su sistema y a entrar en la nueva Jerusalén, no hace otra cosa, en el fondo, que inducirle a continuar en la sociedad actual, pero despojándose de la concepción odiosa que se ha formado de ella.

Otra forma de este socialismo, menos sistemática, pero más práctica, intenta apartar a los obreros de todo movimiento revolucionario, demostrándoles que no es tal o cual cambio político el que podrá beneficiarles, sino solamente una transformación de las condiciones materiales de vida, de las relaciones económicas. Pero, por transformación de las condiciones materiales de vida, este socialismo no entiende, en modo alguno, la abolición de las relaciones de producción burguesas -lo que no es posible más que por vía revolucionaria-, sino únicamente reformas administrativas realizadas sobre la base de las mismas relaciones de producción burguesas, y que, por tanto, no afectan a las relaciones entre el capital y el trabajo asalariado, sirviendo únicamente, en el mejor de los casos, para reducirle a la burguesía los gastos que requiere su dominio y para simplificarle la administración de su Estado.

El socialismo burgués no alcanza su expresión adecuada sino cuando se convierte en simple figura retórica.

¡Libre cambio, en interés de la clase obrera!. ¡Aranceles protectores, en interés de la clase obrera! ¡Prisiones celulares, en interés de la clase obrera! He ahí la última palabra del socialismo burgués, la única que ha dicho seriamente.

El socialismo burgués se resume precisamente en esta afirmación: los burgueses son burgueses en interés de la clase obrera.

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(*) Marx llegó a escribir un libro titulado 'Miseria de la filosofía' refutando estos conceptos

jueves, 13 de noviembre de 2008

El narco paraco(sic) Alvaro Uribe Vélez

La historia que a continuación reproduzco, publicada ésta semana por la "Revista Semana" trajo a mi memoria los días oscuros en los que presté servicio militar. Mientras los medios entregados al régimen tiránico del narco paraco Alvaro Uribe Vélez se empeñan en lavar la cara sucia de sangre de los organismos del estado a raíz de los últimos escándalos que muy su pesar han salido a la luz pública, en páginas interiores y en letra pequeña se conoce el verdadero "heroismo" de éstas oscuras instituciones que desde hace años se dedican a asesinar estudiantes, líderes sociales, indígenas, periodistas o simplemente a quienes representan un cambio en la criminal dirigencia política liberal y conservadora que nos ha gobernado desde siempre.

Crímenes como los de Jorge Eliécer Gaitán, Luis Carlos Galán, Jaime Garzón y hasta de los propios prohombres de la élite política, como Alvaro Gómez, han sido cometidos por los organismos del estado. Eso sin contar con el exterminio de partidos de izquierda como la Unión Patriótica, crimen terrible a quien nadie parece importarle. Masacres históricas de campesinos y trabajadores también han sido cometidas por miembros del Ejército, la Policía o el DAS, desde tiempos inmemoriales, como la Masacre de las Bananeras en 1928, las horrorosas masacres de la época de la violencia de los años 40 y de la década del 50, la masacre de la Plaza de Bolívar en Bogotá el nueve de abril del 48, o las masacres de los últimos veinte años en los que los narcos se apoderaron del país, hasta llegar a los casos de ejecuciones extrajudiciales, descuartizamientos y falsos positivos de jóvenes de los últimos días. Mientras la prensa se empeña en mostrar la "cara heróica" de ésta instituciones, otra es la realidad.
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Tomado de la página web más abajo señalada donde pueden leer el resto en:

http://subterraneabogota.blogspot.com/

Concretamente:

http://subterraneabogota.blogspot.com/2008/10/
el-rostro-macabro-del-narco-ejrcito-de.html

martes, 11 de noviembre de 2008

El doble lenguaje de Daniel Ortega

Esta fue la reacción del canal 4, canal de televisión del gobierno, juzguen ustedes con este vídeo (*). El periodista los acusa de pretender destruir el local del canal, de agredir a las personas que se encontraban en las instalaciones, de ser “culitos rosados” “hijos de papá” cuando lo que hacemos es denunciar y protestar las políticas del actual gobierno.

Noten como los compañeros, todos estudiantes de la UCA son vapuleados por hombres mayores y fornidos, son pateados y les son arrebatadas las pancartas con lujo de violencia, en ese mismo momento otro grupo que nos encontrábamos protestando en otro punto de la capital fuimos igualmente agredidos por otros gorilas. Uno de los gorilas es concejal de Managua, ese señor que debería estar trabajando en pro de los intereses de los capitalinos, el gobierno lo utiliza para reprimirnos.

Nos acusan de pretender desestabilizar al gobierno, cuando el gobierno está haciendo todo por desestabilizarse con sus actitudes vergonzosas. Noten como los compañeros con su camiseta “No a la Violencia” están protestando pacíficamente y ellos para justificar la agresión brutal difaman y calumnian acusándonos de ser instrumentos de la CIA.

Sepan señores del gobierno que, no nos callaran, no nos amedrentaran. Estaremos protestando cívicamente en todos los puntos de la capital y del país. Es un derecho que nos corresponde como ciudadanos, como jóvenes, como seres humanos que sólo pretendemos dignidad, estabilidad, trabajo, estudios, paz, pero una paz con dignidad, no una paz inclinando la cabeza y callando ante las tropelías, ante la instauración de una nueva dictadura. Nosotros los jóvenes no queremos retóricas, estamos hastiados de populismo, nosotros los jóvenes queremos respuestas, queremos soluciones frente a la gravísima situación del país.

¿Con que moral nos llaman burgueses, cuando el presidente Ortega y todo su sequito del gobierno viven y tienen sueldos que no están acorde con la realidad de nuestro país? ¿Con qué moral nos llaman “culitos rosados” si Ortega en las plazas tiene un discurso y por debajo de la mesa negocia con el verdadero poder en Nicaragua: Los Pellas, los grandes empresarios, las trasnacionales, los banqueros? ¿Con qué moral nos acusan de ser “hijitos de papá” cuando ellos perdonan las grandes deudas a los que en realidad sangran a nuestro país? Que no sean mentirosos, los verdaderos “culitos rosados” están como siempre, callados, gozando las comodidades de su hogar, estudiando en el extranjero, preocupados por estar al día con lo último de la moda. Basta de calumnias.

Nosotros los jóvenes estamos en pro de un gobierno de izquierda, un gobierno progresista, un gobierno que vele por los intereses de esa gran mayoría que son los desempleados, los que no tienen techo, los que no pueden acceder a la educación, pero sin condicionamientos, sin doble moral, sin posturas hipócritas. Queremos un gobierno que actué como habla, que los hechos vayan a tono con la retórica.

No es callando nuestras voces por medio de la violencia, no es calumniando, no es quitándonos el seis por ciento para la universidad que nos callaran. La única manera que nos harán callar será cuando de verdad sea un gobierno para todos, cuando cese el pacto oneroso entre Alemán y Ortega, cuando los poderes del estado dejen de estar secuestrado, cuando dejen de estar haciendo la payasada de pelearse en publico cuando todos sabemos que debajo de la mesa brindan y negocian el destino de nuestro país y de todos los nicaragüenses.

¡BASTA YA!

Abril-ale.

__________
(*) No hemos sabido poner los vídeos. Pueden verlos aquí:


http://www.lacoctelera.com/abril-ale/post/2008/11/11/mentiras-mentiras-y-sangre

lunes, 10 de noviembre de 2008

Iswe Letu: Marquetin amable de una crisis contable

En este país, cada semana,

La casa se reinventa

Poniéndole un color de rosa

A esta crisis dichosa.

No es chuleta sabrosa

Pero, al menos… se le parece.













Y contrataremos nuevos aliados:

Arlequines y magos.



La casa en crisis:

Si no tienes dinero…

Te lo inventas.



Amable nostalgia:

En otro tiempo este lugar

Fue un sencillo taller.



Ponedle un color a la crisis:

Démosle vueltas al negro.



¿Cómo ahorrar sin pasar frío?

Eso…

Se lo preguntarás a todas.



Lo último:

La fiebre del reciclaje:

Tu te conviertes en parado

Y el patrón sigue adelante.



Con los pies en el suelo

Y la cabeza a pájaros:

Interiorismo para jóvenes.



Mala época para las grandes compras,

Pero excelente para llenar de ilusiones

La cabeza.



Un mundo lleno de ilusión:

¡Obama es el mejor!



Habitamos, vivimos,

Interactuamos sin asaltar

Los mármoles sagrados.



Para leer en tiempos de crisis:

Encanto argentino

Con música de corralito.



Shigeru Ban, un arquitecto genial.

Arquitecto de emergencias,

Se hizo famoso diseñando refugios

Para víctimas de terremotos.

¡Llamad a Shigeru Ban!



Lo peor del año:

Nuestro corazón en un puño.

Lo mejor del año:

El coraje del banquero en el ano.



Diseño equilibrado

Cuadrado redondeado:

Trabaja en tu casa

Con la fregona.



Diseño Eterno.

Dura toda la vida y no cansa:

La tumba.



Diseño Polivalente:

El recreo de la muerte.



Elige tu momento de Evasión:

Cómprate, aunque solo sea, el sueño del mileurista:

Ganar mil euros.



Diálogo con la Naturaleza:

-No me obligues a comer a la fuerza.

-Hecho: tus problemas están resueltos.



Soluciones para la casa

Y todas las casas:

Paredes, suelos y techos…

Airosos.



La fuerza del color:

El negro, si señor.



Las ideas, se cotizan al alza.

El trabajo, a la baja.



¡Ah!

E investigar nuevos materiales.

Ir al origen. A lo básico:

Al espíritu sin materia.

Porque las ideas se cotizan al alza.



El crucero de tu vida

En el infierno

De tus desdichas.



No te preocupes.

Hoy por hoy

Hablamos por ti:

-¡Trabaja, vago,

No seas parado!

….

Pero mejor doble descanso:

Acostándote en la tumba

Para volverte manso.




sábado, 8 de noviembre de 2008

Obama, Quevedo y negros en boda

Obama se desinfla de manera escandalosa y a pasos agigantados para algunos ilusos soñadores. Los medios de comunicación nos informan de que ha nombrado a dos judíos para sus capitanes de abordo. De abordaje al pueblo palestino. Por esa parte los esclavos ya pueden buscar otro gladiador que este le ha resultado rana.

Y hablando de negros. Cuando estudiábamos historia aquí en España no aparecía la esclavitud por parte alguna. La esclavitud de los negros. La trata de esclavos. Pero aquí estuvo y unos pocos se enriquecieron. Entre ellos los monarcas. Lo hicieron en nombre de la familia cristiana separando padres de hijos y maridos de esposas. Pero eso... aparecía como cosa del sur de los Estados Unidos. Ya saben 'Lo que el viento se llevó'. Y el 'Si, buana'.

Pero existió y la literatura clásica lo refleja desde Sancho Panza en El Quijote que quería hacerse rico vendiendo negros hasta Rodrigo de Reinosa y otros muchos. Entre ellos Quevedo que tiene esta boda de negros que les trasladamos.

BODA DE NEGROS

Vi, debe de haber tres días,
en las gradas de San Pedro,
una tenebrosa boda,
porque era toda de negros.

Parecía matrimonio
concertando en el infierno,
negro esposo y negra esposa,
y negro acompañamiento.

Sospecho yo que acostados

parecerán sus dos cuerpos,
junto el uno con el otro
algodones y tintero.

Hundíase de estornudos

la calle por do volvieron,
que una boda semejante
hace dar más que un pimiento.

Iban los dos de las manos,

como pudieran dos cuervos;
otros dicen como grajos,
porque a grajos van oliendo.

Con humos van de vengarse,

que siempre van de humos llenos,
de los que por afrentarlos,
hacen los labios traseros.

Iba afeitada la novia

todo el tapetado gesto,
con hollín y con carbón,
y con tinta de sombreros.

Tan pobres son que una blanca

no se halla entre todos ellos,
y por tener un cornado
casaron a este moreno.

Él se llamaba Tomé,

y ella Francisca del Puerto,
ella esclava y él esclavo,
que quiere hincársele en medio.

Llegaron al negro patio,

donde está el negro aposento,
en donde la negra boda
ha de tener negro efecto.

Era una caballeriza,

y estaban todos inquietos,
que los abrasaban pulgas
por perrengues o por perros.

A la mesa se sentaron,

donde también les pusieron
negros manteles y platos,
negra sopa y manjar negro.

Echólos la bendición

un negro veintidoseno,
con un rostro de azabache
y manos de terciopelo.

Diéronles el vino tinto,

pan entre mulato y prieto,
carbonada hubo, por ser
tizones los que comieron.

Hubo jetas en la mesa,

y en la boca de los dueños,
y hongos, por ser la boda
de hongos, según sospecho.

Trujeron muchas morcillas,

y hubo algunos que, de miedo,
no las comieron pensando
se comían a si mesmos.

Cuál por morder el mondongo

se atarazaba algún dedo,
pues sólo diferenciaban
en la uña de lo negro.

Mas cuando llegó el tocino

hubo grandes sentimientos,
y pringados con pringadas
un rato se enternecieron.

Acabaron de comer,

y entró un ministro guineo,
para darles agua manos
con un coco y un caldero.

Por toalla trujo al hombro

las bayetas de un entierro.
Laváronse, y quedó el agua
para ensuciar todo un reino.

Negros dellos se sentaron

sobre unos negros asientos,
y negras voces cantaron
también denegridos versos.

Negra es la ventura

de aquel casado,
cuya novia es negra,
y el dote en blanco.

*

Pero esos negros miserables no tienen nada que ver con este Obama que el gran capital ha puesto ahí de monigote para lavar su cara de negrero.

Que ustedes lo disfruten.

El poema de Quevedo. Que todo hay que decirlo.

martes, 4 de noviembre de 2008

Iswe Letu: Obama, esperanza vana

Obama, fundada oquedad

Hoy eligen, en la USA, a Obama (D. Barak) O no. Eso... quién sabe. Pero ya lo están poniendo en los altares, presentándolo como motor de cambio y adalid para salir de la crisis. No dicen qué dirección va a tomar ese cambio, ni a quién va a salvar de la crisis.

Muchos, no obstante, como es negro, ven en él una especie de gladiador rebelde a punto de liderar a los esclavos del planeta. Un Espartaco en ciernes, un libertador en agraz. O simplemente un Kunta Kinte para uso y consumo local de los yanquis. En cualquier caso, alguien que les va a sacar las castañas del fuego. De ahí que están expectantes. Por eso su gran expectación. Y de ahí se sigue que sean como mirones esperando recibir el maná del salvador.

Y no. Nada indica que la realidad confirme sus deseos, que apoye sus sueños. Es negro, si. Pero... no tanto. Por supuesto, no ha llegado, tras una larga travesía, en cayuco. De familia acomodada, eso si, ha estudiado en buenos colegios. Y hasta ahora se le hecho el culo gaseosa yendo a saludar a las tropas mercenarias e invasoras de Irak y Afganistán; y hasta ha perdido el trasero, apoyando, con fervor, el plan de salvamento del Gran Capital a costa del erario público.

Eso por una parte.

Y por otra, nos atrevemos a decir que es una gran falacia eso de la rebeldía, los espartacos y los kunta kintes. Lo es hoy y lo ha sido siempre: no hay jefes, líderes, adalides, si no hay una masa dispuesta, decidida, arrojada, valiente, para plantarle cara a la vida, aun a riesgo de perderla en el intento.

Si se da esa masa, nace el líder, mana la protesta y brota la chispa que correrá e incendiará todo el orbe. Con las teas en la mano de todos, claro.

Entre los obreros del mundo, entre los trabajadores asalariados, entre los esclavos modernos (los que somos conscientes de ello y no hemos dejado arrumbada la conciencia de clase en un rincón) se sabe que es, con el concurso de todos, cuando se realiza el cambio. Lo hemos cantado en numerosas ocasiones:

'Ni en dioses, reyes, ni en tribunos está el supremo salvador. Nosotros mismos realicemos el esfuerzo redentor' (1).

De modo que pensar en esperanza de liberación fuera de nosotros mismos, es pensar en lo escusado, y nos expresamos aquí remedando a Cervantes.

Ese Obama que pintan es, en realidad, como decía Norman Mailer de Kennedy:

"el viejo pastel de manzana que sabe a rancio y a humedad, pero presentado en un nuevo envase y flamante -tiene un grabado en su tapa de celofán- que, según los estudios llevados a cabo sobre la motivación, es más efectivo que el de la antigua tapa para la difusión del pastel de manzana"
(2).


Pero si resultara, como algunos lo sueñan, con veleidades de justicia, que no se le ve por parte alguna, lo matarían y... aquí paz y después gloria.

Con la consiguiente alegría de la Asociación Nazional del Rifle y otras organizaciones financieras.

Hay ejemplos de esos crímenes que... para qué nombrarlos.

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(1) Versos de La Internacional
(2) En 'Crónicas presidenciales'


lunes, 3 de noviembre de 2008

Iswe Letu: Quebrando el márquetin

Del corte, el inglés; y las sisas, para él

*

En moda, él siempre da la talla:
el clásico, el más actual, el más canalla:
100% de financiación sin interés.
¡Qué lindo, qué elegante, qué cortés!
Queda a su alcance... hasta tu piel.
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Y -30% en una gran selección
de primeras marcas de moda
de Mujer, Hombre, Joven y Niños...
que no anden solos, por ahí,
correteando, sin un puto euro.
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Y siempre a punto...
de engrosar las listas
del paro violentamente.
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¡Ah! mis días de oficina...
rememoraba la desocupada
caminando hacia el INEM.
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O decía para si aterido en el tranvía:
por favor, unos poquitos de euros...
para entrar en caloría.
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Eso,
lánzate a la aventura...
si es revolucionaria.
Total,
nada tienes que perder...
mas que esas putas cadenas
con que te ataron al Capital.
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Por una parte: Manga, francesa; cuadros, de Gales...

Y por otra: Lo más nuevo en tallas pequeñas:
para el parado con subsidio, remiendos para
los harapos envueltos en brillante celofán.
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Acabados de Alta Costura.
Entallados con dinero...
para todo tipo de mujer
o de hombre enriquecidos
o que se quieran endeudar
que a él... eso le da igual.
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Y el brillo encharolado
de sus complementos.
Y el encharolado insulto
de sus suplementos.
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Un Gran Regalo Para Tí:
Que la Banca se Hunda Para Él.
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Y ahora un descanso, un recreo,
un paralelismo, unas cifras con choteo:

25 años de la paz de... Franco (el dictador) en la tele.
70 años de la edad de... Sofía (reina griega) en la tele.
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Prosigamos después del recreo

Y proclama riéndose:
y yo, mira, doy el 3x2,
con eso el hambre se acabó.
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Flores, blusones,
largas vestimentas...
levas brisillas hippies.

Pero, ¿esto qué es?
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No hay color. Pues, sin arcoiris. Éxito total.
Para el año más negro y más gris... imprescindible.
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Así de natural: desnudo.
Nuevo traje del trabajador...
en paro.
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Y suma y sigue:
pantalón + vestido + sudadera=
idea de querer y no poder verdadera=
airosa intención que se persigue.
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Y sin miedo. Y sin luces en la noche.
Y casi todos en pijama. Y gracias.
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La clase, la clave, está en los bolsillos...
En este caso vacíos. Color extra... negro.
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No obstante, y es normal,
el cuero, la piel,
como aislante natural.
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8 días para ponerte en forma:
los 8 días de la semana...
que no acaban nunca.
Pronto llegará el lunes
y seguirán otros siete.
¡Como juguetes atroces!
¡Total look sin fortuna!
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En moda, siempre da él la talla.
Lo clásico y más actual, lo más canalla.
Elegante, fino y cortés hasta el detalle.
Trae nuevas ideas contra el frío, la lluvia,
el viento, la nieve: aislante natural la piel.

Para cortes, el inglés; para sisas, siempre él.