miércoles, 31 de enero de 2007

José Mª Amigo Zamorano: TOLERANTE Y LIBERAL... COMO NAVAJA DE AFEITAR


Tras el 11 de septiembre, que dio por tierra, como castillos de arena, a las Torres Gemelas (habría que ver también como se calculó su resistencia) se esperaba la destitución de los jefes de los servicios secretos que no captaron nada; hecho lo cual, era de suponer que, la policía del Imperio de los EE.UU, con la colaboración de otras policías (casi nadie en justicia se hubiera negado) averiguaría quienes eran los culpables; y, dada orden de busca y captura, se les juzgaría; y, con arreglo a sus responsabilidades, serían condenados (o absueltos) de acuerdo con las leyes.

Pero no, nada de eso ha sucedido. Se ha declarado el hecho como un acto de guerra. Se ha señalado un culpable; y se ha apuntado como cómplices a todos los pueblos o estados del mundo que no estén con el Imperio de los USA. Entendiendo, éste, que “El que no está conmigo está contra mí”(pág. 354; Babbitt de S. Lewis: Madrid, Cátedra, 1985) Y envuelta la USA en una aureola de patriotismo <<“one country, one language, one flag”: Evans, fundador del K.K.K>> han bombardeado un país de campesinos y pastores pobres.

Han impuesto normas militares. Han restringido libertades. Patrullan calles y plazas. Cachean. Detienen. Y harán juicios sumarísimos... a delincuentes. Pocos han protestado por allí... y por aquí. El miedo ha inundado las gargantas de silencio. Los muertos... muertos están, en la zona 0, entre escombros polvorientos de metal. Afganistán ya tiene sus miles de muertos; y los muertos... muertos están, en la zona 1, entre escombros polvorientos de adobe.
El adobe y el barro, los campesinos y pastores afganos nos recuerdan a nuestros pueblos, padres y abuelos, a pie o en burros, camino de la arada por la llanura castellana. ¡Dios! ¡Qué terroristas!- exclamamos; e inmediatamente algún jefe del Imperio se asoma por la ventana diciéndonos: “¡ojo! ¡mucho ojo con lo que se dice! ¡eso es apoyar al terrorismo!”.Y, claro, nosotros aquí sin movernos y con el nudo en la garganta. El espíritu de Babbitt nos ha paralizado (“Las mentes uniformadas son el enemigo más temible”; pág. 142, o.c): espíritu colectivo del país donde se reivindica el individualismo... de los corderos de un rebaño; decía Marx que “las patatas de un saco, lo son, porque son un saco de patatas”.

Pero, ¿quién y que es Babbitt a quien ya hemos citado en otros artículos?: Babbitt, novela yanqui de S. Lewis (Premio Nobel) 1922, se titula así por su personaje principal, George Babbitt: empresario que se dedica a la venta de pisos; y cuyos objetivos en la vida son el Dinero, el Dinero y el Dinero; cuanto más mejor y al precio que sea. Cuando cambie, tímidamente, de comportamiento, le recordarán que es “tan liberal y tan tolerante como una navaja de afeitar” (pag. 321, o.c).

Su morada es de estilo colonial holandés situada en el barrio de Floreal. Pasa su vida entre ella, la oficina, los clubes y la iglesia presbiteriana a la que pertenece. Se dice, de él, que ni fabrica mantequilla, ni hace zapatos, ni escribe poesías... pero es un lince vendiendo casas por un valor superior al que las gentes pueden pagar. Se interesa por los proyectos municipales, y los conoce al dedillo, para comprar casas y terrenos... en los lugares que luego serán revalorizados; y al cacique político, Jake Offutt, mascador de tabaco y jugador de póquer, en recompensa por la información... le asigna el 10% de los beneficios del negocio.

Piensa que, los sindicalistas que luchan por la unión de los trabajadores... deberían ser ahorcados; en cambio, estima necesaria una asociación de hombres de negocios; y el que no quisiera entrar... meterlo a la fuerza. Su pensamiento, con respecto a las elecciones, es que no necesita el país un Rector de Universidad que visite países extranjeros y debata con intelectuales liberales, maestros o profesores, barbudos (a los que habría que echar de la enseñanza... de una patada en el culo), sino un buen gestor que lleve a cabo una buena y sana economía... que active los negocios como piensa Berlusconi, ahora.

Está a favor de la ley que prohíbe el alcohol... de puertas afuera; pero bebe como un cosaco pensando que dicha ley va contra la libertad personal... de puertas adentro. Declara, riéndose, que sabe varios idiomas: el americano, el póquer y el béisbol... que da salida a los instintos asesinos que él llama “patriotismo”.

En cuestión de razas, no tiene prejuicios: no le importa que el negro se gradúe en la universidad... con tal que no suplante al blanco. Está, por supuesto, contra la entrada al país... de “cochinos extranjeros”.

En fin, es uno más de su clase media americana, de nuevos ricos, que desprecia a todo el que no tenga tantos y tan buenos coches, tantas y tan buenas cafeteras, radiadores, frigoríficos, enchufes, consolas (cuanto más grande, mejor), toalleros transparentes, lavabos con una multitud de cepillos, jaboneras, esponjeras... todo reluciente como repisa de laboratorio.

Ahora, eso sí, le gusta servir bien al público, tratar bien al cliente; es, a su modo y manera, un empresario honrado; uno de los personajes se lo reprocha diciéndole: <<-A mí me gusta la honradez, siempre que no me resulte muy cara->>.

Efectivamente, George Babbitt tiene su pequeño coranzocito que le hace dudar de muchas cosas; y sueña con el hada del pensamiento libre apartándole del “enemigo más temible”: el pensamiento único. A veces, se escapa de la familia, y de la sociedad, con su amigo Paul, al monte; u otras valentías... una manera, como otra cualquiera, de liberarse de los que dictan que “el día es templado, los jornales caros y los intereses hipotecarios bajos”.

Pero tuvo que venir un cataclismo social... ¡la huelga!... para atreverse, tímidamente, a decir: que el abogado Doanne, antiguo compañero de clase, también es americano... aunque defienda a los huelguistas; que no ve razón alguna por la que haya que echarlo de la ciudad, aunque... él no esté de acuerdo con sus ideas; que, tal vez, tengan algo de razón los huelguistas, aunque... él esté contra las huelgas; que está contra los que alteran el orden... pero habrá que juzgarlos conforme a la ley y no condenarlos a priori...

Fue una leve brisa. Tan tímida que no pasó a más. El mundo de los negocios le retiró los créditos, los empresarios le dieron la espalda, la iglesia le negó el visto bueno espiritual. “Babbitt se encontró sitiado” Recibe la visita de varios amigos de clubes proponiéndole se adscriba a una nueva asociación. Él duda. No lo ve claro. Lo tiene que pensar... Uno de ellos le espeta: <<--Cuando se trata de una lucha entre la honradez y seguridad de nuestros hogares... y las exigencias de unos canallas revolucionarios, hay que abandonarlo todo, hasta las enemistades. “El que no está conmigo está contra mí”>>. <<--Si, supongo...>> (Pág. 354, o.c)

Titubea, con miedo; y todos titubeamos, con el miedo taponándonos la garganta. “Todos”, universalizando a los personajes de S. Lewis. Como lo hace Juan José Coy, quien al final de la introducción de la novela (pág. 38), se expresa así de tajante: “Los americanos pueden quedarse tranquilos si piensan que a este lado del Atlántico, en Europa y en África, o en cualquier parte, no se dan vendedores de viviendas ladrones, especuladores descarados o caciques pueblerinos que no saben sino responder con el insulto a las razones, con la amenaza a las protestas documentadas”.

José Mª Amigo Zamorano: UN PAPELITO AMARILLO (*)



El papel decía: "Con este Nº se te acaba la suscripción". Y una raya debajo. Así de simple. Con bolígrafo azul. No añadía mas.

Nota pegada en la portada de la revista entre dos rótulos: arriba, "¿a dónde hemos ido a parar?"; debajo, "centenario ENGELS".

Se dio por enterado y lo apuntó. En realidad se trataba de una advertencia seria, no de una amonestación para que tomara nota.

Pero la tomó. Luego reflexionaría sobre ella. El hecho material era claro. Su rotundidad manifiesta. La caligrafía firme.

El autor no había tenido duda alguna, ni temblado, a la hora de escribir con bolígrafo azul, no negro ni rojo, aquellas escuetas palabras referidas a su persona: "se te acabó la suscripción".

Ese "te" era como el de finales de agosto: postrero trayecto: se terminaron las vacaciones: fue bonito mientras duró: ahora, si te he visto, ni me acuerdo.

En este punto de la reflexión recordó "La dureza de la vida", pequeñas narraciones con las cuales se ponía punto final a modo broche de acero (o tajadura acerada que es mas pedante) en anteriores números de la revista; narraciones indiscutidamente discutibles, sin ninguna duda; y lo recordó al darse de bruces con la cruda realidad ecológica, leída, años ha, a C. Marx: no estamos fuera de la naturaleza sino que somos naturaleza misma: no eran narraciones educadoras para abrir los ojos a los amigos sino simple reflejo de una vida dirigida por esos ejecutivos de alto estandin -no sabe con seguridad lo que significa- a los que ambiciona oponerse imitándolos; consecuencia: se llevan a cabo las mismas competentes barbaridades por mor de que la supervivencia es dura; el influjo de esa sociedad capitalista (ya no está seguro de si el nombre es correcto; en cualquier caso: "una soberana mierda, una descomunal porquería") llegaba incuestionable hasta el mismo centro desde donde se elaboraba una alternativa nueva a esa monstruosa "mierda", según su propia expresión.

"Con este Nº se te acaba la suscripción", tan corto, seco, lacónico y cuasi telegráfico aserto, no podía emanar de una cálida mente propensa a agavillar conciencias en pos de un proyecto común ¡que digo transformador, se dijo, ni tan siquiera continuador de nada!; surgía de algo frío, distanciador, diseminador, desperdigador, indudablemente.

"Ya lo sabes: me importa un bledo si has pagado con creces; no te voy a mandar ni un número mas; si te he enviado este, puedes darte con un canto en los dientes; así de clarito"; de qué iba servir que le respondiera acerca de su disposición a continuar colaborando; o de qué valía decirle que en base a qué afirmaba tal cosa; o preguntarle si había realizado alguna operación matemática que le llevara a tan categórica afirmación; incluso ¿podía tener algún valor informarle de su supina ignorancia en cuanto a la consumación o finiquito de anteriores aportaciones crematísticas?; no iba a servir de nada semejantes razonamientos por cuanto no se había dignado avisarle con anterioridad, prueba evidente del desprecio que sentía hacia su persona; y se podía dar "con un canto en los dientes", efectivamente, el número recibido.

No era lo mas grave este desprecio hacia él, aunque claro está le dolía, lo mas grave es, sin duda, que alguien pueda erigirse en portaestandarte de un movimiento renovador con esas predisposiciones déspotas haciendo tabla rasa de orígenes, cuando ya lo decía el poeta "no venimos de ahora sino de siempre", queriendo significar la importancia capital de las trayectorias y de los caminos recorridos; ¿tendría que decir, aquí, que sus clásicos mentores daban un valor primordial a esas trayectorias?; esto es lo gravísimo: la pervivencia de actitudes y de individuos que, al parecer, habían sido barridos por el viento inmisericorde de la historia, pero que permanecen, no obstante, ostentando papeles psicóticos.

"Con este Nº se te acaba la suscripción", en papel de dimensiones reducidas ( 3'5 X 5), amarillo, rectangular, con aparente, solo aparente, marchamo de eficacia en sus elementos, fáciles y rápidos de manejar; barniz hipócrita en tanto en cuanto no se habían dado los plazos previos; pasos que, incluso esos ejecutivos de agresiva conformación, tan admirados por algunos, no olvidan en absoluto, sabiendo, como saben, lo nefasto del apriorismo y por lo que, antes de abandonar a un cliente, tienen que tener encima de la mesa los datos, incuestionables, referentes a la negativa, rotunda, del cliente a seguir con ellos, o los datos, igualmente fehacientes, que indiquen meridianamente la necesidad que les lleva a romper con él; premisas que no se dan en este caso por muchos motivos que sería cansado detallar; lo que le lleva a la conclusión de que debajo del escribidor de la nota se encuentra un mal gestor y un indeseable recogedor de anhelos aurorales si se le permite este palabro rojizo.

Como con ese número se le "acaba la suscripción", lo abre a fin de empaparse de algo que le ofrecen como postrimero; ya la portada le parece un tanto misérrima y siniestra, como espantable es la misma existencia, eso también es verdad y tiene que reconocerlo; no es el prolegómeno mas conveniente -piensa- para sostenerse tersos en un período de baluartes desarbolados; ni le parece lo mas pertinente como para resistir con el rescoldo encendido, desamparado y abandonado, como está; y confuso, enceguecido e indeciso, después de tanto ajetreo infructuoso; como fogata abrasando en despoblado: agotándose, consumiéndose, ensimismada en derredor...; empero como el que se descubre arrinconado por nebulosidades, desasosegado gira, manotea, ansía horadar las sombras que le acordonan, y taladrarlas, agujerearlas, hacerles una hendidura por donde penetre la claridad, mortecina aunque sea, algún escuchimizado filamento de certidumbre, únicamente tan solo, es por eso que ha abierto, algo ilusionado, no excesivamente, la publicación.

Había tenido un ensueño en el que los contemplaba a ellos y a él: "a vosotros y a mi, ojeando sin cesar por la ventana escudriñando una huella, anhelando una manifestación, algún barrunto recubierto de anhelos, de luces, de llamamientos, de silbidos, de vítores, de congratulaciones, de ofrecimientos, de convocatorias, de banderas, de estandartes en los ojos tremolando...; ¡que placentero sería vernos desaparecer de los ventanales; escuchar, un retumbar de zancadas como golpes de hachas, como toques de espadilla sobre el agua; avanzando en el universo hacia una luz que encienda un horizonte esperanzado! .. "; y lo había relatado a mas de uno.

Pero lo que no declaró fue la amargura del despertar: "fuese y no hubo nada".

Lo mismo que le ocurre en este momento con la revista: fuese y no hubo nada; como nada hay en ella mas que, la testificación de esa nada: para ese desplazamiento no se necesitaban tales parihuelas.

Tiene que confesar que no le ha acarreado excesiva extrañeza, ya el papelito amarillo era una demostración palpable (nunca mejor dicho) de lo que podía haber interiormente: nada caluroso, sino congelado y desangelado.

El escrito decía: "Con este Nº se te acaba la suscripción".

Como indicando: "hasta aquí hemos llegado; hasta aquí hemos ido a parar: Engels, 100 años; tú, ni un segundo más; el, adicionó; yo, disminuyo; renuevo así los principios perpetuándome solo; los proyectos se purifican, lo hemos dicho muchas veces, quedándose sin individuos; así, hasta la muerte; la ausencia es la idea virginal por excelencia: sin mezcolanza de nada; así resplandece mas inmaculada; sin ningún lamparón".

Y una rayita debajo de la anotación. Así de sencillo. Con bolígrafo azulado: ni negro ni rojo, azulado. No agregaba mas.

Advertencia adherida en el frontispicio de la publicación entre dos encabezamiento: en la parte superior, "¿a dónde hemos ido a parar?"; en la inferior, "centenario ENGELS".

Eso era todo.

(*) Cualquier parecido con la realidad, podría ser mera coincidencia. El papelito no

José Mª Amigo Zamorano: LA NOSTALGIA DEL RABINO



1. Éxodo

Efraím Angaua, mas conocido por El Rabino, no estuvo nunca de acuerdo con quedarse en Tlemecen, pero no pudo evitarlo; después tergiversaron las palabras, mil veces repetidas por él, del poeta sefaradí Yehuda Ha-Leví:
-- "Mira como por tu causa me revisto de venganza: te amo".
Como también torcieron la figurada comparación con que acompañaba esas palabras en los sermones rabínicos.
-- "Lloro por mi pueblo y por mi linaje, lloro por las personas de mi estirpe" y lloro por mi y " por los días felices que ya pasaron". Así pensaba Efraím Anqaua, en un instante de decaimiento moral, caminando hacia el exilio, con palabras de Ha-Leví.
El sol enviaba inexorable e inclemente sus rayos. Estaba cansado de la larga travesía y del peso insoportable de verse desposeído, porque si, razón que no comprendía. Alzó la vista al frente contemplando una larga fila de tristes caminantes, como él, hacia una costa a la que no terminaban nunca de llegar.
Gordos lagrimones le rodaron por sus mejillas.
Quería tener fe, lo deseaba ardientemente y se aferraba a los versos del poeta como naufrago a clavo ardiendo:
-- "Mejor es un día en tierra de Dios que mil en tierra extraña", "hacia ti me dirijo, mis ojos vuelven hacia tu morada".
Si bien lo de "tierra extraña" no lo entendía del todo, valía como soporte espiritual; y los versos eran un alivio momentáneo, fugaz; airosas palabras, bellísimas como vuelos de las mariposas de Hervás; pero poco consistentes, pensaba, para estos momentos de dolor infinito ¡Yavé le perdone!.
¡Ah, Hervás! ... está prendida en su recuerdo la villa de Hervás; como en el alamar la gaya; hermanece de la oscuridad como la luz del pozo oscuro de la noche y con nombre claro de mujer: Sara. Y le vienen otras palabras del poeta: "paloma que entre las frondas anidas afligiose mi corazón por tus lamentos"; lamentos que martillean sus oídos desde que se despidieran en el puente que da paso a la judería. Lágrimas en los ojos tenía ella y temblaba su cuerpo acongojado por la ida de Efraím. Su familia ha decidido quedarse desafiando el decreto de los Reyes Católicos, Isabel y Fernando.
Repite para él, encarnizándolos, otros versos del tudelano:
-- " Saboreo una roja manzana cuyo aroma es como la fragancia de tu rostro y tu atavío".
Sara se le aparece en el puente alargándole la mano temblorosa. Se consuela imaginándola musitando aquellos versos: " solo pido que recuerde el día de su partida cuando hicimos un pacto de amor junto al manzano". Otra vez las lagrimas brotan: "no te olvidaré mientras v ...".
Han cortado bruscamente el hilo de sus recuerdos las voces y risotadas de un jinete que les insulta a voces:
-- "¡Marranos!" - y escupe - "¡idos a vuestra tierra!".
Lo de "vuestra tierra" entendida como patria espiritual podía comprenderse; se lo podía aceptar a Yehuda Ha-Leví; pero en el sentido grosero de este destripaterrones parecíale varapalo arreado al ganado para que salga del corral y vaya al matadero.
La caravana ha interrumpido su marcha para dejar pasar una manada de toros que, pensativos y cabizbajos, caminan hacia un destino incierto como ellos.
Uno de los animales se vuelve, los mira, brama y se lanza embistiendo contra el caballo que tiene al lado, sacándole las tripas; los otros vaqueros acuden en auxilio del compañero; montado como está, teme que, el derrumbe inminente del caballo, sea aprovechado por el toro para extraerle, a él, las entrañas y pasearlas en la encornadura, al viento, como blasón victorioso. "Bien merecido se lo tendría", piensa; ¡Jehová no tenga en cuenta sus pensamientos!.
La interminable columna reanuda su andadura.
Está pronta a avistarse Granada.
"Al pasar junto a Granada palpitando", como ha latido por otros pueblos y ciudades por donde pasó, se dice:
-- "No he de encontrar, para mis pies, sosiego".
Le vienen, llanamente, unos versos muy amargos; versos que le brotan, como agua, de un venero acibarado llamado Sara: "todo surge de la nada; todo nace absurdamente".
Cada vez les era mas difícil el camino, cuando ... Almería se les abrió ante ellos.
Desorden en el puerto. Huestes castellanas escarbando el contenido de los bultos; los ojos codiciosamente abiertos como platos. Por si acaso alguna moneda de oro al oficial de turno; convenía precaverse. La embarcación que leva anclas, parte; y numerosas personas, de todas las edades, que se introducen a la desesperada. Abrazar los baúles y clavarse en el reducido espacio para no ser desalojados a empujones y hundidos en el mar.
Sollozos, gemidos y rezos.
Y el aire fecundando las velas que se hinchan embarazadas.
Y las gaviotas que chillan.
Y el mar que se rebela contra el extraño entremetido oponiéndole resistencia.
Y las olas que castigan azotando sus flancos.
Y el barco que no obstante, sin hacer caso, avanza mar adentro.
-- ¡Abur, Sepharad!, ¡Shalom, Sara!. No te olvidaré jamás, astado de Sepharad.
Efraím mira en derredor. El griterío se ha ido calmando y ahora reina, soberano, el silencio. Temerosos del ruido del mar, las miradas convergiendo interrogativas hacia la proa del barco, se apretujan unos contra otros. Anhelan llegar cuanto antes y pisar tierra firme.
Los balanceos del mar hacen mella en algunos que se marean y devuelven.
Efraím se ha adormecido. Sueña: " Flota en las aguas, muerto; las algas le acompañan, le hablan, le acarician; el acantilado le cierra la salida que el esperaba; en aquel momento se calma el mar que lo sostiene en vilo entre sus aguas; no reanuda la marcha clavado, como está, por el espanto de haber sido desposeído, porque si, razón que no comprende; admite, sin embargo, su condición, como las algas que le acompañan tenazmente en su camino; y que aceptan la suya en su asidero sencillamente acuático; y, aunque se viera libre de su angustiosa situación, miraría a uno y otro lado hasta darse, una y otra vez, con el muro que siempre le cercó, como el acantilado que, ahí y tan cerca, se levanta con mirada insensible y le clausura el paso a la esperanza; solo le queda continuar ahí flotando hasta que la vida del mar lo libere de su materialidad humana o ... ; se determina por fin a escalarlo; araña sus paredes; sube reptando como una culebra, como lo que es; a lo alto el toro brama esperanzado ... "
Se despierta nervioso. Están llegando a Marruecos.
-- "Ya no temeré ninguna pena, ni me alegraré por ninguna dicha". "Hacia ti me dirijo, mis ojos vuelven hacia tu morada". "Mejor un día en tierra de Dios que mil en tierra extraña". La Tierra Prometida está cerca. Lejos quedó Sepharad -- exclama no muy convencido.

2. Exilio y primer aparte
Efraím Angaua, El Rabino, no encontró, efectivamente, paz ni sosiego en tierras marroquíes como el mismo había presentido. Su afán proselitista topaba con barreras infranqueables, aparte del idioma y las costumbres, de muy diversas formas: cuando no era la animadversión, el vilipendio o el menosprecio; eran la persecución o la agresión física. De manera que decidió ir más hacia el sur: a Tumbuctú, tierra de negros, tierra virgen.
Ni la ciudad, ni el clima, ni las gentes, fueron propicias a él ni a su palabra. Halló un terreno yermo.

Se quebró el ánfora sagrada, cayendo al suelo rota en mil pedazos.
El árbol, que daba sombra a los ancianos y a los niños en los días abrasadores y que presidió las añaceas durante siglos, se secó.
Huyeron las mariposas cuando el tam-tam, rasgando su vientre sonoro, enmudeció, ¡mal augurio!. El gallo tutelar permaneció solo, silencioso y perplejo, en la penumbra del puerto.
Francas las cancelas la conciencia se encogió y agrandó para añorar la pérdida del alba; poco remedio para tan grande mal.
Si columbró la enriquecedora diferencia, la consideró erizada de rejones y con los fosos atestados de hambrientos cocodrilos. Mas no ha arribado para volverse atrás, sino al origen.
Sin embargo se halla preparado para todo: respirar el aire que le otorguen, hacer de tripas coraje y con la nostalgia que le queda (su bien mas preciado) erigir una garbosa morada que algún día pintarán las mariposas.
Después acaecerá el menosprecio y el hostigamiento, color mierda, o la indiferencia facinerosa, de tintura nauseabunda.
Mas, con los suyos, ya habrá plantado un nuevo árbol que presidirá las añaceas del regreso, a la tierra comunal abandonada.

Regreso y parada en Tlemecen. "Detúvose junto a la gruta donde nace el manantial hoy sagrado y dedicado a él". El murmullo del agua le entregó la remembranza de Hervás en Sepharad.
Siempre el agua, los manantiales, las fuentes, los ríos.
El agua que corre, que acaricia, que fecunda, que se escurre, que se esparce; o se desborda en el intento de sojuzgarla, de enmaromarla, de aherrojarla.
Un manar cantarino del agua le devolvió el recuerdo. Y otro fluir sonoro fue testificador de la despedida de su amada Sara; allá en Hervás; en el puente de Hervás sobre el río Ambroz. ¡Cuántos años habían pasado!.
Las imágenes se aglomeran, riñen, se empujan, se atropellan por salir; por ser las primeras en salir al escenario de su memoria; se entremezclan y confunden con otras mas recientes igualmente asociadas al agua:
En Un Yunaiba, una localidad separada una semana desde Fez, en caravana, hay un río que, según la creencia del lugar, tienen que orillar los peregrinos bailando, de lo contrario las fiebres cuartanas harán presa en ellos. Efraím, de guasa, se puso a bailar, primero con embarazo, se sentía ridículo; luego el rumor del agua, acariciando el cauce, animó sus pasos, sus saltos, sus cabriolas; comenzó a correr frenéticamente; sintiose sacudido, embriagado, hechizado, trastornado como un demente; y empezó a hablar y a vocear; a gritar y a cantar; y a pronunciar su nombre que el eco repetía de peñasco en peñasco; conversaba con si mismo; se maravilló de que alguien le llamara o le hablara, a voces, en el idioma de su querida Sepharad; creyóse transportado a otro tiempo y otro lugar:
-- ¡claro!, él era Efraím, judío de Sepharad, y ella Sara.
Y gritó hasta desgarrarse la garganta:
-- ¡SARA!
Y la pared roqueña del teatro africano le devolvió, ¡SARA, SARA ...!, multiplicado.
Con un gran sobresalto, impresionado, miró hacia atrás: otras voces en lengua diferente a la suya le nombraban: la áspera realidad, de un golpe, lo sentó.
Con las manos en la cabeza comenzó a llorar amarga y desconsoladamente.
A la vera del fontanar de Tlemecen, El Rabino se dormía acunado por nostalgias, por añoranzas entrañables, y soñaba: subía y subía y subía reptando cual serpiente, acantilado arriba, porque era una serpiente; y el justiciero astado lo aguardaba esperanzado; y le acercaba su chita; y reptaba por ella; y se encaramaba a su cuello; y se hacia brida; y, el toro, bramando, emprendía una rápida carrera; y Efraím se asía a la serpentina brida para no caerse y ...

Segundo aparte
Se fue para conocer otras flores sencillas, sin esconderse entre la fronda lujuriante que las rodea, volando a lomos de raudas libélulas o flotando en la suave brisa de las noches machihembradas donde brota la vida, alumbrado por la tenue luminosidad de millones de luciérnagas, antes de que el tiempo se le consuma.
Desde que años ha deseó saltar las tapias del corral donde habitaba la higuera y ésta lo desaprobó "frotando la lija de sus ramas", le intrigó ese mundo que surgía milagroso cada nueva primavera.
Ambicionaba caminar a la hora del rubor: en el primer relámpago en que la esperanza da a luz, para embriagarse de reconocimientos unánimes.
Era un desafío que se había hecho.
Un día, poco antes de alborear, cuando el sicómoro duerme, profundamente, arropado por "la lija de sus ramas", brincó la tapia y emigró.
Recorrió las alboradas de la tierra descubriendo, en las zarzamoras del camino, una dual gentileza insospechada: estallaban en abrazos de pájaros cantores y en besos de brisas matinales; en tremendos rugidos de cocodrilos y en traicioneros silbidos de culebras.
Nada especial, salvo la independencia conseguida de peregrinar sin amparo o protección.
Así circunvenía su anhelo, en soledad, caminando, corriendo o huyendo, en el fulgor inicial, única manera de romper las erizadas alambradas que por doquier se alzan, al parecer eternas.
Durante un tiempo creyose libre, como los pájaros.
Tuvo que traspasar neblinas, enceguecedoras y fascinantes, que le proyectaban como ensoñación embaucadora una única, singular flor gris escondiéndole el horizonte arcoirisado. Pero no se dejó engatusar por el señuelo. Y continuó su camino.
Discurrió por los caminos de la existencia como el agua por el lecho.
Conoció por fin la fragancia y coloración de las otras flores. Mas no quiso perpetuarse entre ellas.
Su impulso de regresar emanó del agua de la vida; de los cauces de la supervivencia.
Está seguro que fueron bosquejados, ya para la fuga que en carraña se acaba, o bien para el regreso, pigmento de esperanza.
Ha derrochado media vida y ... ¿qué le queda? ...
Ya de vuelta, corre a refugiarse en el cobertizo desde el cual, antaño, divisaba el horizonte de tierras recorridas que las tapias del corral, adonde moraba la higuera, le ocultaban siendo niño.
¿Por qué, si conoció el perfume y el color de otras flores, le escurrían como el aceite?
Ha visto y ha oído: todo le parece hermoso, cruel y fugaz , como la vida y el vuelo de una mariposa.
Se sacude el polvo del camino. Y erguido comienza a caminar por los alcorces de su infancia. Contempla las flores, oye con renovada querencia a los pájaros y escucha a los hombres, henchidos aún hasta las cejas de una porrada de telarañas que les enmascaran las diferentes tonalidades de las flores silvestres, traídas por el viento, antiguamente, desde los más remotos rincones de la tierra.
Se tiende a dormitar a la vera del agua de la fuente y muere.

Epílogo
Los musulmanes respetaron a aquel desconocido taumaturgo que recomendaba a sus parroquianos ser indómitos, vigorosos y bizarros como un toro, ante los agresores; y cautelosos y escurridizos, como los culebras, ante los poderosos:
--"Debemos comportarnos como jinetes en toro embridado de serpientes; es decir que la sagacidad y el entendimiento encaucen nuestra voluntad de contrarrestar la poderosa injusticia: así seremos invencibles" - solía rematar su sermón el rabino Efraím.
Hay que decir, en consideración a la verdad, que lo del toro bravo no lo entendieron, cabalmente, las gentes de aquel lugar, donde no había toros así, pero le permitieron vivir en la ciudad.
Efraím hizo de Tlemecen una Hervás particular: una detención momentánea: una alto en el camino.
Algún día volvería a su alfoz judío en Shefarad.
Y continuó estudiando el Talmud.
Fue asimismo un competente galeno y como sanó a la hija del Sultán, consiguió en recompensa la autorización, para sus hermanos de España y otros territorios, de poder congregarse en Tlemecen y así reflexionar sobre sus palabras; palabras, en momentos, dulces y en otros instantes indignadas por la inicua y obligada dispersión del albergue comunitario, de la que, él y los suyos, fueron objeto, acordada por los serenísimos Isabel y Fernando; palabras que se resumían en un verso de su admirado poeta, Ha-Leví, una y mil veces repetidas:
-- "Mira como por tu causa me revisto de venganza: te amo".
A Sara no volvió a verla jamás; los versos "todo fluye de la nada; todo nace absurdamente" le vinieron a las mientes, ¡Jehová el Misericordioso lo sabrá comprender!. Su familia, ahora conversa, la había casado con un noble cristiano.
Efraím recordó, con pena, las palabras del poeta:
-- " Víboras son tus mejillas, mas de ellas fluye bálsamo"
Lo sepultaron donde no deseaba: en Tlemecen; no pudo evitarlo.
Con el tiempo las virtudes del sacerdote hebreo crecieron, su aureola se agigantó en cuantía tal que se le llegó a conocer por El Rabino que Montaba un León Embridado de Serpientes o El Rabino que Jineteaba un León Guiado por Culebras; así su figurada equiparación con el toro con que rubricaba sus sermones quedó sangrienta y brutalmente falsificada.
Y es que por aquellos lares no entendían de toros bravos.
Ya muy viejo y retirado dicen que se soñaba toro cubriendo de astucia a su añorada Sara para que así, de esa guisa, pudiera liberarse de "esos bestias cristianos".
Y cuentan que cuando pasaba su arrebatada y ardorosa lucubración le venía al recuerdo, con nostálgica tristeza, un vejete del barrio judío de Hervás al que por la mañanas preguntaban:
-- ¿Qué tal el despertar hoy, Solomo?
-- Emporrado como siempre. Por no perder las buenas costumbres - contestaba invariablemente.
-- Es triste y desconsolador, decirlo a mis años, -- recapacitaba el Rabino -- pero es así: siempre pensando en Sepharad.

martes, 30 de enero de 2007

¡Ay, cómo sufría la Forugh! A pesar de la sonrisa


Es posible gritar,

con una voz falsa, dura, ajena:

"Quiero".

Es posible convertir a una joven sana y hermosa

-en los rudos brazos de un hombre-

en un cuerpo cuya piel sea de cuero.

Es posible mancillar el amor

en la cama de un borracho, de un loco, de un nadie.


(de 'Muñeca de cuerda' de Forugh Farrojzad)

domingo, 28 de enero de 2007

Pramoedya Ananta Toer: De Putas y de Pintores (*)


"--Te acuerdas de Maiko, la prostituta japonesa.

--Por supuesto, Jean. Aquella pequeña y frágil mujer.

--Servía a la gente nada más que para ganarse la vida. Yo no soy diferente a Maiko. Me avergüenzo.

--La comparación es extrema.

--Piénsalo.: a mi me pagan por complacer (pintando) a la gente que no tiene relación espiritual o emocional conmigo. En arte, eso se llama prostitución. Tu eres afortunado por escribir lo que sientes. Yo no puedo (hacerlo pintando)."


(cita de la novela de Pramoedya Ananta Toer, 'Hijo de Todos los Pueblos', página 68. Editorial Txalaparrta. Tafalla, marzo 1996)

(*) El título se lo hemos añadido

sábado, 27 de enero de 2007

192 muertos - 192 mentiras

EL SIMPLE:

Rajoy:
¿Qué ocurriría si todos los etarras hicieran lo que hace José Ignacio de Juana Chaos?”.

Estoy convencido de que todos los etarras están deseando hacer huelga de hambre para palmarla o quedar con secuelas de por vida...

Se puede tener una visión limitada de las cosas, pero no se puede ser tan simple. Para ser líder de la oposición hace falta algo más que tener 18 años y ser ciudadano español. Hace falta no ser un simplón. Dios nos libre de que nos vuelva a gobernar un simple–de–mente (ya nos gobernó uno, con bigote para más señas).

DEL BLOG '192 MUERTOS-192 MENTIRAS'
NI OLVIDAMOS NI PERDONAMOS las mentiras de Aznar, Rajoy y su banda de cuatreros de la política.

http://192muertos192mentiras.blogspot.com/

RYSZARD KAPUSCINSKI HA MUERTO

El ejemplo periodístico de Ryszard Kapuscinski

[24-01-2007]


Cerramos hoy nuestro informativo con la referencia al fallecimiento del periodista y escritor polaco Ryszard Kapuscinski, considerado uno de los maestros del periodismo moderno y uno de los mejores reporteros de las injusticias y conflictos que se dieron en el mundo. Kapuscinski murió este martes en Varsovia a los 74 años tras ser sometido a una intervención quirúrgica el sábado anterior, a consecuencia de un grave padecimiento.
Decía que para ser un buen periodista había que ser ante todo buena persona. Su preocupación por los sectores más desfavorecidos, su independencia frente a presiones de todo tipo, incluso de las Agencias para las que trabajó, y su compromiso con los más humildes, son constantes en su obra. Consideraba su deber denunciar las injusticias y las miserias.
Kapuscinski fue testigo de casi una treintena de revoluciones y de guerras. Supo lo que es estar condenado a muerte en cuatro ocasiones, pero nada de eso le impidió seguir siendo fiel a sus valores y principios.
Kapuscinski era considerado un eximio representante del reportaje literario y uno de los periodistas más destacados a nivel mundial, pues sus textos sobre acontecimientos en numerosos países bordaban con frecuencia el nivel de ensayo, al tiempo que posibilitaron reflejarlos con una visión más amplia al incorporar en ellos a actores tradicionalmente marginados en la información.
También efectuó sensibles descripciones de las condiciones de vida de las personas en países en África y Latinoamérica. Entre sus novelas y reportajes más famosos figuran El Negus, El Sha, El Imperio, Ébano, La Guerra de Angola, El extraño emperador de Etiopía y Mis viajes con
Herodoto.



http://www.masvoces.org/

viernes, 26 de enero de 2007

MENSAJE RECIBIDO: LO DISEMINAMOS, LO ESPARCIMOS, LO REGAMOS...


Rebotamos este mensaje. Hemos investigado algo y localizamos entre los promotores a algunas personas muy activas en Moveon.org, que ya desde al año 2003 viene actuando con fuerza en los Estados Unidos desde las primeras amenazas de invasión de Irak. Esta nueva iniciativa es, pues, trigo limpio y no el típico truco para hacerse con direcciones electrónicas. Por eso la remitimos a los socios de la Asociación Pro Derechos Humanos de España, y cada uno de nosotros lo puede enviar también a sus amigos.AbrazosQuerido(a) amigo(a),Este Sábado, cientos de miles de estadounidenses manifestarán en Washington para exigir paz y justicia en Irak y el resto del Medio Oriente. Nosotros también estaremos allí representando la voz del resto del mundo por medio de una marcha global virtual para demostrar nuestra solidaridad. ¡Queda poco tiempo, Añade tu voz hoy mismo!ttp://www.avaaz.org/es/global_peace_march/act.phpMilitantes de Avaaz en Washington nos ayudarán cargando banderolas y pancartas anunciando la cantidad de personas en cada país que apoyan la marcha. Cargaremos la bandera de cada país que genere más de 500 manifestantes virtuales ¡Dile a tus amigos que se apunten también!¿Será posible reunir 75,000-100,000 personas de todo el mundo para la marcha antes del sábado?Más de 45,000 personas de 100 países hemos firmado la petición contra el aumento de tropas en Irak propuesto por el Presidente Bush y exigido un verdadero plan para terminar esta guerra. ¡Añade tu voz!http://www.avaaz.org/es/global_peace_march/act.phpEsto podría desencadenar un nuevo movimiento pacifista en Estados Unidos. Necesitamos demostrarles que el resto del mundo está con ellos. Llevemos nuestro mensaje de paz a las calles de Washington. ¡Únete a la marcha global y pasa la voz hoy mismo!Gracias por tu apoyo,Ricken, Paul, Tom, Rachel, Galit, Lee-Sean y el resto del equipo de Avaaz.org (antes Ceasefire Campaign).

miércoles, 24 de enero de 2007

Iswe Letu: NUNCA COMPRES UN ESPEJO (1)


Nunca compres un espejo
(Collaje * 1)

Hay cuatro escuelas de danza en la India: el Bharata Natyam de Tanjore, el Kahthakali de Malabar, el Kathak de Norte y el Manipuri de Este. Una mujer danza delante de un espejo.
Oh, Indira, tu desnudez es el omega del mundo. Por ti la diosa Sarasvati toca eternamente su vina. Con todo mi rostro te reflejo.
Nunca compres / un espejo: / te dirá que lo mires. Y verás, acaso, los surcos que ha dejado en ti la senda que nunca se ha de volver a pisar. No la pisaremos nunca como cuando lo hacíamos danzando jubiloso/as igual que libélulas /en el oasis imantado de nuestro largo sendero; con la ineluctable alegría de acoger el Alba Nueva: el brillante resplandor del sol /reflejado en el curso del agua /indolente que murmura / viejos recuerdos embellecidos /de nuestra infancia común.
Una voz de niño absorbe las praderas y los hombres corren en todas direcciones por las calles; y saltan jubilosos desbordándose como yo de contento.
Alegría que estalla en mi garganta pues la besé y olvidé la hora del catecismo. Pequé lo confieso /confieso /que encontré las largas trenzas de sus cabellos negros /más hermosas que las de la /santa-virgen-maría.
En la chimenea crepita el fuego. Unas estatuillas hindúes enrojecen ligeramente. ¡Oh, Indira, tu desnudez es el omega del mundo y tu danza su ofrenda lírica.

Iswe Letu: NUNCA COMPRES UN ESPEJO (2)

Nunca compres un espejo
(Collaje* 2)

Ignoro todos los senderos del mundo –dijiste- pero tengo la paciencia del peñasco. Me sentaré de noche /en la frente de los nenúfares. En su corteza /descubrimos /un camino secreto que ignoran las ramas. Y con la cabeza vuelta al alba naciente, reconoceré cada recodo del camino para encontrar en el viento /los senderos que llevan al bosque natal.
Y como / esa arena fina /en el hueco / de una mano /en el pasado /donde el espíritu/solo /puede espigar. Y te alejaste de ti /hacia malezas /donde ya no te encontrarán. Y la noche te rodea como el mar que te fascina. Y la muerte a los ojos sube con la espuma. ¡Ah, lo que nos pasa siempre –a nosotros, los alucinados del azur- pero no de lo que somos simientes, amigo! El mar cuenta todavía el infinito /meciendo su péndulo.
¡Oh, Indira, el universo le parece honesto a las gentes honestas porque tienen los ojos castrados!
Pero tu ejecuta delante del espejo una danza hierática y violenta. Ante esto declaraste: pido la paz, la paz para el día, para el camino de las lavanderas bajo el orgullo negro de los pinos…
Paz para Rama Kam: tu cuerpo es la pimienta negra /que cantar al deseo; cuando amas Rama Kam /es el tornado que tiembla /en tu carne de noche de relámpagos / y me deja…
Pero recuerda, alguien te advirtió, a ese hombre que se va bailando /descalzo /por los senderos donde aún pinchan las espinas /de irritación. Y no olvides tampoco que las balas todavía decapitan las rosas /en las mañanas de sueño. Y que mañana, ¡ay! muchos párpados estarán /cerrados /para el día. Entonces no pudo tu lengua contenerse y grito:

Iswe Letu: NUNCA COMPRES UN ESPEJO (3)

Nunca compres un espejo
(Fin del collaje* 3)

¡Los pájaros se quedaron con su sangre-sol / y de ellos hablo hoy a falta de patria! Y agrego a tu arpa esta vibrante cuerda: ¡Sin los ríos de la emoción /nada nada se reúne! Antes que el Destino celoso te reduzca a /cenizas para alimentar las raíces de la vida, antes que se acalle el sufrimiento /la voz truena como una victoria: ¡Ni salvación sin tierra, ni salvación sin grito! Eres mi poesía activa. Te amo.
Canta, canta, canto un poco, si no es para el orden funerario lo será para el cortejo: mi azul mi abril mi estrella fugaz /mi vida se aleja a retrocesos; en los caminos de lo invisible / el viento arrastra los convoyes del otoño /vértigo de hojas traicionadas por los veranos. Los limbos de octubre / recubrieron nuestra vida con un polvo argentado.
Este cuerpo lo entreveo: /martillado por los días /asaltado por el tiempo. Las primeras arrugas… ¿por qué tiene que traicionar la carne?... ¡Cuán doloroso es, oh madre, /saber que así he envejecido y no verme! Nunca mires /un espejo: /te enseñará a mentir.
Pues, ya que hemos perdido la sed, el hambre, todo lo que era y resultó ser nada, tan solo nos queda, hermanos míos, escribir con letras mojadas en lágrimas o…
Objetos inanimados, ¿tienen ustedes alma?... Lo leímos en la plana de sucesos: ayer por la noche un increíble accidente costó la vida a una cover-girl hindú. Fue literalmente apuñalada en su estudio, por los fragmentos de vidrio de un gran espejo de pie que de pronto se rompió. Fue encontrada en el piso totalmente desnuda…
¿Cuál de esas danzas, que decíamos más arriba, ejecutaba la bailarina cuando fue apuñalada por miles de fragmentos del vidrio que estalló?...
Nunca mires /un espejo: /te enseñará a mentir.

(*)Compuesto a partir de versos de poetas como Amrani, Amruh, Andrianarahinjaka, Avanga, Aziza, Benyelun, Cissoko, Chédid, Dadié, Diajaté, Diop, Dongola, Farad Syad, Fersi, Flici, Gologó, Ibrajim Sow, Jair-Eddin, Kacem, Kayo, Krea, Laabi, Maunick, Machado, Mansura, M’Jamsadchi, Mutabaruka, Mvondo II, Ngandé, Numé, Nyunai, Blas de Otero, Rabearibelo, Rabemananjara, Senac, Senghor, Tati-Loutard, Tidafi, Tshiakatumba, U’tamsi y Yacín.

martes, 23 de enero de 2007

COMUNICADO RECIBIDO: LO PUBLICAMOS


COMUNICADO ANTE LOS HECHOS DE ESTE FIN DE SEMANA EN ALCORCÓN

Ante los hechos acaecidos en nuestro barrio este fin de semana, y vista la manipulación interesada de los medios de comunicación, la Asamblea Alcorcón Antifascista nos vemos en la obligación de salir al paso de la intoxicación mediática y puntualizar:

- Los hechos ocurridos en nuestro barrio es la respuesta de los jóvenes de Alcorcón ante la actitud chulesca y semimafiosa de grupos latinos, que atemorizan, agreden y extorsionan con total impunidad, muy al estilo de bandas neonazis y fascistas.

- El apuñalamiento el sábado (por la espalda y traicioneramente) de una compañera vinculada a movimientos sociales y pro-okupación y las agresiones a otros jóvenes de la localidad no van a quedar sin respuesta. Ni toleramos a los nazis ni a los que emulan sus actitudes, sean del color que sean.

- Advertimos a organizaciones de extrema derecha como DN y España 2000 acostumbradas a manipular e intoxicar que si pisan nuestro barrio serán tratados como siempre se ha hecho, sin respiro. Ni nazis ni latinkings.

- Aclarar que la información vertida en la emisora COPE esta mañana tratando a los jóvenes de alcorcón como "marginales" e "izquierdistas tipo kale borroka" es una infamia que no vamos a consentir. Somos obreros y estamos orgullosos de serlo. Siempre nos tendrán enfrente señores de COPE.

- Enviamos desde aquí toda nuestra solidaridad a los compañeros hospitalizados y a sus familias, deseando su pronta recuperación.

Asamblea Alcorcón Antifascista

Ni Nazis. Ni LatinMafias
No Pasarán
Alcorcón 22. Enero. 07

sábado, 20 de enero de 2007

¡Gora Euskadi y Arriba España!

Después del bombazo (en Barajas) de la siniestra ETA, ahora arrecia la represión en Euskadi. Los españolistas (es decir los nacionalistas de la España una, grande y libre) ya tienen gasolina para una temporada. Y los etarras ya tienen combustible para otro rato, sobre todo para atizar a los jovenes que son los más fácilmente inflamables. ¡Y Gora Euskadi y Arriba España!

viernes, 19 de enero de 2007

Rubén Darío: Yo soy aquel

Mi intelecto libré de pensar bajo,
bañó el agua castalia el alma mía,
peregrinó mi corazón y trajo
de la sagrada selva la armonía.

Rubén Darío
(De 'Cantos de vida y esperanza')

Julia Otxoa: Centauro

El tamaño dulce de aquello
que permanece en la insurgencia,
y es toda claridad que avanza,
y ama.

Julia Otxoa

CORRIDO de Cantarino Maravillas

Una mañanita blanca,
blanca en los rieles del tren,
se fue, camino del monte,
se fue para no volver.

Corrido
(De Cantarino Maravillas)

Abelardo Conde Chiné: RIO UROLA

Viene cansada la aurora
de soñar con lo soñado;
ha roto el telón de fondo
de un espectáculo amargo.

Abelardo Conde Chiné

PROVERBIO FULBÉ


El que es más habil que tú con la lengua,

te comprará por un perro si quiere.


Proverbio fulbé

Jacques RABEMANANJARA: La cabeza vuelta al alba (*)


La cabeza vuelta al alba naciente,

un pie sobre el ombligo del poniente,

y el tirso

plantado en el corazón desnudo del Sur

yo bailaré, oh querida,

bailaré la danza relámpago

de los cazadores de reptiles,

¡Madagascar!


Jacques Rabemananjara

(Mientras esperaba se cumpliera la condena a muerte a la que estuvo sentenciado. 1947)

(*) El título es de nosotros

Violeta Parra: Arriba, quemando el sol


Me volví para Santiago

sin comprender el color

con que pintan la noticia

cuando el pobre dice no;

abajo la noche oscura,

oro, salitre y carbón;

arriba quemando el sol.


Violeta Parra

Borges: AL VINO

En la aurora ya estabas. A las generaciones
les diste en el camino tu fuego y tus leones.

J. L. Borges

martes, 16 de enero de 2007

Na Morte da Miña Nai

Dende que te perdin, a terra, o ceo,
todo e pra min da mesma cor da morte.
O sol non me aluma, nin os campos
pra min ten flores.


Curros Enriquez
(Emigrante coma nos)

Anónimo


Cantan los gallos:
yo no me duermo
ni tengo sueño.

Emilio Prados: Algo me llama en la noche

Algo me llama en la noche.
No sé qué es...

Algo en la noche me llama
¡Miedo me da!

En la noche me entraré,
pero.... ¿saldré?
¡Miedo me da!


Emilio Prados

Violeta Parra: Se va enredando

DE PAR EN PAR LA VENTANA
SE ABRIÓ COMO POR ENCANTO,
ENTRÓ EL AMOR CON SU MANTO
COMO UNA TIBIA MAÑANA,
AL SON DE SU BELLA DIANA
HIZO BROTAR EL JAZMÍN,
VOLANDO CUAL SERAFÍN
AL CIELO LE PUSO ARETES
Y MIS AÑOS EN DIECISIETE
LOS CONVIRTIÓ EL QUERUBÍN.

Se va enredando, enredando,
como en el muro la hiedra,
y va brotando, brotando,
como el musguito en la piedra

Ay si si si
Ay si si si

Violeta Parra / Violeta del Pueblo

Ed. Visor

Claudio Rodríguez: Esto es un don (*)

Si tu la luz te la has llevado toda,
¿cómo voy a esperar nada del alba?
Y, sin embargo, esto es un don, mi boca
espera, y un alma espera, y tú me esperas,
ebria persecución, claridad sola,
mortal como el abrazo de las hoces,
pero abrazo hasta el fin que nunca afloja.

Claudio Rodríguez

(*) Título nuestro

Al Alba

Si os partiéredes al alba
quedito, pasito, amor,
no espantéis al ruiseñor.


Lope de Vega

Becquer y Martí

Yo, en los dorados hilos
que los insectos cuelgan,
me mezclo entre loa árboles
en la ardorosa siesta.


G. A. Becquer

Y yo, sereno entre los viles,
cual si en mis manos, como en ruego juntas,
las anchas alas púdicas, abriese
una paloma blanca.


J. Martí

viernes, 12 de enero de 2007

José Mª Amigo Zamorano: En una casa de putas

Cuando Ismael y Raul me invitaron a que escribiera algunas reseñas de libros para el fanzine que pensaban editar, pensé ¿qué libros reseño? Porque, vamos a ver, qué puede importarle a uno lo que otro lea... Yo creo que nada. O tal vez si, pero poco. Si acaso pueden interesar aquellos libros que ayuden a comprender la realidad del mundo que nos rodea. Pero lo que es interesarse, interesarse, por algún libro de poesía o de novela o de carpintería, es un decir, que uno haya podido leer, pues nada. Sin embargo, desde el otro punto de vista, de entender lo que pasa en el mundo, tal vez, porque a veces nos va la vida en ello. Y tal y como está el mundo la vida se juega en cada esquina y hay que saberse desenvolver.

Efectivamente, vemos, en la otrora rica Argentina, a los argentinos aporrear las puertas de los bancos para que les devuelvan sus dineros, no los del vecino, ahorrados con tanto duro trabajo. No querían los banqueros devolverlo. Vemos igualmente a unos ejércitos invadir un país, como se ha demostrado, sin mas ni mas, por el solo interés de la rapiña, de coger lo que no es suyo. Morir periodistas por el simple hecho de trabajar con una cámara con el único objetivo de informarnos. O aquí, mar cerca, en Madrid, anular una elecciones porque a dos diputados les dio por cambiar de chaqueta.

Pensando en esta dirección recordé el libro de Ezequiel Martínez Estrada, Radiografía de la Pampa; en este ensayo, magnífico por muchos puntos de vista, tiene un capítulo que trata del cuchillo “que va entre las carnes y la ropa interior; algo que pertenece al fuero privado” y que “sólo se exhibe en los momentos supremos como el insulto”. Cuchillos que han relucido en Argentina y en Irak. Cuchillos de muchas formas; de bala, por ejemplo, como la que mató a Couso, el camarógrafo. Por cierto que Pérez-Reverte, que antes de novelista fue periodista de guerra, escribió un librito, ya clásico, sobre este mismo asunto de los camarógrafos, cuando la guerra de Bosnia; Territorio comanche con un lenguaje agil, descarnado, desnudo de artificios, como la misma muerte.

Pérez-Reverte recordaba, hace poco, un estudio realizado por varias universidades europeas, entre ellas la de Málaga, en que atribuía al dinero negro el auge inmobiliario en la Costa del Sol; en ese mismo estudio se alertaba sobre el peligro de que grupos de mafiosos controlaran la política; y Pérez-Reverte lo mencionaba a propósito de lo ocurrido en la Asamblea de Madrid. Cosa que ya denunciara James M. Cain, (el celebrado autor de El cartero siempre llama dos veces) en su novela “Ligeramente escarlata”, allá por los 30. Y es que del imperio USA nos ha llegado lo peor y lo mejor.

Y en otro orden de cosas, ajeno (aunque no del todo) a la política merecería leerse “Autorretrato sin retoques”, un libro de Jesús Pardo, cuyo contenido nos pilla a los curiosos un poco más a mano. Por él cruzan escritores que han sido algo en literatura (algunos amigos como es el caso de Eusebio García Luengo), Camilo José Cela, José García Nieto...

Insólito libro de memorias en el que el escritor maneja la pluma como un cuchillo. Y da cuchilladas a diestro y siniestro. Sin ningún respeto. Allí no se salva nadie, ni el padre del escritor.

El libro comienza en Santander y termina en Madrid pasando por Londres donde estuvo de corresponsal. Y de Madrid el literario que estaba casi reducido en la posguerra al Café Gijón.

Ya para terminar habría que decir que la pluma de Pardo como el cuchillo argentino de Radiografía de la Pampa “cercena hasta la columna vertebral, que es la proeza en el arte del degüello”; así de García Nieto, muerto hace poco, y que le dieron el premio Cervantes, poco antes de fenecer, dice: “pesaron los versos // de José García Nieto // treinta kilos, peso bruto // cuatro gramos, peso neto.” De don Eusebio García Luengo, mi amigo, dice que era “vago mandibular” y que aunque estaba separado de su mujer la actriz Amparo Reyes iba de vez en cuando a “echarle barrocos polvos”. De Cela dice que ra un “pesetero y snow como el solo”, añadiendo que Blanco Tobío lo había definido como un “Jaimito con ínfulas de Hemingway”.

Y para subrayar que Cela aparentaba ser otra cosa, escribe el diálogo que una vez tuvo con él en una casa de putas:

Cela.- ¿Pero que haces tú aquí, Jesusín, yo te hacía maricón?

Pardo.- No, no lo soy, pero no lo digas por ahí.

Cela.- Vaya, te vas pareciendo a mi.


miércoles, 10 de enero de 2007

MEME Y COSAS PENDIENTES: MAS CORNÁS DA EL HAMBRE


PUBLICAMOS AQUÍ EL TEXTO DE TONI, UN AMIGO, DONDE BULLE LA VIDA CON TANTA INTENSIDAD QUE, POR HABER, HAY HASTA ABUELOS REPRESALIADOS, EMIGRACIÓN, ESTUDIO, SACRIFICIO, LUCHA SINDICAL, LUCHA ANTIFRANQUISTA, ESTAFAS, SENTENCIAS VENALES Y... AFICIÓN A LOS TOROS


Como estaba prometido y si por algo me tengo es por vestirme por los pies y ser hombre de palabra, ahí va mi meme. Sé que quedan muchísimas cosas pendientes. He intentado resumir todo lo que he podido, pero al final ha salido una novela; no creeréis, pero tengo para otras cuatro y eso que solo llego a cincuenta años; es decir: un chaval; me queda media vida por delante, y seguro que habrá tiempo de escribirlas.

1- Comencé en esto de los toros, como miles y miles de niños de la España del que llamaban ‘Generalísimo’. Pero en vez de cantar el ‘cara al sol’ y rezar el ‘ángelus’, frente a la cruz de algunos de los caídos (Caídos que, generalmente, eran los que iban a sacar de sus casas, para pegarles un tiro en cualquier cuneta o tapia de cementerio, es decir: honrados ciudadanos que lo único que habían hecho era respetar la legalidad vigente) los sábados, por la mañana, me escapaba, con mi abuelo, a un corral de un ganadero que siempre tenia algún becerro, medio encastao, que solía embestir cuando le daba la gana (eran como los del encaste bodeguero, había que decirles ¡eh, eh! cinco o seis veces) al costal de patatas que, éste menda, le presentaba; claro que, la más de las veces y ante la risa de los mayores, terminaba entre las patas del becerro o becerra; y, como llevaba pantalones cortos, solía terminar con las piernas en carne viva de las raspaduras. Tengo que aclarar que mi abuelo no se ponía de mala leche cuando me escapaba de lo del ‘ángelus’ y de lo del ‘cara al sol’. Es más, creo que se sentía orgulloso que fuera el único del colegio; y por esa razón, seguramente, me dejaba darle algunos mantazos al churro. Prefería que fuera lleno de raspaduras para casa, que a eso del ‘cara al sol’. ¿Cómo iba a enfadarse si había pasado doce años en la cárcel de los fascistas, por el simple hecho de haber llevado la luz al pueblo, o por haber expropiado a un conde portugués, la mayor dehesa del pueblo, para que pudieran vivir muchísimas familias de ella? ¿Será por estas reminiscencias por las que no me gusta nada la playa? ¿Será por estas cuestiones que no me gusta lamer culos por mucha camisas azules que haya?

2- Por esta razón (digo por la razón de la España del ‘Generalísimo’) me convirtieron en emigrante. Se acabaron los churros. Me trajeron a unas tierras en las que no había plaza; y donde la había, con nueve o diez años, ni tenía edad, ni dineros, para ver una corrida; aunque, a mi, lo que más me fastidió es no poder escaparme con mi abuelo a darle algún mantazo a las churras. A él, a mi abuelo, también debió de joderle mucho, porque a los tres meses se murió de tristeza. Había solo una cosa en común (de mi tierra con esta nueva) y es que se seguía cantando, los sábados por la mañana, el ‘cara al sol’; y se seguía rezando el ‘ángelus’, aunque ya no me podía escapar porque ahora… se rezaba en la escuela. Lo que si me proporcionó la emigración, es el adquirir más conocimientos en cuanto a la vida; y, sobre todo, el poner en practica las enseñanzas de mi abuelo en cuanto a la Libertad y las injusticias sociales. Hablo de mi abuelo, porque mi padre no podía enseñarme mucho: se pasaba catorce o quince horas barrenando en los saltos del Duero.
3- Cuando terminé éste periodo formativo (digo éste porque, la verdad, seguir seguir… he seguido formándome y todavía no he acabado) con dieciséis años, ya tenia mi titulo de oficial de electricidad y electrónica, en la Escuela Sindical de Formación Profesional, así como Contabilidad y Cálculo Mercantil en la academia de San Francisco de Asís, que regentaba don José Flores y su esposa. No me sirvió de gran cosa lo que estudie. Se ganaba mucho más en la Palmera y no te pedían nada de estudios. Como me quedaba tiempo (el trabajo era por turnos y echaba de menos los churros y los novillos) me puse a correr delante de los grises, reivindicando Democracia y Libertad. Con dieciocho años había aprovechado el tiempo, mientras unos iban a los campamentos de la OJE, incluso muchos que ahora son abertzales… bueno, si, en el fondo, el nacionalismo solo cambia el nombre de la supuesta nación. Con dieciocho años, como iba diciendo, conseguimos, en la Palmera, quitar al ‘sindicato vertical’; y, para entonces, ya habíamos organizado la sección sindical de la UGT; también contribuimos a quitar al Alcalde de Irún, consiguiendo una gestora. A los veinte o veintiún años, bajo mi modesto mandato como secretario de organización de sección sindical de Palmera, conseguimos ganar las primeras elecciones sindicales democráticas, con lo cual me convertí, seguramente, en el Secretario del Comité de Empresa más joven de España; y éramos, entre todos, 25 miembros, UGT sacó 12 delegados. Cosa que se consiguió en la siguiente legislatura. Bueno, mejor dicho, hasta que me fui de la Palmera, del sindicato y del partido, no volvieron a ganar. Desde entonces ganan los de ELA. La monotonía del trabajo y el horario fijo no iban conmigo. Mientras todo esto ocurría, este tonto había estudiado algo nuevo que entonces no se estudiaba ni en las universidades: Marketing y dirección Comercial. Tampoco me ha servido para casi nada. Lo que si me sirvió es que, entre carrera y carrera con los grises, entre destornillador y destornillador, entre estudio y estudio, echaba una mano en el bar que tenían mis padres; además iba a El Laiken, una discoteca, a trabajar pinchando discos; era el mejor; ponía la pista a reventar, tanto a lo lento como a lo rápido. El que no sepa lo que es esto, que le pregunte a sus padres. Y esto, por fin, si me sirvió, porque a la postre es lo que me va a dar la jubilación: la hostelería; bueno, eso espero.
4- Conseguí ver cuatro o cinco corridas en el viejo Chofre; a parte que seguía bajando a Lumbrales cuando podía; por cierto que era la forma de seguir estando en contacto con los toros: los veinticinco años siguientes se quedó sin plaza San Sebastián. Pero ya no había que echar una mano en casa de los padres, ahora había que echar una mano en la propia, con lo cual no quedaba mucho tiempo, ni dinero. Entre corrida y corrida, cuatro o cinco al año, íbamos sacando la familia adelante, hasta que un hijo de puta del PNV (digo del PNV porque era concejal de este partido en el ayuntamiento) nos quitó todos los ahorros que teníamos, al estafarnos con un piso que le compramos. El juez que lo juzgó, el cachondo de él, ¡seguro que también era del partido!, nos dio la razón, pero… dijo en la sentencia que sí, que sí nos habíamos quedado sin piso (éramos ocho en total) pero que no había habido ánimo de estafa, ¡jódete y baila!, ¡esto no lo puso en la sentencia, eh! Y ahora, díganme que crea en la justicia, después de que el impresentable del PNV nos dejara a ocho matrimonios en la calle; y algunos arruinados para toda la vida, ya que habían vendido el piso que tenían y le habían dado toda la pasta al concejal. ¡Se había gastado todo el dinero el cabrón! Y… no pudo terminar la obra; pero el Juez dijo que no había sido con ánimo de estafar ¡hala! El susodicho cabrón pegándose la vida padre; y yo… ¡sin los ahorros de más de diez años! ¡Y encima con un pufo en la Caja de Ahorros! O sea, como ahora: los toros afeitados, drogados… y el ‘destoreador’ de turno riéndose de la gente, pero, eso sí, sin ánimo de estafa. ¡País de sinvergüenzas!
5- Hemos vuelto ha salir adelante (y no como a otros que se lo han dado todo echo y encima lo están jodiendo, en fin corramos un tupido velo) Con la casa un poco recompuesta, y un negocio que no va mal, ya me he permitido dedicarle un poco más de tiempo a los Toros. Pero, mira por donde, me encuentro con esto. Y como uno sigue teniendo el espíritu de escaparse de la borregada, pues aquí seguimos, peleando por los Toros. Ahora, aunque hay más falta que en el 75 de pelea, la gente toda está de maravilla ¡todos somos millonarios porque nos han dado las migajas de tener un coche, un piso y una televisión! Podemos ir de vacaciones tirando de la visa y no queremos pelea. Todo muy bonito y muy bien; lo triste es que eso le hemos enseñando a nuestros hijos. Ahora no son capaces de pelear, ni por una vivienda digna. Bueno, el tiempo que me llevaría pelear por una sociedad más justa, lo empleo en esta página, en intentar, a través de las peñas, que se cambie las cosas; menos mal que ya las dejé… mas sigo siendo un iluso, que le voy ha hacer. En todas las tareas en las que me he puesto, lo he dado todo: me he entregado, con la pata “palante”. Las cornadas han sido de órdago, también es cierto. Hay mucho marrajo por la vida, pero bueno… que les den. Por lo menos me queda la página, que creo que es la mejor del mundo mundial, porque lo que decimos y escribimos no son mariconadas, ni tonterías, para llenar espacio o para que me digan por la calle lo bonito y lo bien que escribo (esto último sería imposible entiéndanme) me interesa más remover conciencias, para que cada uno piense por su cuenta y discuta; y que te den las gracias en persona o por correo. Lo de hablar de ganaderías, toreros y encastes queda muy bien y muy bonito, pero… las necesidades son otras en estos momentos.
Bueno, me quedarían muchas cosas en el tintero, de los toros y de mi vida, pero igual alguna otra vez el mariconcete de Betialai me vuelve a meter en otro berenjenal y seguiremos profundizando.
De momento ya conocéis un poco mejor a este juntaletras, que no tiene ni repajolera idea de nada, ni ha vivido nada. Un saludo

martes, 9 de enero de 2007

Iswe Letu: UN ASESINATO INCOMPRENSIBLE




por Iswe Letu


El súmmum del médico que él era, en un despacho del barco, desde las profundidades del falso sollado debajo de línea de flotación, telefoneaba, recomendando unas hierbas narcóticas de experimentados efectos beneficiosos contra el sufrimiento, a un paciente que no le entendía claramente.

Con una mano sostenía el aparato y con la otra arrancaba un apetitoso fruto, parecido a la uva, de las ramas de un olivo sobresaliente del escudo pegado al espaldar de la tortuga colgada en la pared.

Le habían entrado unas irreprimibles ganas de comer, un apetito voraz.

Dejó un momento de hablar y, mirando el producto, cerró con ansia y fuerza sus dientes sobre tan atractivo fruto; un sonoro ¡crac!, de sus dientes fracturados, se dejó oír por toda la sala.

Indiferente a las feroces protestas de las falsas uvas que rompían su dentadura, expectoró sangre, diente y uva, y siguió conversando con su doliente escucha.

Se asombraba, por cierto, de que su interlocutor no le entendiera bien.

Mansamente repetía el nombre de la hierba que él, como buen facultativo, acababa de probar; nadie podría acusarle a él, el súmmum del médico, de capitán Araña que, embarcando a los demás, se quedase en tierra; en materia deontológica era un seguidor, acérrimo, del juramento hipocrático; lo que era una garantía para sus pacientes.

Separaba desmesuradamente los labios para balbucear el producto; y sonido y sangre de la encía se metían por los orificios del teléfono.

Esperaba, luego, serio y circunspecto, escuchando las manifestación del interlocutor.

Cogía otra falsa uva.

Abría la boca de la que salía copiosa sangre; y tras introducir la fruta reincidía clavándole el diente; y el claro ¡crac! insistía en chocar con las paredes del despacho; escupía de nuevo sangre, diente y uva.

Le desconcertó la misma incomprensión:

-- No le entiendo doctor.

A sus pies tenía ya un pequeño charco de sangre.

Arrancó otra aparente uva.

Se sentía dulcemente extenuado. Y sin ganas de proseguir la charla telefónica.

Lentamente se fue deslizando hasta el entarimado para posar su trasero justo en el charco de sangre.

Ya sin fuerzas con que llevarse la oliva de bronce hasta la boca escurriósele de entre los dedos de la mano; ¡que dulce cansancio!.

Abandonó el auricular al concluir que le estaban apañando las guedejas.

-- ¡Doctor!, ¡doctor! ... ¿Me oye?... Vocalice mejor.

Inició una especie de corte de mangas que abandonó en mitad de la acción. Luego quedóse adormecido riéndose de la chanza.

La sangre, de la comisura de sus morros sonrientes, era como una socarrona lengua dirigida al otro lado del hilo telefónico.

El galápago, asimismo de bronce, se desprendió del enganche de la pared a impulsos de un desplazamiento brusco, acaso un cabeceo o vaivén de la nave que escorando, con tan malvada fortuna para el galeno, inauguraba su andadura marina, y fue a caer de lleno en su cráneo reventándole la mollera.

Lo encontraron, con los sesos esparcidos por el suelo, acariciando la sangre derramada.

La policía aún se interroga por la identidad del matador y el motivo del crimen.

Y es que incógnitas como estas dan que cavilar a la policía.

Octubre de 1995


Teresa Berenguer: ROMANCE de la NIÑA y el TORO


Hola Toni: he encontrado este poema en la revista 'Caminar conociendo'. Mira se te gusta y llevatelo a tu web.


ROMANCE de la NIÑA y el TORO


Por Teresa Berenguer


Ella nunca entendería
por qué quisieron matarlo.
Cuando le hablaron de fiesta,
pensó en su vestido blanco
y que al otro le pondrían
diez cascabeles dorados
para que todos supieran
de su elegancia y su rango.
Cuando ella lo vio nacer,
tocó su pelo de raso
y un olor a mansedumbre
se extendió por el establo.
La niña le daba leche
en el cuenco de sus manos
y el becerro agradecido
lamía sus pies descalzos.
Ya no juega la zagala
con su muñeca de trapo,
ahora soltó sus trenzas
y, en su paseo diario,
cuenta sus cuitas al toro,
su gran amigo del prado.
Cuando le hablaron de fiesta,
ella pidió el mejor palco
y se adornó con claveles
y un par de pendientes largos.
Pronto suenan los timbales.
El silencio se hace el amo
volviendo tensos los rostros
hacia el toril sentenciado.
Sale, majestad y fuerza,
a la arena del cadalso.
La nobleza se da cita
con verdugos a caballo
y los capotes al vuelo
lo acosan por los costados.
El toro ya no confía,
se ha vuelto bravo
embistiendo con coraje
todo lo que halla a su paso,
se pide el cambio de tercio
y el torero engalanado
cambia la espada de broma
por el acero templado.
Saluda a la Presidencia,
marca unos medidos pasos
y cita al toro de lejos
con el estoque inclinado.
La niña que se da cuenta,
lanza al toro por su nombre
y el animal, ya sangrando,
olvida estoque y torero,
arrastra su cuerpo manso
y se detiene doliente
frente a su amiga de antaño.
Las lágrimas se hacen eco
del público emocionado
y hay bandadas de palomas
agitadas por mil brazos.
El torero pide gracia
para indultar al astado
y, cuando está concedida,
la niña corre a su lado.
Ella sola se lo lleva
por el pasillo empedrado.
(*)Teresa Berenguer es poetisa


APARECIDO ESTE ROMANCE EN LA PÁGINA 31 DEL NÚMERO 3 DE LA REVISTA 'CAMINAR CONOCIENDO'